Queremos invertir cientos de millones en nuevas plantas en Extremadura
Esta ‘startup’ alemana se ha marcado como objetivo atender nada menos que un 10% de toda la demanda de gas natural germana en el horizonte de 2030. Y hacerlo con una fuente verde, a partir de hidrógeno y dióxido de carbono biogénico. Un objetivo «muy ambicioso, pero no imposible». La empresa ha escogido Miajadas para su planta de demostración, una instalación que está comenzando a funcionar ahora y que es la primera de las muchas previstas, gran parte de las cuales se quiere instalar en territorio extremeño, donde ya busca más ubicaciones.
¿Qué es lo que hace especial a la planta de Turn2X en Miajadas?
En realidad la planta funciona por un proceso que existe desde hace unos cien años, la reacción de Sabatier. Es un proceso que se desarrolló, como muchos otros avances tecnológicos, durante los conflictos bélicos mundiales, en un contexto en el que había mucha demanda de hidrocarburos, pero no disponían de ellos. En esos momentos no importaba lo que costase, lo que importaba era obtenerlos. Así que lo que es la reacción en sí es algo que se desarrolló hace mucho tiempo, pero que no se ha realizado nunca de una forma muy eficiente. Lo que estamos haciendo ahora es, con nuestra tecnología, mejorar algunos aspectos de esta reacción para que sea, ya no solo eficiente, sino también competitiva económicamente, porque, al fin y al cabo, si produces siendo más caro no vas a poder entrar en el mercado. Lo que estamos logrando es ser competitivos y ofrecer este gas con sus créditos de renovable en el mercado europeo.
¿Existen otras instalaciones como esta?
A menos en Europa, de carácter comercial, diría que es la primera.
Plantas solares anexas
Han comenzado comprando la electricidad. En el futuro, ¿tienen intención de contar con sus propias plantas de generación?
Sí. Ahora mismo estamos funcionando con la primera planta, que es de demostración, muy pequeña, solamente para comprobar que el proceso funciona, que es viable económicamente, y que hay un ‘offtaker’ (comprador de la energía), alguien que coja nuestro gas y esté dispuesto a pagarlo. Y con futuras plantas, para las que estamos en fase de permisos, planeamos parques solares anexos que alimenten nuestros reactores. Así podremos generar el hidrógeno, que es el mayor consumo de energía que tenemos, con nuestra propia energía.
Javier Van Herpt, director de la planta Turn2x en Miajadas. / Carlos Gil
¿Para cuándo?
El objetivo es tener ya la primera en 2026, pero depende de permisos e inversiones, por lo que es posible que se demore o que se adelante. La idea que tenemos es trabajar con un sistema modular de reactores con unidades de unos 9 megavatios (MW). Y por cada reactor, una planta de 14 MW anexa.
¿Tienen pensado poner más plantas en Extremadura?
Sí, es lo que tenemos pensado. Está todo en fase de desarrollo, adquisición de terrenos y permisos, pero sí que tenemos previsto expandirnos en Extremadura. Y en otras regiones del sur de España, que es donde hay más terreno disponible para este tipo de proyectos, buscando aquellas zonas en las que tengamos conexiones próximas al sistema gasista.
¿Qué inversión tienen prevista en Extremadura?
En los próximos años, tenemos intención de invertir varios cientos de millones de euros en Extremadura.
Objetivo de producción
¿Cuál es el objetivo de producción que se marcan?
Queremos cubrir el 10% de toda la demanda del mercado de gas natural de Alemania para 2030. Es un objetivo muy ambicioso, pero no imposible. Todo tiene que darse muy bien y todo el equipo, que ya lo hace, trabajar muy centrado con este objetivo en mente. Y también crecer como equipo, ahora mismo somos unas 36 personas. En el menor tiempo posible, nos gustaría desplazar una gigatonelada de CO2 de emisiones de combustibles de origen fósil. Cada molécula que introduzcamos nosotros a la red, va a ayudar a reducir ese impacto. Estamos trabajando todo lo posible para tener ese crecimiento exponencial que nos permita llegar a cubrir esa demanda. Vamos a necesitar miles de plantas, miles de permisos, ahora estamos peleándonos con las primeras.
«Queremos invertir varios cientos de millones de euros en Extremadura». / Carlos Gil
¿Miles?
De módulos, sí. La idea es expandirnos todo lo posible en Extremadura, Andalucía, zonas de Castilla y otras del sur de Europa que se vean en el futuro. Para 2026 ya tenemos pensado los primeros módulos, entre uno y cinco, depende de cómo vayan los permisos. La fase crítica de una empresa es demostrar que eres rentable. En el momento en el que lo demuestres, el crecimiento es mucho más fácil porque a un inversor no le importa meter 20 millones en algo que sabe que ya funciona. El problema son las primeras plantas. Hasta que no se genera ese beneficio para la empresa, para un inversor es una inversión de riesgo. Queremos tener una planta, posiblemente ya de tamaño completo, durante el año que viene. Cuatro o cinco dentro de 2 años, 20 o 25 dentro de un par más… Eso si todo ocurre como estamos esperando.
