seis décadas de la nave de Flex en una historia que llega a su fin
«Amplias, limpias, funcionales y dotadas de los más precisos y modernos sistemas de seguridad». Así se describían las instalaciones de la fábrica Flex en las crónicas periodísticas que daban cuenta de su inauguración el 29 de junio de 1967. Ahora, 58 años más tarde, la nave de Flex es sinónimo de abandono, suciedad, inseguridad y lucha de los vecinos de La Calzada para que una demolición la convierta en añicos. La petición vecinal tiene años pero la solución aún tendrá que esperar, como mínimo, hasta el verano . El Ayuntamiento acaba de sacar a licitación por un millón de euros el derribo del inmueble y el adecentamiento de la zona. Una labor que se asume de manera subsidiaria y cuya factura se pasará a la entidad bancaria que es su actual propietaria tras habérsela quedado por la quiebra del anterior titular. Entidad bancaria que la ha ofertado en portales inmobiliarios por 143.000. Nadie la quiso.
Mirando la nave con ojos de este 2025 es difícil imaginar aquel evento con cientos de personas en el paseo por la fábrica –que con la denominación de la época estaba en la avenida de Portugal y no en la avenida Príncipe de Asturias aunque no haya cambiado de sitio–que siguió a la bendición de las instalaciones por el entonces Arzobispo de Oviedo, Vicente Enrique Tarancón. A su lado el director de Flex, Antonio Beteré Cabeza, que sustituía a su padre, el fundador en la Zaragoza de 1927 de una fábrica que acabó en marca nacional de máximo prestigio y tenía su antecedente en el pequeño taller Numancia de reparación de somieres. La instalación de Gijón se convertiría en la número 15 de la empresa en plena expansión por toda España.
Eran 11.000 metros cuadrados perfectamente equipados para producir al día 600 unidades. Colchones, pero también somieres, literas, camas, muebles plegables… Beteré hijo ya anunciaba en aquel momento una segunda fase que serviría para desarrollar un edificio social y viviendas para operarios. Unos 200 en aquellos años finales de los sesenta del siglo pasado.
Puestos a festejar, el secretario general del Gobierno Civil, Santiago Fontanes, festejaba en su intervención en aquella inauguración que la empresa le había hecho llegar un importante donativo a beneficio del asilo de ancianos de Pola de Siero y la institución juvenil La Cruz de los Ángeles.
Flex llegó a tener hasta 16 fábricas operativas en España pero a partir del año 2000 llevó a cabo un proceso que llevó a concentrar toda la producción en Madrid y Salamanca. La fábrica de La Calzada dejó de estar operativa en 2001. Ese fue el año del inicio de un abandono que ha ido sumando décadas ante la mirada de los vecinos del entorno de Cuatro Caminos, en el corazón de La Calzada. Ahora mismo, cosas de la vida, el vertedero de Flex hace vecindad con la «ecomanzana» de La Calzada que pretende ejemplificar una forma distinta de vivir la ciudad con más verde, más zonas de paso, más lugares de estancia y convivencia…
La historia de Flex incluye también un capítulo de okupación. Entendiendo con esa k que lo que promovía aquel grupo de medio centenar de jóvenes era desarrollar un centro social abierto a la comunidad haciendo suyo un espacio en desuso. Un espacio autogestionado que se llamó «reFLEXón» y que se estrenaba en julio de 2008 con un ciclo de cortos de cine y un recital de policía. Un desalojo por orden judicial acabó con Centro Social Okupado y Autogestionado (CSOA) un año después. No faltaron las manifestaciones y los artículos en defensa del colectivo que, por lo menos, había limpiado el edificio y dado vida a sus metros cuadrados.
Todo eso es historia y, en unos meses, también lo será el edificio donde se escribió. El proyecto supone derribar 45.000 metros cúbicos en una edificación de cuatro plantas de altura, que se elevan a seis en el cuerpo central. Un edificio que dicen los técnicos que han elaborado el proyecto de demolición presenta «un mal estado de conservación, con riesgo de desprendimiento de cascotes a la vía pública y falta de salubridad». Una imagen muy distinta de la descrita aquel día feliz de 1967.
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