Marruecos es el mayor productor y exportador mundial de sardinas en conserva y tiene un sistema marítimo e industrial integrado. Informes internacionales recientes indican que supera las 15.000 toneladas anualmente, lo que le otorga la mayor participación del mercado global y dirige sus productos a mercados que abarcan Europa, Asia y Medio Oriente.

El país cuenta con una red de plantas conserveras y procesadoras que operan a alta capacidad para atender las demandas de los mercados internacionales con estándares rigurosos. Generan cientos de miles de empleos directos e indirectos, transformando ciudades como Agadir, Safi y El Aaiún en centros clave para la producción de conservas de sardinas.

Mientras otros países se centran en la producción de pescado fresco o congelado, Marruecos ha optado por invertir en la industria conservera, que ofrece mayor rentabilidad y mayor acceso a mercados lejanos. En varias regiones costeras, la industria sardina representa más de la mitad de la actividad industrial y es una importante fuente de empleo para las mujeres.

Además, invierte en la modernización de su flota, garantiza la trazabilidad de los productos y obtiene certificaciones internacionales de calidad, lo que refuerza la confianza de sus socios y refuerza la posición negociadora del Reino en los acuerdos comerciales, subrayan los medios marroquíes.