POLÉMICOS GASTOS DE CASCOS | Los polémicos gastos que se han sentado junto a Cascos en el banquillo de los acusados: renta, partido de tenis y juegos de vídeo
La ráfaga de preguntas del fiscal del «caso Cascos» sobre el alquiler de la sede de Foro en el paseo de la Castellana, 91 de Madrid y sobre el aterrizaje del veterano dirigente de la derecha en un partido de nueva creación y su estructura económica interna dan pistas sobre lo que se avecina en un juicio que tiene otras seis sesiones, al menos, por delante. El expresidente del Principado no tuvo problemas en responder largo y tendido a las preguntas de la acusación pública y particular , una declaración que seguirá hoy, en una jornada a la que están citados casi una veintena de testigos, entre ellos la alcaldesa de Gijón y actual presidenta de Foro, Carmen Moriyón, y la que fuera esposa de Francisco Álvarez-Cascos cuando fraguó su retorno a la política en Asturias, María Porto, cuya testifical será por videoconferencia. Aunque se antoja difícil el cumplimiento del cronograma inicial y, previsiblemente el tribunal deba cambiar el plan de un juicio singular, el primero que tiene lugar en Asturias a un expresidente del Principado.
El meollo de la supuesta apropiación radicará en acreditar si fue ficticio o no el alquiler de la sede en el corazón económico-financiero de Madrid, pero gran parte de los testigos serán preguntados por gastos mayores, medianos y menores de facturas que salen en la causa o por los detalles del pacto, con condición económica de por medio, para la vuelta de Francisco Álvarez-Cascos al escenario de la política asturiana en 2011.
El alquiler de Castellana, 91
Tiene una importancia capital en el volumen de la supuesta apropiación indebida, ya que afecta a 173.000 de los 181.648 euros que la Fiscalía apunta en su calificación inicial. Cascos explicó, en la primera sesión del juicio, que tras los malos resultados las elecciones generales de 2011 en Madrid, Javier Tejedor decidió retirar el «uso gratuito» de un local que había cedido a Foro en la capital y «buscamos una sede», que según admitió el expresidente de Foro se ubicó en un local de la empresa Cinqualium, que gestionaba María Porto, y se dedicaba al alquiler de oficinas a empresas que no querían ese tipo de gastos fijos. «Renuncié a la titularidad de Cinqualium cuando fue elegido presidente del Principado», detalló el acusado. Cascos aseguró, a la pregunta del Fiscal de por qué esa sede de Madrid no figuraba en la página web del partido, que «era una de las 26 sedes de Foro, la única, la única, que pasó por la Comisión Directiva en 2012 y 2013, con contratos firmados por la Comisión Directiva y cancelada con acuerdos de la Comisión Directiva en 2014». El veterano político se afanó en dar detalles de la actividad en ese local: «Allí estaba Isidro Martínez Oblanca con toda la documentación y desde allí se hicieron campañas electorales (…) había una sala muy modesta, con una pequeña sala de reuniones; no había gastos de personal, pero había seguridad, control de accesos, plazas de aparca miento. Estamos hablando de un lugar de prestigio, de Castellana 91 (…) Ese despacho no era para hacer un favor a Cascos», relató el acusado. Cuando fiscal Enrique Valdés-Solís le preguntó por los reparos que Enrique Álvarez-Sostres puso a dicha sede, Cascos fue contundente en su respuesta: «Es mi enemigo, está resentido conmigo porque no le apoyé para ser el candidato en 2015», afirmó el expresidente del Principado, que entró en otro de los pormenores del correo electrónico que cruzó en 2013 con Sostres, aunque ni el Fiscal ni la acusación particular preguntó por ese extremo. «Me comparó con Isidro Fernández Rozada, al que en el PP de Asturias estábamos muy agradecidos porque nos cedió unos locales en la calle Manuel Pedregal, en un alquiler transparente, cuando a los partidos no les suelen ceder buenas ubicaciones».
«Mantener el nivel de vida», pacto para volver a Asturias
Álvarez-Cascos declaró que la «única condición» que puso a los integrantes de la plataforma «Pedimos la palabra» para retornar a la actividad política en Asturias fue la de » mantener el nivel de ingresos y de vida que tenía en 2010″, lo que suponía cobrar conforme al modelo retributivo de los dirigentes nacionales, en el que «hay un sueldo con unos complementos en función de la responsabilidad, yo tenía la máxima, y en el que están definidos los gastos de representación y los gastos de libre disposición». En definitiva, subrayó el expresidente de Asturias, «en ese montante total se comprometieron a mantener ese nivel de ingresos». Y en dicho compromiso adquirido, estaban incluidos los gastos de sus hijos. «Puse como condición que mi residencia era la de mis hijos y familia porque tenía tres hijos menores a los que atendí personalmente. Viajaba todos los martes y jueves desde Asturias en el coche y los fines de semana que me correspondían. Y cuando mis hijos estaban de vacaciones, eran pequeños y era yo el que iba a verlos. Esa era mi vida. Y ahí hay gastos, claro que hay gastos. Cuando iba a a una comida, no iba a decirles a mis hijos: «Iros por ahí». Estaba incluido ahí porque yo no tenía vacaciones, no percibí nunca nada por no tener vacaciones». Cuando el Fiscal le preguntó si ese acuerdo estaba por escrito, Cascos contestó que «no hacía falta, basta la palabra». Luego añadió que «Pelayo Roces era uno de los que asumió el criterio de que para venir a Asturias debía mantener el mismo nivel económico y de vida que tenía anteriormente».
Juzgado en un edificio al que le puso la primera piedra
Caprichos del destino. Francisco Álvarez-Cascos estaba lejos de imaginarlo cuando participó en la colocación de la primera piedra del Palacio de Justicia, en la parcela de Llamaquique, que 27 años después iba a ser escenario de un juicio en el que aparece como acusado de un presunto delito. . de apropiación indebida. Cascos era vicepresidente primero del Gobierno de José María Aznar cuando el 20 de octubre de 1997 participó en el acto de colocación de la primera de la futura sede judicial en Oviedo, junto a la entonces ministra de Justicia, Margarita Mariscal de Gante, y Sergio Marqués, que era el presidente del Principado. Ahora, el laberíntico y anguloso complejo judicial diseñado por Francisco Pol es testigo de «lo más triste» que le ha sucedido a Cascos en su vida.
De colchón con somier a tresillo
Una de las facturas denunciadas por la actual dirección de Foro como gasto personal de Álvarez-Cascos incluye un colchón con somier y seis patas además de otros elementos decorativos, además de material escolar, por un importe total de 3.352 euros. «Esa factura está equivocada, corresponde a un tresillo, que está inventariado porque volvió de Madrid a la sede de Oviedo. La factura de El Corte Inglés está equivocada, es un error», rebatió el expresidente de Foro a preguntas del abogado del partido, Luis Yanes.
El videojuego de la Play Station, «un error»
Entre los tiques de gastos personales hay uno por la compra de un juego de la consola de videojuegos Play Station. Ahí admitió que hubo «un error», ante el que ofreció la siguiente argumentación: «Tenía tres hijos pequeños, he comprado decenas de juegos, pero solo hay el tique de uno».
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«El Prestigio de ir al tenis o al museo Thyssen»
Entre los gastos sobre los que se preguntó en la inicio del juicio estaban los de entradas de la Copa Davis o a una exposición de El Bosco en el Thyssen. «Yo procuraba transmitir imagen de prestigio, la mía y la de mis acompañantes», dijo Cascos, que no precisó quién estuvo con él durante su visita en el museo madrileño.
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