«Cada molécula que introduzcamos en la red va a ayudar a reducir el impacto del cambio climático»
¿Tienen ya compradores para su gas natural?
Tenemos firmados bastantes principios de acuerdo para volúmenes muy grandes de gas. Estamos hablando de teravatios-hora, y empezaríamos a suministrar parte alrededor de 2028-2029. Por eso también tenemos ese interés en acelerar tan rápido.
¿Se puede hablar de clientes concretos?
El único que podemos revelar de momento es Noelle + von Campe, una fábrica de botellas de vidrio en Alemania.
¿El coste de este gas natural sintético para estos grandes consumidores, es el mismo que el convencional?
A corto plazo, no. Y el porqué es porque para el gas natural haces un agujero y lo sacas del suelo. Si no te importa lo que estés contaminando, dañando el medioambiente, lo vas a seguir quemando igual. El gas nuestro es competitivo dentro de los combustibles renovables, pero no con el convencional a los precios de hoy en día, porque la normativa no lo penaliza. Aquí entra en juego la conciencia ecológica de las empresas y la voluntad de reducir su huella de carbono. Al fin y al cabo, hay muchas empresas muy implicadas en esto y en Alemania existen hojas de ruta para que de todo el gas que se consuma un porcentaje también sea de origen renovable. Hay una tendencia en la legislación europea a incorporar un mínimo de estos combustibles renovables dentro de los sistemas gasistas. Y ese mínimo es mucho, puesto que Europa consume muchísimo gas. Además, así también se contribuye a reducir la dependencia energética.
¿Por qué se escogió Extremadura y por qué en concreto Miajadas para esta primera planta?
El porqué de la ubicación es algo que me precede un poco, pero sé que hubo muy buena recepción por parte tanto de las autoridades como de las empresas energéticas de la zona. Muy buen ‘feeling’, y mucha ayuda. Aquí había terreno, punto de inyección y teníamos a Energía de Miajadas al lado para apoyarnos.
La empresa
¿Cómo nace Turn2X?
Es una ‘startup’ que surge cuando se juntan los tres socios fundadores: Philip Kessler, Dominik Schollenberger y Benedikt Stolz. Dominik había terminado su tesis doctoral alrededor del reactor para producción de gas natural a partir de hidrógeno y CO2 y Philip estuvo viajando por el mundo y comprobó cómo el cambio climático es algo real, que zonas que antiguamente tenían sus grandes mares o sus ríos están ahora completamente secas. Los tres se unieron y decidieron entrar en el mercado energético produciendo un gas natural renovable que fuese competitivo y que pudiese ayudar a frenar nuestro impacto en el planeta. La crisis climática es algo real, que está afectándonos ya y que tenemos que paliar como sea.
«Cada molécula que introduzcamos en la red va a ayudar a reducir el impacto del cambio climático»
¿Cómo se incorpora usted al proyecto?
Soy ingeniero químico. Durante mi formación me centré en la electrólisis, en hidrógeno, siempre en el campo de las energías alternativas. Después en el mundo laboral tomé parte en el desarrollo de parques solares. Cuando me contaron el proyecto no hizo falta mucho más para querer subirme al barco, puesto que es una ‘startup’ con un objetivo real, con una idea de negocio real que veo que puede ayudar a reducir nuestro impacto en el medioambiente.
¿Y por qué comercializar gas natural frente al hidrógeno verde?
Porque el gas natural es el mayor consumo energético que hay en Europa. Y lo que lo hace tan atractivo es que ya tenemos una infraestructura muy potente que conecta toda España, toda Europa e incluso con algo de conexión fuera de ella, permitiendo un transporte libre. Disponemos de miles y miles de kilómetros de infraestructura preparada y en funcionamiento. También de una industria que está adaptada a la quema de gas natural, pero que no puede quemar hidrógeno. No es tan fácil cambiar una cosa por otra. Entonces, nuestra forma de atacar esto ha sido: ¿Cómo hacemos que este hidrógeno renovable sea transportable? No dentro de 5 años o dentro de 10 años cuando desplieguen más hidroductos y haya más infraestructura de hidrógeno, sino, ¿qué podemos hacer hoy? Y a partir de ya empezar a desplazar combustible fósil de la red. Sabemos que tenemos la tecnología para desarrollar gas natural a partir de hidrógeno y CO2 de origen biogénico, por lo que tenemos un producto que es libre en carbono. Y lo que conseguimos es de alguna forma llevar este hidrógeno renovable a los clientes que están dispuestos a comprarlo.
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