Olaf Scholz, la derrota de un líder anodino y víctima del sabotaje interno

Fuera de Alemania, alguno pensará que Olaf Scholz ha tenido una carrera fugaz. Dentro del país, la tentación es creer que ha sido el canciller más efímero de la República Federal de Alemania (RFA). Ni lo uno ni lo otro es cierto, por mucho que el desplome del Partido Socialdemócrata (SPD) en las elecciones legislativas de este 23 de febrero le convierta en rostro de la derrota.
Antes de alcanzar la Cancillería, en 2021, Scholz había sido ministro de la conservadora Angela Merkel, primero al frente de Trabajo y luego en Finanzas. En medio fue alcalde-gobernador de Hamburgo. Su único mandato como canciller terminará antes de lo previsto por el hundimiento del tripartito que formó con los Verdes y el Partido Liberal (FDP). Pero la marca de la cancillería más corta la retiene el conservador Kurt Georg Kiesinger (1966-1969), quien no llegó a los tres años de mandato.
Scholz mantuvo hasta el último momento de la campaña que luchaba por la reelección. Se remitía con ello a su victoria contra pronóstico en 2021 frente al conservador Armin Laschet. Entonces logró un ascenso que seis meses antes pocos creían posible y desde su posición de vicecanciller en la última coalición de Merkel. Devolvió con ello la sonrisa a la socialdemocracia, 16 años después de la derrota de Gerhard Schröder. Se colocó al frente de una coalición arriesgada y con los liberales comportándose como saboteadores internos.
Tres años y unos meses después, aceptó sin rodeos sin derrota y felicitó al ganador, el conservador Friedrich Merz, en cuando las televisiones públicas difundieron los primeros resultados. Con el rostro abatido, pero sereno.
A Scholz se le define como un líder anodino y frío, con el encanto de un robot y que sigue leyendo sus discursos del ‘teleprompter’. También se le achacan pocas dotes de liderazgo y menos aún para reconducir los disensos hacia consensos.
Como titular de Finanzas logró flexibilizar la férrea línea de la austeridad característica de Merkel en plena pandemia. Como canciller no ha logrado doblegar las ansias liberales por contener el gasto público.
Llegó a Finanzas desde la posición de alcalde-gobernador de Hamburgo, etapa que dejó dos lamparones en su expediente. Por un lado, los disturbios en que derivó la cumbre del G20 en su ciudad, en 2017. Por el otro, el escándalo Wirecard, la compañía de pagos electrónicos que falseó balances sin que Finanzas lo evitara. Su sangre fría le ayudó a sortear ambos escollos. También ahí fue un buen continuador de Merkel, a la que se apodó de ‘cancillera teflón’ a la que todo le resbala.
A la sombra de Schröder
Con el tiempo se ha desprendido, aunque no completamente, del estigma de ‘afín’ a Schröder (1998-2005), una figura que se ha convertido en una piedra en el zapato para la socialdemocracia alemana por su alianza de intereses con Vladímir Putin. Nacido en 1959 en Osnabrück, (noroeste) fue un líder juvenil izquierdista y con una frondosa cabellera rizada. Pero su despegue discurrió a la sombra del pragmático Schröder. Fue secretario general del SPD entre 2002 a 2004 y respaldó los duros recortes sociales de Schröder que llevaron al partido al borde del desgarro interno.
En 2019 luchó por la presidencia socialdemócrata. Pero las bases eligieron una fórmula bicéfala más izquierdista que incluía a Saskia Esken, quien sigue al frente del partido con Lars Kingbeil. Pese a esa derrota, el partido le designó como candidato para las elecciones de 2021. Eran las primeras en 16 años en que el bloque conservador no acudía a las urnas con la imbatible Merkel.
Su biografía está ligada al SPD tanto en lo público como en lo privado. Está casado con su correligionaria Britta Ernst desde 1998, que fue ministra de Juventud y Deporte en Brandeburgo, el ‘land’ que envuelve Berlín.
Suscríbete para continuar leyendo
Puedes consultar la fuente de este artículo aquí