Oughourlian refuerza su poder en Prisa frente a los accionistas críticos
El presidente de Prisa, Joseph Oughourlian, mueve otra ficha para reforzar su poder frente a los accionistas críticos. El fondo Amber, máximo accionista del grupo de medios de comunicación y comandado también por Oughourlian, ha pedido poder transformar en acciones los bonos convertibles que tiene de la compañía de manera anticipada y así elevar su participación mientras que el resto de socios de facto la han reducido por la ampliación de capital exprés que el grupo ejecutó esta semana.
Con el doble movimiento (ampliación de capital y conversión de los bonos en acciones) el fondo Amber se verá reforzado como socio principal de Prisa, en pleno choque entre Oughourlian y otros accionistas discrepantes con la estrategia del grupo y afines a los planes de Moncloa. Un choque a cuenta principalmente de la negativa de la cúpula de la compañía a optar a la licencia de un nuevo canal de televisión en abierto que prepara el Ejecutivo.
Oviedo Holdings, una sociedad controlada por el fondo Amber, ha solicitado abrir de manera anticipada un periodo de conversión extraordinario para dos emisiones de bonos convertibles de Prisa para convertirlos en acciones. El presidente de Prisa pretende convocar un consejo de administración extraordinario para aprobar la aplicación de esta venta de conversión de los bonos y así elevar el paquete accionarial en manos de Amber.
En paralelo, el grupo de medios de comunicación, propietario del diario El País o la Cadena SER, cerró este miércoles una ampliación de capital equivalente a casi un 10% y con la que ha obtenido 40 millones de euros con los que reducir deuda de manera anticipada y también allanar un acuerdo con sus acreedores para aplazar grandes pagos de deuda que debe afrontar en los dos próximos años. La ampliación de capital también ha servido para diluir las participaciones de los socios, también de los discrepantes, porque la operación no contemplaba derecho de suscripción preferente para los accionistas actuales y ha servido para dar entrada a nuevos accionistas institucionales.
El grupo destinará los fondos obtenidos con la ampliación a cancelar un tramo de deuda por ese mismo importe de casi 40 millones de euros. La cancelación era una condición indispensable para formalizar una nueva refinanciación de la deuda financiera sindicada actual del grupo Prisa exigida por los acreedores financieros de la sociedad. El consejo de administración de Prisa ha puesto el foco en refinanciar la deuda que arrastra la compañía (de unos 750 millones de euros y con grandes vencimientos en los dos próximos años) y no a inyectar grandes inversiones para el lanzamiento de una televisión en abierto en una estrategia difícil de rentabilizar, sobre todo en un momento en que el negocio audiovisual tradicional vive bajo la presión del dominio creciente de gigantes del ‘streaming’ como Netflix, Disney, Amazon Prime o MAX. Una negativa que ha provocado un choque con el Gobierno y con algunos de los accionistas.
Pelea entre accionistas
El fondo Amber y su presidente Joseph Oughourlian han pasado en poco tiempo de aliados del Gobierno de Pedro Sánchez en varios movimientos empresariales de calado a protagonizar ahora un choque frontal con Moncloa. La negativa a cumplir el plan del Ejecutivo de lanzar una televisión en abierto ha desatado una pelea con otros accionistas afines a Moncloa, contrarios a la gestión de Oughourlian.
La sociedad Global Alconaba -que controlaba la participación conjunta del 7,6% en manos de un grupo de empresarios liderados por Andrés Varela Entrecanales y José Miguel Contreras, entre otros socios- es el principal impulsor del intento de cambio de rumbo y de cúpula en Prisa. Los socios de Alconaba tratan de sumar el apoyo de otros accionistas de cara a la próxima junta de Prisa que se va a convertir en un encuentro clave para el futuro de la compañía y que previsiblemente se celebrará en junio. Aunque con los movimientos accionariales de esta semana promovidos por Amber, las posibilidades de que estos socios críticos consigan un vuelco en la dirección del grupo resulta cada vez más difícil.
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