MADRID 22 dic (EUROPA PRESS) –

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que destinará 26.000 millones de dólares (unos 22.100 millones de euros) a la construcción de buques de guerra, incluidos tres portaaviones y dos nuevos tipos de buques de guerra de gran tonelaje.

«Es un gran honor como comandante en jefe anunciar que he aprobado un plan para que la Armada comience a construir dos nuevos buques de guerra muy grandes (…). Serán los más rápidos, los más grandes y con diferencia cien veces más poderosos que cualquier buque de guerra jamás construido», dijo Trump en una conferencia de prensa desde Palm Beach, Florida.

Estos barcos «de última generación» serán «los barcos de superficie más letales». «Estos barcos serán los primeros de una nueva clase de buques de guerra que se producirán en los próximos años», añadió Trump.

Los barcos estarán diseñados con capacidades de inteligencia artificial, cualidad que será «un factor fundamental» y con «armas láser, las más modernas del mundo», según Trump, quien ha subrayado que estos nuevos barcos deben construirse rápidamente. Así, ha anunciado que se reunirá la próxima semana con empresas contratistas de Defensa en Florida para abordar cómo acelerar el calendario de producción «porque vamos demasiado lentos».

«No los producen lo suficientemente rápido», insistió antes de advertir de que habrá sanciones para las empresas que «no estén haciendo un buen trabajo».

El plan también incluye mejoras en los astilleros y la construcción de tres nuevos portaaviones, hasta ahora pieza clave de las flotas estadounidenses, además de destructores y al menos doce submarinos.

Trump ha destacado el valor de esta iniciativa porque también creará empleo en Estados Unidos y ha recordado que durante la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos tenía capacidad para construir cuatro barcos al día. «Es una tragedia», lamentó.

El presidente estadounidense compareció acompañado del secretario de Defensa, Pete Hegseth, y del secretario de Marina, John Phelan. El propio Phelan había anunciado la intención de la Administración Trump de construir una Flota Dorada.

«Vamos a invertir en la piedra angular del poder naval estadounidense, en portaaviones, destructores, anfibios y submarinos, pero también necesitamos nuevos barcos», afirmó Phelan el 7 de diciembre. En concreto, mencionó una «nueva fragata con diseño americano y capacidades flexibles adaptadas a las necesidades de nuestros combatientes».