Marco Rubio le hace saber al presidente José Raúl Mulino sobre las aspiraciones de Trump de controlar el canal de Panamá
El presidente panameño, José Raúl Mulino, escuchó de boca del nuevo secretario de Estado de norteamericano, Marco Rubio, las aspiraciones del presidente Donald Trump de recuperar para Estados Unidos el control del canal que une los océanos Atlántico y Pacífico y por donde transita el 3 % del comercio global.
Rubio aterrizó en ese país centroamericano en la noche del sábado. Mulino lo recibió en la mañana del domingo en el palacio de las Garzas, la sede del Ejecutivo, en el Casco Antiguo de la capital panameña. Según informaron los medios de prensa, el ministro de Exteriores Javier Martínez-Acha participó del encuentro cuyo contenido se mantiene bajo reserva pero que tiene la marca de la previsibilidad: Trump ha hecho explícito su propósito en relación al canal durante su campaña electoral y en el discurso que inauguró su segundo mandato, el pasado 20 de enero. Mulino ha dicho que no quiere una confrontación con Washington. No obstante, minutos antes de saludar a Rubio se dirigió a la prensa apostada en la sede presidencial y lanzó la consigna de «¡Viva Panamá! «. En reiteradas oportunidades, el mandatario aseguró que la soberanía del canal es innegociable.
La presencia del responsable de la diplomacia de Trump, un hombre de origen cubano que habla castellano a la perfección, fue precedida por protestas de sindicatos y otros sectores que reivindicaron la soberanía panameña de la vía interoceánica. Los manifestantes no pudieron llegar hasta la sede de Gobierno. La policía antidisturbios detuvo la marcha a pocas cuadras.
Cuestión de fondo
El istmo administra el canal por completo desde el 25 de diciembre de 1999 en virtud del acuerdo suscrito entre los presidentes James Carter y Omar Torrijos, en 1977. Entre esa firma, de carácter histórico, y el control absoluto del canal tuvo lugar en 1989 una invasión militar norteamericana con el propósito de capturar al general Manuel Noriega, por entonces su principal autoridad, acusada de estar vinculada con el narcotráfico. El recuerdo de aquella incursión que provocó más de 500 muertos se reavivó a partir de las amenazas de Washington. La Casa Blanca asegura que China tiene una influencia determinante sobre el canal, un argumento repetido por Rubio antes de iniciar su gira regional y que no se ajusta a la realidad según las autoridades panameñas.
El secretario de Estado tenía previsto visitar las esclusas de Miraflores, en el canal, y se reúna con las responsables de su manejo. Panamá es la primera escala de una que llevará a Rubio por El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana. Todos esos países tienen un problema común que está en el centro de la agenda del multimillonario republicano: la migración y la política de deportaciones que comenzó hace más de una semana. Nayib Bukele se perfila como un aliado vital de la Casa Blanca en la política de deportaciones masivas.
Ese tema ha estado presente en las conversaciones entre Rubio y Mulino. La peligrosa selva del Darién es uno de los conductos por donde atraviesan los torrentes migratorios hacia Estados Unidos, en particular los venezolanos.
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