¿Puede Trump unilateralmente renombrar el golfo de México como golfo de América?
Entre las primeras medidas que tiene previsto tomar Donald Trump tras ser investido por segunda vez presidente de EEUU está la de renombrar el golfo de México como golfo de América, en referencia al nombre que muchos estadounidenses utilizan como equivalente de Estados Unidos. «Tiene un sonido hermoso», aseguró el republicano durante el discurso de su toma de posesión en el Capitolio.
[–>[–>[–>[–>La idea de Trump, ya esbozada a principios de mes, ha sido recibida con sorna en el país que comparte nombre con esta porción del océano Atlántico que baña a tres países: Estados Unidos, México y Cuba. Frente a un mapa de 1607, la presidenta Claudia Sheinbaum propuso en respuesta el pasado 8 de enero que el territorio que ocupan EEUU y México pase a llamarse «América Mexicana«, según consta en un documento fundacional que precedió a la Constitución del país que preside. «Se oye bonito, ¿no?», añadió.
[–>La duda que planea ahora es si realmente el nuevo presidente de EEUU puede cambiar unilateralmente una designación geográfica aceptada internacionalmente.
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A nivel interno, es probable que Trump pueda cumplir con su anuncio. Se encargaría de ello la Junta de Estados Unidos para Nombres Geográficos (BGN, en sus siglas en inglés), cuyo cometido es establecer y mantener el uso uniforme de las denominaciones geográficas en el Gobierno federal. Esta junta solo contempla cambios de nombre por motivos «imperativos«. «En general, la política más importante en materia de nombres es el uso y la aceptación local», señala en su página web.
[–>[–>[–>[–>Existe un precedente de un cambio de designación de un lugar por parte de un presidente de EEUU, aunque en esa ocasión no afectaba a otros países. Fue en 2015, cuando el demócrata Barack Obama rebautizó el monte McKinley, la cumbre más alta de Norteamérica como monte Denali, la denominación utilizada durante generaciones por nativos de Alaska y que significa «el más grande». De hecho, Trump quiere revertir este cambio de Obama.
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Acuerdo con México y Cuba
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A nivel internacional, el nuevo nombre es más difícil que sea aceptado, pues en principio debería de contar con el visto bueno de México y Cuba, así como la aprobación de varios organismos internacionales como la Organización Hidrográfica Internacional, la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, y el Grupo de Expertos de Naciones Unidas en Nombres Geográficos.
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Según ha explicado a ‘The New York Times’ John Nyberg, director de la Organización Hidrográfica Internacional, que trabaja para estandarizar y trazar límites marítimos, «hoy en día no existe ningún acuerdo o protocolo internacional formal para nombrar áreas marítimas».
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El cambio de nombre también implicaría cambios legales en cartas náuticas, mapas oficiales y legislaciones nacionales que cada país involucrado debería reflejar.
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[–>[–>[–>[–>¿De cuándo data el nombre de golfo de México?
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La primera constancia escrita que existe del uso de la denominación ‘golfo de México’ se remonta al siglo XVI, en mapas utilizados por los exploradores españoles. Un siglo después, también se empleó el nombre de ‘golfo de Nueva España‘, el nombre que recibía el virreinado de la Nueva España (Florida, sureste de EEUU, México y parte de América Central). Sin embargo, la designación que acabó imponiéndose fue la primera. Cuatrocientos años de historia que Trump quiere borrar a golpe de orden ejecutiva.
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