Pimec da el salto al diálogo social español y entra en la comisión consultiva de convenios colectivos

La patronal Pimec ha dado el salto al diálogo social a nivel estatal. La entidad catalana presidida por Antoni Cañete ha entrado este jueves a la comisión consultiva nacional de convenios colectivos, un órgano constituido por el Ministerio de Trabajo, patronal y sindicatos. Así lo refleja el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicado este jueves y que da un plazo de 10 días para que la CEOE, la gran patronal española, pacte con Pimec como se reparten las seis vocalías a las que tienen derecho las organizaciones empresariales.
Colocar a Pimec en «el puente de mando» y «estar dónde se toman las decisiones» son dos mantras que repite desde hace tiempo el presidente de Pimec, Antoni Cañete, y que desde este jueves empieza a ver cumplidos. El Ministerio de Trabajo ya le había comunicado a la patronal que, en tanto que agente social más representativo reconocido en Catalunya, tenía derecho a una silla en las mesas de diálogo social a nivel estatal. De la misma manera que el sindicato vasco ELA o el gallego CIG la tienen en la bancada sindical, además de CCOO y UGT, que son los mayoritarios en todo el Estado.
Hasta ahora en la comisión consultiva nacional de convenios colectivos había seis representantes empresariales, cinco vocales de la CEOE y uno de Cepyme -su filial representante de las pymes-. Ahora, tras la orden de Trabajo, Pimec deberá tener, al menos, una silla.
La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, da ahora cumplimiento a esa promesa y le queda pendiente activar el proceso de renovación del Comité Económico y Social (CES), otro órgano consultivo de índole similar, para también dar entrada a Pimec.
La entrada de Pimec en esta comisión consultiva llega tras un informe legal favorable de la Dirección General de Trabajo y se produce en un contexto particular. Actualmente, el Gobierno está negociando con las fuerzas parlamentarias el anteproyecto de ley para la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales.
En esa ecuación los votos de Junts son determinantes y sin los mismos la norma muy difícilmente será aprobada. Los posconvergentes son, por ahora, contrarios a apoyar la ley y le han ido echando en cara en sucesivas exposiciones públicas al Gobierno que en materia laboral daban prioridad a otras cuestiones, como aumentar la representatividad que tienen las patronales catalanas. Ahora el Gobierno, en cumplimiento a compromisos públicos que ellos mismos ya habían manifestado, ha empezado a dar más voz a las pymes catalanas.
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