Con la llegada del frío, la ITV advierte que se dan las condiciones ideales para que un neumático en mal estado se convierta en un problema grave. El agua, el hielo y el deterioro del asfalto reducen drásticamente el agarre, y cada defecto llega a su punto crítico.

AEMA-ITV, la asociación que agrupa a las estaciones de la Comunidad de Madrid, destaca que los neumáticos son el único punto de contacto del vehículo con la carretera. Una superficie que sumando las cuatro ruedas no supera el tamaño de una hoja A4. Cuando esta tira sufre un desgaste desigual, deformación o una presión inadecuada, el riesgo de pérdida de control se multiplica.

Además, los datos de octubre muestran que el problema no es un problema aislado: las fallas en las ruedas y la suspensión ahora superan en número a los problemas de frenos, ubicándose solo detrás de las emisiones contaminantes y los defectos de iluminación. A saber, Casi una de cada cinco averías graves detectadas por la ITV están directamente relacionadas con las ruedas. No hablamos sólo de averías: un defecto muy grave -como una llanta deformada, un neumático con la carcasa dañada o un juego excesivo de la suspensión- provoca la inmovilización del vehículo, lo que obliga a transportarlo con una grúa hasta un taller.