Netanyahu redobla sus ardides políticos para mantenerse en el poder ante la fragilidad de su coalición
La desesperación no tardó en aflorar. Después de la entrada en vigor del alto el fuego en la Franja de Gaza y el retorno de los rehenes vivos, la política en Israel volvió a la excepcional normalidad que había antes del 7 de octubre de 2023. Pese a los dos años, el tiempo parecía no haber pasado. El primer ministro Binyamín Netanyahu seguía, y sigue, en su empeño por mantenerse en el poder. Por eso, ha reavivado su ya clásica estrategia de instrumentalizar la justicia, y sus socios de coalición le han permitido aprobar ciertas leyes que le facilitarían otra victoria en las elecciones del próximo otoño. A su vez, Bibi parece haber entendido el mensaje que sus aliados ultraderechistas le mandaron con la aprobación preliminar de la anexión israelí de la Cisjordania ocupada: su apoyo no es gratuito.
[–>[–>[–>Cuando saltó la noticia, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, aún se encontraba en el país tras unirse al elenco de altos funcionarios estadounidenses que visitaron Israel la semana pasada. Pese a la oposición de Netanyahu y de su partido Likud, la Knesset, el Parlamento israelí, había aprobado un proyecto de ley que reconocía la soberanía israelí de la Cisjordania ocupada. Este gesto puso de relieve la pérdida de control del primer ministro sobre su fraccionada coalición de derecha. Bibi se encuentra en un momento clave en la legislatura. Apenas queda un año para los próximos comicios, si no se adelantan. Además, con el supuesto fin de la guerra en Gaza, tienen que llegar las investigaciones sobre qué fue mal aquel trágico 7 de octubre de 2023 para que Hamás lograra matar a 1.139 israelíes en apenas unas horas.
[–> [–>[–>Desde entonces, Netanyahu camina sobre una cuerda floja, y, cuando se desvía, sus aliados se encargan de recordárselo. Sus socios ultraderechistas de Poder Judío y Sionismo Religioso no sólo apoyaron la legislación para anexionar los territorios palestinos ocupados la semana pasada por motivos ideológicos, sino también para presionar al líder israelí por el alto el fuego en Gaza, al que se oponen. El ministro de Seguridad Nacional, el colono Itamar Ben Gvir, ha amenazado con abandonar la coalición a menos que Netanyahu vuelva a comprometerse con el desmantelamiento de Hamás. Además, estos partidos ya se están preparando para los comicios del próximo octubre, y, con estas votaciones, mandan un mensaje a su electorado de que siguen siendo leales a sus compromisos ideológicos.
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Recado a Washington
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También los ultraortodoxos están descontentos con Netanyahu, ya que no ha aprobado un proyecto de ley para la exención del servicio militar obligatorio para los jóvenes que estudian en las yeshivas. Desde la oposición, a la que Netanyahu culpó de la aprobación de estas leyes, sin hacer mención a sus socios ultras de coalición, querían mandar un recado a Washington. «Netanyahu ha perdido el control de la Knesset y ha perdido el control del Gobierno», reconocía este fin de semana Yair Lapid, líder de la oposición al frente del centrista Yesh Atid, en el Canal 12. «No avergoncé a los estadounidenses, avergoncé a Binyamín Netanyahu; él no tiene control, y por lo tanto tenemos que ir a elecciones«, añadía. Desde que el ultraderechista Noam abandonó la coalición en verano, el primer ministro no cuenta con una mayoría en la Knesset, con sólo 60 de los 120 escaños.
[–>[–>[–>«Netanyahu tiene que decidir qué quiere hacer: puede convocar elecciones anticipadas y esperar que el acuerdo de [paz propuesto por el presidente estadounidense, Donald] Trump se queda», dice el médico Gayil Talshirpolitólogo y experto en tendencias israelíes y opinión pública del Universidad Hebrea de Jerusalén. «Pero para lograrlo, Netanyahu necesita la apoyo públicoy no ganará el favor de la mayoría de la sociedad, que cree que él es parte de la razón por la que se produjo el ataque de Hamás el 7 de octubre y que no ha asumido su responsabilidad», dice a este diario. Por el momento, el primer ministro intenta evitar cualquier forma de responsabilidad por el día más mortífero de la historia de Israel.
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Bloqueo a Bennett
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Bibi sigue decidido a tratar de hacer lo que sea para mantenerse en el poder. Este domingo por la noche el Comité Ministerial de Legislación aprobó un proyecto de ley que busca impedir que el ex primer ministro Naftali Bennett se presente a las próximas elecciones. Las últimas encuestas lo sitúan pisándole los talones a Netanyahu e, incluso, a diferencia del actual primer ministro, sí que podría formar una coalición para gobernar. Sin embargo, el comité postergó otra legislación controvertida que permitiría a los diputados detener el juicio penal en curso contra el líder del Likud. «Cuanto más trabaja la máquina de veneno contra mí, más señal es de que entienden que se avecina un cambio», escribió Bennet en sus redes sociales.
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[–>«En lugar de presentarse contra mí en unas elecciones libres, el partido Likud intenta impedirme presentarme: si pensaran que ganarán, no necesitarían recurrir a leyes personales y retroactivas», añadió. Antes de la votación del domingo, la fiscal general de Israel tachó la propuesta de «inconstitucional«. «En vista de la profunda y fundamental violación de los principios de un régimen democrático, así como del impacto directo del proyecto de ley en los intereses personales del primer ministro, la propuesta es inconstitucional, debe ser rechazada y no debe avanzarse», dijo en un documento. Como respuesta, Ben Gvir ha acusado a la fiscalía general de politizar el sistema de justicia. Respecto a la ley de los juicios de los primeros ministros, la fiscal general ha denunciado que el proyecto legislativo tiene como objetivo permitir que el jefe del Ejecutivo evada el sistema judicial.
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