EL meningiomas Se trata de tumores derivados de las meninges o capas que rodean el cerebro y la médula espinal. Se desarrollan con el paso de los años, con un crecimiento lento que generalmente no da lugar a síntomas muy marcados. En muchos casos, son descubiertos por casualidad.

En general, la mayoría de los meningiomas no producen síntomas y si los síntomas aparecen, están relacionados con la zona en la que se localiza el meningioma, su tamaño y su velocidad de crecimiento. El síntoma más común es ataque epilépticos. También pueden provocar dolores de cabeza progresivos.

«Como los meningiomas son en su mayoría de crecimiento muy lento, el cerebro tiene tiempo suficiente para adaptarse y adaptarse al efecto compresivo del tumor; esto explica la evolución asintomática de la mayoría de estos tumores. Por lo tanto, su ubicación, su tamaño y su tasa de crecimiento, los factores que determinan si el meningioma produce o no síntomas», explica a ‘Infosalus’ el neurooncólogo de la Clínica Universitaria de Navarra, Jaime Gallego Pérez de Larraya.

En casos raros, los síntomas pueden incluir: cambios en la visión, zumbidos en los oídos, pérdida de memoria, pérdida del olfato, convulsiones, debilidad y dificultad para hablar. Se recomienda consultar a un médico si experimenta: convulsiones repentinas o cambios bruscos en la visión o la memoria.

La causa es desconocida

En la mayoría de los casos se desconoce la causa de estos tumores y no es posible establecer una relación con posibles factores de riesgo. Si se sospecha que un paciente tiene un meningioma, se realizan pruebas como una resonancia magnética.

Los síntomas, el tamaño, la velocidad de crecimiento del tumor y la edad son aspectos que el neurólogo evalúa para decidir si tratar o no y cómo hacerlo. El diagnóstico definitivo se basa en la biopsia del tumor.

Un meningioma y su tratamiento pueden causar complicaciones a largo plazo. El tratamiento más común es cirugía y radioterapia. Las complicaciones incluyen: problemas de concentración, pérdida de memoria, convulsiones, entre otras.

Para los meningiomas malignos, la radioterapia generalmente se usa después de la cirugía para tratar de prevenir la recurrencia.

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