Sers Consultores, la pequeña ingeniería zaragozana que quiere subirse al tren de México
Hace ya algo más de medio siglo que los ingenieros de caminos José Miguel Marco y Víctor Zorraquino emprendieron en Zaragoza la aventura empresarial de Sers Consultores, convertida hoy en una oficina de referencia en el mundo de los proyectistas de obra pública. Su sello está impreso en algunos de los proyectos de ingeniería civil más relevantes de la historia reciente de Aragón y España. Los cerebros de esta firma son los responsables de la urbanización de la Expo del Agua, celebrada en la capital aragonesa en 2008, y de la expansión hacia el sur de la ciudad (los barrios de Valdespartera y Arcosur), así como la adecuación de los gálibos de todos los túneles de la autopista ferroviaria Zaragoza-Algeciras, proyectos de tren de alta velocidad en Murcia, Cáceres o Granada y, en la línea convencional, la rehabilitación de las vías hasta Canfranc.
Pese a su «pequeño tamaño y carácter local», algo que reconoce el director de la compañía, Joaquín Bernad, Sers juega sus cartas con habilidad en un mundo de gigantes. La compañía incluso soñó con entrar en la división de las grandes consultoras internacionales durante la década pasada tras fusionarse con la vasca Fulcrum, una arriesgada apuesta en los tiempos poscrisis que no fructificó y dejó en la cuerda floja a la firma zaragozana, si bien el tesón y el prestigio sirvieron para remontar el vuelo gracias a su entrada en el mercado mexicano.
Los primeros pasos de la consultora se remontan a los últimos años del desarrollismo industrial, cuando comenzaron a trabajar en idear nuevos polígonos industriales en el anillo metropolitano de Zaragoza. Fue a mediados de la década de los 70, con la llegada de la democracia, cuando el ministerio encargado de la obra pública y las confederaciones empezaron a sacar a concurso algunas de las grandes obras. «El mundo de las ingenierías ha cambiado muchísimo desde entonces. Cuando se inició esta aventura, el único mercado que existía eran los ayuntamientos municipales, ya que ni los ministerios ni las confederaciones hidrográficas externalizaban la redacción de los proyectos o la asistencia técnica», recuerda Bernad.
Autovías y puentes
En el caso de Sers, el primer encargo fue la autovía de Aragón, que se puso en servicio en 1992, en la que proyectaron el tramo Ateca-Alhama y La Almunia-Morata. En su haber tienen también varios tramos de la autovía Pamplona-Logroño, y en Aragón, de la A-21 y la A-23.
Entre otras obras, la consultora ha participado en los proyectos de todos los puentes que cruzan el Ebro a su paso por Zaragoza. Y de forma más reciente, se han encargado de la reforma de algunas de las principales arterias de la ciudad: la avenida de Navarra y la de Valencia, así como de la próxima urbanización de los suelos del Portillo, una de las mayores cicatrices urbanas que la ciudad aún tiene por cerrar. Del mismo modo, han estado inmersos en la redacción de varios proyectos de interés general de Aragón, como el de la plataforma logística de Zuera y algunas infraestructuras para los centros de datos de Amazon Web Services a través de la multinacional Arup.
Las cosas marchaban bien en la compañía con el nuevo siglo y a principios de 2010, cuando un equipo de gente joven accedió a puestos de responsabilidad, se decidió dar un golpe de timón con la intención de «subir de categoría» para entrar en el mundo de las grandes ingenierías. «Pretendimos coger músculo, crecer, y nos fusionamos con una empresa vasca, Fulcrum, y formamos el grupo Fyseg para ir al mercado anglosajón», recuerda Bernad sobre el proyecto empresarial que nació como la décima consultora de España, que aspiraba a alcanzar un volumen de negocio de unos 20 millones de euros y superar los 250 trabajadores en plantilla. La iniciativa se sustanció en 2015 con Manuel Ruiz de Gopegui, un exdirectivo de Ferrovial, como consejero delegado. «Siempre hablamos de subir de división, pero salió mal porque no conseguimos grandes proyectos», reconoce Bernad.
Mercado en auge
El salvavidas llegó desde México, un mercado en auge en el que han irrumpido y donde han empezado a atar grandes contratos, una de las razones de peso para que la consultora sume hoy en día una facturación que ronda los tres millones de euros y algo más de 40 trabajadores en plantilla. «Empezamos a trabajar allí en 2011. El arranque fue a raíz de un ingeniero que recaló en el país con una ingeniería portuguesa muy potente, Mota Engil, la segunda en contratación en Latinoamérica. Nos encargaron un proyecto que hicimos en la zona de Veracruz y en 2013 nos adjudicaron 100 kilómetros de carretera de la autopista entre Ciudad de México y Guadalajara», explica el director.
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La próxima oportunidad en el país centroamericano llegará vía ferrocarril, un tren que quiere coger esta consultora aragonesa. «México es un país de ferrocarril, pero en los 90 el presidente de turno retiró todo el transporte de viajeros y hoy no hay un solo pasajero que se mueva en tren. Ahora quieren retomar el tema y de momento ya hemos presentado un primer estudio para 600 kilómetros de línea de alta velocidad México-Guadalajara, 600 kilómetros», concluye Bernad.
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