Polémica en Suiza por la presencia en una conferencia de una estrecha aliada de Putin
Valentina Matviyenko, sancionada ‘speaker’ del Consejo de la Federación, la Cámara alta del parlamento de Rusia, y cercana confidente del presidente Vladímir Putin, ha viajado recientemente a Suiza para participar en la Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamentos, al frente de una nutrida delegación de legisladores rusos, también bajo punición. Se trata de la primera visita de una delegación rusa de tan elevado nivel desde el inicio de la guerra de Ucrania a un país europeo que, aunque no forma parte de la UE, sí aplica su régimen de sanciones. Tanto las autoridades ucranianas y la oposición rusa han elevado una firme condena ante las autoridades suizas, y han prevenido ante la posibilidad de nuevas ‘visitas’, máxime al comprobar que, durante su intervención, repitió uno por uno los argumentos del Kremlin para justificar la invasión de Ucrania.
«Rusia fue obligada a intervenir, para detener el derramamiento de sangre de ciudadanos pacíficos». Con estas palabras, recibidas por aplausos por el auditorio, concluyó Matviyenko su intervención. Intentaba reproducir en ese foro la misma falsa acusación de «genocidio» contra la población rusohablante formulada por el líder del Kremlin en vísperas del ataque a Ucrania en febrero de 2022 para justificarlo y que ha sido tanto por desmentida tanto por Naciones Unidas, como por la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa y el Tribunal Internacional de Justicia. Según el recuento de la ONU, la mayoría de las cerca de 3.400 víctimas civiles, en ambos lados de la línea de frente, se produjo en el primer año de guerra en 2014. En los años 2019, 2020 y 2021 se produjeron una veintena de fallecidos civiles, la mayoría debido a la explosión de minas.
Mano «cubierta de sangre»
La reacción de las autoridades ucranianas y de la oposición rusa no se ha hecho esperar. El portavoz del Ministerio de Exteriores Heorhii Tykhy ha calificado su participación de «desgracia» y ha instado a las demás delegaciones a no estrechar la mano «cubierta de sangre de Matviyenko». La Fundación contra la Corrupción (FBK), la oenegé fundada por Alekséi Navalni, fallecido en prisión, ha alertado contra «una reducción progresiva de las sanciones» y la posibilidad de que el viaje siente «un precedente». «Es alguien que tomó parte en la decisión de lanzar la invasión de Ucrania», ha escrito Ivan Zhdanov, director de FBK. Matviyenko se hallaba presente en la reunión del Consejo de Seguridad donde se decidió reconocer la independencia de las dos repúblicas populares del Donbás, apenas una semana antes de la invasión.
La nutrida delegación parlamentaria que la acompañaba también suscitó importantes protestas por su composición. Entre ellos se encontraba el líder del ultraderechista Partido Liberal Demócrata de Rusia y presidente de la comisión de Exteriores de la Duma, la Cámara baja, Leonid Slutsky, un hombre que ha sido acusado de acoso sexual. También viajaba con Matviyenko el legislador Piotr Toltstói, exvicepresidente de la Duma, quien en una ocasión habló de «eliminar con napalm» a «esos humanistas europeos». El Departamento Federal de Relaciones Exteriores de Suiza ha justificado el viaje asegurando que las autoridades están obligadas a facilitar las visitas de dirigentes extranjeros que paricipan en conferencias internacionales. Numerosos gobiernos vetaron el paso del avión de Matviyenko, que tuvo que dar un rodeo y sobrevolar el mar Mediterráneo, antes de atravesar el espacio aéreo italiano.
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