Madrid disfruta por fin del fresquísimo pescado y marisco de la Costa Brava
La carta de Sa Marinada traslada por fin a Madrid los sabores auténticos de la Costa Brava, con estrellas como las gambas y cigalas de Palamós, acompañadas de pescados frescos, chipirones y sepietas procedentes de Roses. Y es que Madrid siempre ha presumido de tener el mejor pescado de España, una reputación cimentada en la calidad de las capturas del Cantábrico y la exquisitez de las gambas de Huelva.
Sin embargo, hasta ahora, la capital no había tenido la oportunidad de disfrutar con regularidad de los sabores únicos que ofrece la costa del Empordà. Esa barrera ha sido derribada por Sa Marinada, un restaurante que, de la mano de Joan Gurt, lleva a Madrid el pescado y marisco fresco directamente desde las lonjas de Roses y Palamós.
Sa Marinada es, además de un restaurante, un homenaje culinario a Carmen Maynou, la madre de Gurt, una mujer que dedicó su vida a la hostelería y que llegó a regentar cuatro casas de comida en el corazón del Empordà. Tras su fallecimiento, su hijo decidió perpetuar su legado, dejar Catalunya y compartir su pasión por la cocina ampurdanesa abriendo Sa Marinada en la madrileña calle de Fernández de la Hoz, 33. La gran mayoría de los platos que ofrece son recetas originales de la matriarca. La familia aún conserva en Girona el mítico Can Gurt.
Viaje a la costa catalana
La carta de Sa Marinada traslada al comensal a la Costa Brava, donde la frescura del producto es la piedra angular de cada bocado. Joan Gurt se asegura de que el pescado llegue directamente de la lonja de Rosas para garantizar la máxima calidad del género. La gamba y cigala de Palamós, conocidas por su sabor dulce y textura delicada, son otros de los pilares de la oferta gastronómica del local.
Entre las propuestas más aclamadas destaca la lubina salvaje a la sal y al cava. La lubina, cocinada a la perfección en el horno, se deshace en la boca como mantequilla, acompañada de unas patatas de Galicia tiernas y sabrosas, la dulzura de la cebolla de Figueres y el toque singular de un vinagre de vermut que realza los sabores del mar.
Pero la carta va más allá de la lubina. Gurt demuestra su maestría con preparaciones como el rodaballo y la lubina a la ampurdanesa, donde los sabores tradicionales de la zona se combinan para crear platos memorables que fascinan en la exigente y sibarita plaza gastronómica de la capital.
Un plato emblemático llamado Pintón
Uno de los platos más emblemáticos y representativos de la cocina de Sa Marinada es el llamado Pintón -al verlo la gente exclama: «¡qué pintón!»- con gamba de Palamós, cigala mediana, patata panadera, huevo frito, pimientos de Padrón, butifarra de payés y setas de temporada.
Esta creación, que podría parecer un plato excesivamente contundente y hasta difícil de digerir, es una explosión de sabores y texturas perfectamente equilibrados. La gamba y cigala de Palamós aportan la frescura del mar, mientras que la butifarra de payés y las setas de temporada introducen notas terrosas que complementan a la perfección el sabor del pescado. Los pimientos de Padrón, con su característico toque picante, y el huevo frito, con su yema cremosa, completan este plato que recuerda a la apuesta de Menorca por elaboraciones de langosta roja en las que no faltan ni las patatas, ni el huevo frito ni la sobrasada.
En Sa Marinada se come bien, el tíquet medio es a partir de 85 euros. Es desde luego un espacio donde se respira la pasión por la cocina, el amor por la familia y el compromiso con la calidad. Gurt ha logrado crear un ambiente cálido y acogedor, donde los clientes se sienten como en casa.
Además, es posible contactar con él con antelación para encargar el pescado o marisco deseado. «Acabo de recibir angulas del río Ter para un cliente que las había solicitado», revela, mientras ofrece unas exquisitas colitas de rape de costa, preparadas al ajillo y con guindilla y emplata unas mini navajas de costa a la plancha.
Con Sa Marinada, Gurt ha logrado llevar a Madrid un pedazo del Ampurdán, ofreciendo a los la oportunidad de descubrir los sabores auténticos de la Costa Brava, con los mariscos y pescados junto a una exquisita selección de carnes, verduras y, por supuesto, postres.
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