¿Un pacto de Estado por la vivienda?

El problema de la vivienda es un asunto que afecta transversalmente a la sociedad española, pero en particular las generaciones emergentes. Es necesario abordar (ya) este problema para generar un marco regulatorio efectivo y que promueve una solución consensuada y duradera con el tiempo.
El 19 de marzo, coincidiendo con el Día de San José, celebramos en el Ateneo de Madrid, una galería juvenil organizada por la Fundación Independiente para reflexionar de la sociedad civil el desafío que tenemos para mejorar las políticas de vivienda pública. La reunión participó, entre otras personas, Baldomero Falcones (ex delegado de la FCC y actual presidente de la Fundación Independiente), Elsa Arnaiz (Presidenta de Talento para el Futuro), Antonio Magraner (Secretario General General de Ceje), Ramón Mateo (socio y Director de Análisis e Impacto Regulatorio del servidor benado, en apertura de ser representantes institucionales de diferentes tipos.
Muchos jóvenes consideran ser padres, pero para esto, ¿cómo podemos hacerlo tener grandes dificultades para tener nuestro propio techo para ofrecer oportunidades a nuestra nueva familia?
Aldo Olcese Solía decir que creía en la suma positiva como antídoto para los problemas. Siempre creía en la comprensión entre las diferentes, especialmente para abordar los desafíos compartidos. Por eso siempre se entendió con todos. Y por eso todos lo tenían. Pocas personas han podido asesorar a los gobiernos del partido popular y el PSOE. Y hazlo por la empatía y el tratamiento humano. Por eso era humanista. Y esa sería su receta para encontrar una solución al desafío de la casa: promover una solución desde el consenso y con una mirada a las generaciones emergentes.
España liderará el aumento del precio de la vivienda. En el fondo, múltiples factores como la migración, la tensión de las áreas por turismo o hiperregulación.
Cuando hablamos de vivienda, en realidad estamos hablando de un problema que afecta a Global, no es un problema exclusivo de España. Pero en nuestro país, hay muchos factores de fondo que están generando un escenario complejo; La demanda de la vivienda, condicionada por los movimientos turísticos que exigen alquileres temporales o el movimiento migratorio, se sumó a los costos de construcción aumentados por la inflación o la regulación financiera que ocurrió después de la crisis financiera, hace que, según los últimos informes de la agencia de calificación Fitch, España lidere el aumento del precio de la vivienda. Si en 2024 hubo un aumento de alrededor del 8% (según los cálculos de Bankinter), este año los aumentos de precios serán entre 5 y 7%, según la mayoría de las estimaciones.
Un desajuste (grande) entre la demanda y la oferta de viviendas
El actual mercado inmobiliario español presenta un desajuste entre la demanda y la oferta de viviendas históricas. El suministro de viviendas para la venta se ha reducido en un 15% durante el último trimestre de 2024. Este año, según datos del Banco de España, se necesitan más de 600,000 hogares. Solo en la comunidad de Madrid hay más de 40,000 hogares al año para satisfacer la demanda de pisos, y que está lejos de las 17,000 casas construidas anualmente. Esto ocurre, entre otros temas, debido al déficit de los trabajadores en el sector y debido a la falta de disponibilidad de tierras para construir viviendas, además de los fondos mencionados que nuestra economía arrastra.
Construir más hogares, liberalizar el suelo, tener mayor flexibilidad en la regulación o una reducción en la carga fiscal aliviaría la crisis de la vivienda.
Hay múltiples soluciones para poder detener la crisis de la vivienda. Además de construir más viviendas, promoviendo viviendas más protegidas, es necesario liberalizar el suelo. Actualmente, en el Congreso de Diputados, se está procesando el Proyecto de Ley de Tierras, que entre otros temas permitiría reducir la burocracia (o al menos armonizarlo), corrige errores para evitar la anulación de los planes urbanos para los defectos formales o de procedimiento y les permitiría adaptarlos a la realidad de 2025. Según los expertos y los empresarios, esta regla podría ayudar al problema del suministro de bienes raíces. Para esto, la colaboración pública privada es esencial, porque no se logra una transformación unilateralmente.
También hay una reducción fiscal, como una disminución o supresión del ITP, una exención de IRPF o en caso de que la operación esté sujeta a IVA, una reducción de al menos 4% para niños menores de 35 años. Se debe generar certeza legal y el propietario de las casas que promueven una ley contra la ocupación ilegal.
Para esto, es necesario emerger consenso para resolver los fundamentos de un (gran) pacto estatal para la vivienda, diseñar políticas públicas efectivas y que sirven para mejorar la calidad de vida de las generaciones emergentes que por primera vez después de muchos años, nos enfrentamos a la dura realidad de que podemos vivir un futuro peor que la de nuestros padres. Y para eso es necesario alejarse del ruido y generar un gran consenso que transforma la economía de nuestro país, para tener un impacto positivo en toda la ciudadanía y que entre todos, aspiremos a tener una vida en mejores condiciones económicas que la de nuestros padres.
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