Real Madrid – Barcelona | Yeda se prepara para la final de Supercopa: «Una locura»
El domingo en Arabia Saudí no significa lo mismo que para los países del mundo occidental. Aquí es el primer día laboral de la semana, aunque esta de enero en concreto que empieza en la ‘Joya del Mar Rojo’ no lo hace con un día cualquiera.
Quizás no sea festivo, pero es por seguro el más esperado: el de la final de la Supercopa de España entre Barça y Real Madrid. En estos días que hemos podido recorrer las calles de la ciudad, la pasión por el fútbol en boca de los aficionados es innegable, del mismo modo que decir que la gente de Yeda se ha desvivido por el trofeo de campeones español sería mentir.
Sin embargo, hoy es distinto. Hoy, por fin, tendrán lo que todos deseaban desde que el pasado lunes aterrizaran en Arabia las primeras delegaciones de los equipos participantes y de la RFEF. Este domingo, se juega el Superclásico en el King Abdullah Sports City Stadium, que espera rozar el lleno absoluto de las 62.000 personas que tiene de capacidad y que será seguido por más de 50 millones de personas desde sus casas según apuntan desde la Federación.
Últimas entradas a precios desorbitados
Si el objetivo de llenar el estadio no se consigue, eso sí, la organización se quedará cerca. En la mayoría de portales oficiales el cartel de ‘no quedan entradas’ aparece en nuestras pantallas cuando intentamos hacernos pasar por aficionados de aquí para adquirir un billete para el clásico.
Aquellos que quieran hacer una compra de última hora, sin duda, no lo tendrán nada fácil para vivir la final de esta noche en persona. La única alternativa, los tickets cuyos precios se disparan para el presupuesto de la mayoría de bolsillos de los aficionados del país saudí e incluso de España, con un rango que se mueve entre los 800 y 1.300 euros para las entradas ‘silver’ y ‘gold’ del estadio de Yeda.
Un país que vibra con el fútbol
Como nos hemos cansado de repetir estos días, el color de las calles no refleja la pasión que siente este país por el fútbol. El decoro público, en Arabia, sigue siendo una de las bases de una sociedad con una claras pautas conservadoras de comportamiento en las calles, por lo que no es fácil encontrar a aficionados saudíes vistiendo las camisetas de sus equipos ‘porque sí’. Habremos visto, a lo sumo, una decena lejos del recinto del estadio.
Eso, no obstante, no significa que la gente de Yeda y Arabia en general no viva por el balón. Como nos contó Esteve Calzada, CEO del Al Hilal, en exclusiva para Prensa Ibérica, el fútbol aquí “es el deporte número uno, hay un 60% de la población que tiene menos de 30 años, y la gente joven tiene una gran pasión” por el deporte rey.
Los conductores de ‘UBER’ que nos permiten realizar los desplazamientos por la ciudad, como Mohammed, nos advierten que la movilización para el partido de esta noche será “una locura”. “La gente dejará sus coches a kilómetros para llegar hasta el estadio. Me gusta mucho el fútbol y querría ver el partido, pero trabajaré porque los precios de la aplicación suben”. La final, así, también será una oportunidad para el negocio.
¿Un clásico desigual en la grada?
Si nos guiamos por lo que pasó en las semifinales del torneo, la representación del estadio para esta noche estará teñida de blanco. Los seguidores del Real Madrid ganaron por goleada en los duelos previos a la final en número y porcentaje de aficionados, aunque para el clásico de hoy se espera algo más igualado aunque se mantenga el tinte blanco en las gradas.
El Madrid, de manera oficial, contarán con la Peña Madridista de estas tierras, los llamados ‘Blancos KSA’, que han contado con entradas a precios razonables proporcionadas por el propio club. En clave azulgrana, hemos intentado contactar con la Penya Barcelonista de Riad, la capital del país, pero sin respuesta. Veremos si esta noche hacen acto de presencia en el estadio.
Que el fútbol sea el único protagonista
Y un apunte final que no podemos dejar pasar. Ayer, en la presentación de la final en la recepción que preparó la RFEF en su hotel de concentración, todo fueron buenas palabras por parte de Rafael Louzán hacia el clásico de Supercopa y lo que significa para España y Arabia.
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No hubo ni una disculpa en público del presidente de la federación para los aficionados del Mallorca que sufrieron una de las peores experiencias de sus vidas al ser acosados en salida de la semifinal del jueves en el KASC de Yeda. Esperemos que, hoy, no tengamos que lamentar ningún accidente del estilo. El fútbol español y sus aficionados no lo merecen.
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