Nvidia, las bolsas y las expectativas limitadas
El CEO de Nvidia, Jensen Huang, durante la presentación en CES 2025. / NVIDIA
La publicación de los resultados trimestrales de la compañía tecnológica Nvidia deja un poso agridulce, entre subidas bursátiles por buen balance trimestral y el inquietante reconocimiento de que el futuro será complejo para las multinacionales estadounidenses con el actual presidente, Donald Trump. Pese a que se limiten las estrategias de Trump para subir los aranceles, el cambio del libre comercio mundial es un problema en un contexto económico de habitual diversificación internacional de la producción.
Cierto que Nvidia batió previsiones al ganar un 26% más y aumentar el 69% sus ventas en el primer trimestre de su año fiscal. Pero algunos analistas han puesto más el énfasis en la rebaja de expectativas que en los previsibles buenos resultados. Para colmo de confirmaciones, el presidente y CEO de Nvidia, Jensen Huang, ha vendido seis millones de acciones de la compañía, ante el convencimiento de que las medidas de control de las exportaciones tecnológicas hacia China suponen que el mercado del gigante asiático esté «prácticamente cerrado a la industria estadounidense», debilitando así la posición de Estados Unidos. La empresa ha reconocido que su beneficio habría sido aproximadamente 8.000 millones de dólares mayor de no ser por la pérdida de ventas derivada de una reciente restricción a la exportación de sus chips H20 destinados a China.
El futuro está en China
En una conferencia tras la publicación de las cuentas de la multinacional, que en su primer trimestre fiscal se anotó un beneficio neto de 18.775 millones de dólares (16.531 millones de euros), un 26,2% más, tras ingresar 44.062 millones de dólares (38.795 millones de euros), un 69,2% más que un año antes, el directivo aseguró que China es uno de los mercados de IA más grandes del mundo y la plataforma que gane allí «estará posicionada para liderar a nivel mundial».
Un mercado tocado y con incertidumbres
Las declaraciones de Huang son claras pero no sorprenden a nadie. China lleva ventaja. La introducción de controles a la exportación tecnológica por parte del Gobierno estadounidense tienen implicaciones generales para la industria y los mercados de renta variable, termómetro de tendencias y sentimientos colectivos. Las subidas bursátiles de este jueves, tras conocerse los resultados de Nvidia, son lógicos, porque la compañía refuerza con datos su posición sólida en el mercado mundial de microchips. El auge de la inteligencia artificial tiene muchos actores, pero Nvidia sigue marcando el ritmo. Pero, por otra parte, Jean-Paul van Oudheusden, analista de mercados de eToro, advierte de que los inversores en tecnología se enfrentan a la difícil tarea de evaluar en qué medida las restricciones a la exportación a China frenarán el crecimiento de los gigantes tecnológicos estadounidenses. «Dada la gran participación de estas empresas en el mercado bursátil estadounidense, una desaceleración estructural del crecimiento podría afectar a todo el mercado», afirma.
Control de precios
En este contexto, la Reserva Federal de EEUU muestra una preocupación creciente sobre la posibilidad de que los fuertes aumentos arancelarios impulsen los precios, lo que podría agudizar los riesgos de inflación. Si bien los responsables políticos coinciden en que la incertidumbre económica y el riesgo de mayor desempleo e inflación no justifican un cambio en su postura actual, también reconocen que se afronta en los próximos meses una incertidumbre inusualmente elevada respecto del crecimiento y empleo. La obsesión de Trump con los aranceles implican un lastre mayor a lo previsto para la actividad económica. Ni siquiera el freno legal por las restricciones de las leyes de comercio estadounidenses impedirá nuevos aranceles sectoriales. Y en esas circunstancias la Fed no bajará los tipos de interés por el prioritario control de precios.
Cautela selectiva
Para Felipe Mendoza, Analista de mercados financieros de ATFX LATAM, «la creciente rigidez de los mercados de deuda y las señales mixtas de consumo sugieren que los inversores deberán prepararse para un entorno de tasas elevadas más prolongadas de lo inicialmente previsto, con posibles repuntes de inflación derivados de los aranceles. Los sectores tecnológicos muestran fortaleza pese a restricciones regulatorias, mientras que el consumo y el crédito enfrentan retos». «Los próximos meses podrían definirse por una moderación en las expectativas de crecimiento global, acompañada de movimientos tácticos en las políticas fiscales y monetarias. La cautela, combinada con una estrategia diversificada y selectiva, será clave para navegar en este escenario», añade.
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