Merz y las grandes empresas de Alemania lanzan un plan para invertir 631.000 millones en tres años
Arropado por 61 empresas punteras, comprometidas a invertir en Alemania 631.000 millones de euros en tres años: el canciller Friedrich Merz lanzó así su ‘Made for Germany’, una iniciativa a la que su gobierno contribuirá con medidas fiscales y liberando de trabas burocráticas a la actividad empresarial. «No somos un espacio económico del pasado, sino del presente y del futuro», afirmó Merz, que compareció ante los medios custodiado por los jefes del Deutsche Bank y de Siemens, Christian Sewing y Roland Busch.
Son 61 firmas de todos los sectores, desde Siemens, Volkswagen, Mercedes Benz, BMW, Rheinmetall o Airbus al grupo mediático Springer, Deutsche Bank y la aseguradora Allianz. En cuanto arrancó la reunión se difundió el comunicado subiendo a 631.000 millones el volumen de inversiones, el doble de lo previsto. Para el semanario ‘Der Spiegel’, es una maniobra de cara a la galería. No se aprecia en ese enorme volumen qué corresponde a inversiones ya programadas y qué es nuevo. Tampoco si generará el impulso que anhela Merz para rescatar la economía de Alemania, en recesión desde 2023. Se considera una iniciativa destinada a transmitir optimismo, no muy distinta a otras cumbres con la gran industria que convocaron en sus tiempos Angela Merkel o Olaf Scholz.
La diferencia es esta vez hay una cifra y que el compromiso del mundo económico a invertir más en Alemania está vinculado a las medidas anunciadas por Merz para aliviar las cargas fiscales sobre las empresas. Son medidas que se ha comprometido a llevar adelante la coalición entre conservadores y socialdemócratas, aunque todavía no se han concretado.
Críticas de las pymes
Desde las pymes se ha criticado que la iniciativa de cancillería mima a los grandes del DAX, el índice bursátil alemán, pero que se neglige a la pequeña y mediana empresa, apenas representadas en la cita.
Se supone que será el contrapunto del sector privado al plan financiero para los próximos años elaborado por del ministro de Finanzas, el líder socialdemócrata Lars Klingbeil. Consiste en un paquete inversor de medio billón de euros para la renovación de las infraestructuras alemanas y proyectos medioambientales.
La denominación de ‘Made for Germany’ responde al propósito de relanzar la ‘marca’ alemana. El ‘Made in Germany’ quedó obsoleto o cuestionado a escala internacional. Sectores como la automoción se han visto superados por la competencia asiática, mientras que la industria del acero ha entrado en una profunda crisis tras haber sido otro sello indiscutible del poderío industrial germano.
Especialmente dramática es la situación de la red de ferrocarriles, la Deutsche Bahn, que acumula año tras año récords de ineficiencia e impuntualidad -solo uno de cada tres trenes de larga distancia, incluidos los de alta velocidad ICE, llega a su hora-. Ha iniciado una tarea titánica para modernizar toda su red, pero el saneamiento general no se completará hasta 2036.
Suscríbete para continuar leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí