El empresario, político y candidato presidencial boliviano Samuel Doria Ha estado en Madrid donde se reunió con el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, porque, según explica, «sus políticas económicas son las que necesita su país». Está seguro de que Bolivia «está viviendo actualmente el fin de un ciclo», ya que la falta de gasolina y gas, además del aumento de los precios, están dejando al país a la deriva.

¿Cómo describirías la situación actual en tu país?

Bolivia vive actualmente el fin de un ciclo que comenzó en 2006 y donde básicamente un partido único viene gobernando con ciertas medidas autoritarias. El sistema de Evo Morales, que también tiene una presencia muy fuerte en la economía, está colapsando porque la intervención estatal no sirve en ninguna parte.

De hecho, ¿cuál es el motivo de la falta de gasolina y combustible?

Bolivia era un país que se caracterizaba por tener mucho gas natural, exportábamos a Argentina, a Brasil y básicamente ese era el mayor ingreso por exportaciones de Bolivia. Hemos exportado un poco más de 6 mil millones de dólares de gas al año, pero estos gobiernos populistas no hicieron las inversiones necesarias en exploración, por lo que la producción de gas ha caído significativamente y el año pasado exportamos sólo 2 mil millones de dólares. Y cuando no se produce gas, tampoco se puede producir suficiente gasolina y diésel. Así, el año pasado tuvimos 3.000 millones de dólares menos en exportaciones y 1.500 millones más en importaciones. Esto ha provocado una escasez de dólares. El Gobierno mantiene un tipo de cambio fijo y, por tanto, se ha generado un mercado paralelo que roza el doble del tipo de cambio oficial. Y hay escasez de combustible. Ahora mismo, una situación compleja. Además, los precios han comenzado a subir. Bolivia tuvo una economía que durante 30 años ha tenido una inflación de un dígito, pero este año vamos a volver a tener dos dígitos después de 30 años.

¿Cómo está afectando esta situación a los ciudadanos?

Al principio, con la falta de dólares, la falta de combustible era un tema que afectaba a cierto sector, pero ahora, con el aumento de los precios, esto afecta el bolsillo de toda la población. Así también la situación social no es la mejor.

¿Qué medidas tomaría para garantizar la inversión extranjera sin perder el control de los recursos estratégicos?

Bolivia necesita inversión extranjera y obviamente deben cumplir con las regulaciones y leyes bolivianas.

¿Cree que en esta situación Luis Arce volverá a postularse en las elecciones de agosto de 2025?

Si Luis Arce se postula saldrá muy mal parado porque la población fundamentalmente lo culpa de la situación económica. La gente está cansada del Gobierno y Luis Arce no llega al 5% en las encuestas.

¿Qué tiene para ofrecer a los bolivianos?

Estamos en una crisis económica porque hay un modelo económico que no funcionó en la ex Unión Soviética, no funcionó en Europa del Este ni en Cuba. Ese modelo no funciona por tanta intervención del Estado. Propongo deshacernos del famoso socialismo del siglo XXI y tener una economía capitalista, pero una economía capitalista con rostro humano.

¿Qué significa eso?

Eso significa apoyar a todos los jóvenes bolivianos para que se conviertan en emprendedores.

¿En qué sectores les animaría a invertir?

Sin duda Bolivia en los próximos años tendrá que vivir del turismo, fundamentalmente del turismo. El sector ha hecho un estudio y ha llegado a la conclusión de que se puede triplicar el número de turistas y la cantidad de dinero en el corto plazo, con la capacidad instalada que tenemos, sin grandes inversiones.

¿Cómo es la relación con España hoy?

La relación con España es muy importante porque es la puerta de entrada al sur de Europa y porque hay un flujo importante de personas y recursos.

¿Cómo describiría la relación bilateral entre Bolivia y España?

Soy vicepresidente para América Latina de la Internacional Socialista y conozco a Pedro Sánchez. Durante mi visita me reuní con el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, porque creo que en este momento las políticas económicas más cercanas a lo que necesitamos están en las que hace el PP. Una política más inclinada a hacer funcionar el mercado, no tanto intervención estatal, no tanta regulación.

¿Hasta qué punto Luis Arce ha quedado debilitado tras el asalto al cuartel por parte de seguidores de Evo Morales?

En el partido de gobierno, Evo Morales y Arce están peleando y compitiendo. Ni uno ni otro se han beneficiado. Ambos han perdido con estas peleas. Primero, Arce, por no haberse dedicado a solucionar los problemas de Bolivia y Morales con sus métodos de bloqueo, de generar una serie de protestas violentas, ha perjudicado económicamente a muchos sectores, a muchas regiones.

¿El hecho de que Morales haya recurrido a la violencia es también una señal de que está acorralado?

Sí, creo que sus últimos esfuerzos han sido recurrir a formas violentas de bloqueo, pero ya está acabado. Ya no tiene apoyo y le cuesta entender eso.

¿Es posible que toda la oposición se una?

Sí. Estamos trabajando con ese objetivo y la mayoría de los opositores quieren que haya unidad y ven la manera de que haya un candidato único y que no haya dispersión.