No sé que tratamiento le dieron, pero…
la figura de Jannik pecador Sigue despertando filias y fobias en el circuito internacional del tenis hasta que se esclarezca definitivamente el caso de su presunto dopaje. El caso, aún ante los tribunales, sigue causando furor y últimamente ha suscitado varias reacciones que han puesto en duda la credibilidad del tenista italiano.
Las dudas volvieron a aparecer con fuerza. En medio de este asunto que sigue manchando al número 1 del mundo, Runa Holger tuvo la tarea de echar más leña al fuego. El danés es la última víctima de Sinner en el Abierto de Australia y dejó algunas declaraciones incendiarias en la rueda de prensa posterior al encuentro, mostrando claramente su malestar.
El partido entre Rune y Sinner se caracterizó por una exigencia física que llevó a ambos tenistas al límite. Efectivamente, Sinner se vio obligado a buscar asistencia médica y acabó acudiendo al vestuario para continuar allí con la ayuda de los servicios sanitarios. Todo esto hizo que el partido se detuviera durante varios minutos mientras Rune esperaba en la cancha.
«El árbitro me dijo que tenía que abandonar el campo para poder controlar más a Sinner. No sé qué le harían, porque cuando regresó estaba lleno», dijo Holger Rune en declaraciones que se interpretan más allá. lo ocurrido durante el partido y que están directamente relacionados con sus acusaciones de dopaje.
«Claramente fue un día muy caluroso y húmedo. Yo también sufrí de eso. Es solo que revisaron a Sinner si tenía algún problema, pero creo que el tiempo médico se extendió demasiado y se sintió brutal estar de pie por más de diez minutos en A mitad de set me sentí bien en ese momento, fue una pena”, comentó. Runa Holger sobre el descanso.
Este choque fue uno de los aspectos clave que, para el danés, definió el partido: “En el primer set Sinner estuvo mejor y yo en el segundo. La pelea que tuvimos en el tercer set fue espectacular hasta el descanso. Sentarme en el calor durante casi doce minutos, esperando que regresara, fue algo que me afectó físicamente”, dijo Rune.
Temblor del pecador
El partido tensó el cuerpo de ambos tenistas y se vivieron momentos críticos en la cancha. Sinner no sólo tuvo que dejar de jugar por problemas físicos, sino que dejó una imagen preocupante de la que mucho se habla.
Durante uno de los descansos entre partidos, Sinner se sentó en el banquillo para beber líquido y tomar un poco de aire fresco. Se cubrió la cara con la toalla y el enfoque cercano de la cámara de televisión reveló que no estaba rojo.
Le temblaban las manos y apenas podía sostener la toalla con precisión. Un gesto preocupante que hizo saltar todas las alarmas. El italiano, preguntado por sus problemas físicos, prefirió no expresarse ni dar demasiadas pistas al respecto antes de afrontar los cuartos de final. Álex de Miñaur.
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