un plan para garantizar relevo y sugerencias de horarios
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La creación de un registro de comerciantes con intención de cesar o ganas de traspasar el negocio, conceder microcréditos para quien quiera hacerse con uno de esos negocios o abrir su primer establecimiento y el impulso al emprendimiento desde una lanzadera comercial vinculada a una futura Escuela de Comercio son las medidas concretas que el nuevo plan local de orientación comercial (2025-2028) diseña para hacer frente al problema de la falta de relevo en el comercio minorista gijonés. Uno de los más importantes que se detectan en el sector y al que hace referencia este nuevo documento estratégico que fue presentado ayer en el Ayuntamiento de Gijón . Dos datos. Gijón tiene ahora mismo 3.350 comercios. Entre el 7 y el 8% calculan cerrar a lo largo de los próximos tres años.
La presentación del PLOC contó con las intervenciones de la Vicealcadesa y responsable de Economía y Empleo, la popular Ángela Pumariega, y de la presidenta de la Unión de Comerciantes, Sara Menéndez. Ambas coincidieron en el doble valor del pequeño comercio. Uno como actividad económica generadora de riqueza y empleo y otro como elemento fundamental en la dinamización de las calles de Gijón. «Son los comercios quienes reflejan nuestra identidad, tradiciones y sentido de comunidad», explicó Pumariega. «El reto es hacer de Gijón referente del comercio en el Norte de España», concretó Menéndez.
Y en ese reto la herramienta que marca el camino es este plan que se organiza alrededor de cuatro pilares: comercio sostenible para una ciudad atractiva, innovación y conocimiento para mejorar la competitividad, reposicionamiento de la oferta y atracción de la demanda comercial y reconocimiento, visibilidad y gobernanza del sector. El plan está dentro de las acciones del pacto de concertación «Gijón Futuro» que fija un compromiso económico municipal con el comercio de 4,6 millones para estos años.
La ciudad tiene 3.350 establecimientos comerciales, de los que el 8% cerrará en los próximos tres años
El documento de planificación plantea propuestas tan variadas como la creación de la marca Comercio de Gijón, el diseño de nuevas rutas comerciales pensadas para los turistas o la puesta en marcha de un observatorio para la inteligencia comercial y un escaparate comercial digital. Pero también actuaciones en materia de urbanismo y movilidad que tienen como objetivo preservar esa capacidad del comercio de hacer ciudad. En el caso de Gijón, además, una de las fortalezas del sector está en la multipolaridad comercial. No hay un único polo de compras en el centro urbano, cada barrio tiene sus zonas comerciales. Por distritos, de esos 3.350 comercios hay 630 en el Centro pero otros 652 e n el Este y 649 en el Sur.
Los redactores del plan no solo proponen actuaciones de mejora de las calles comerciales con obras puntuales. Van más allá reivindicando la idea de la protección del espacio comercial a partir de concretar viales de uso comercial prioritario y fijar en la normativa la reserva prioritaria de los bajos de edificios para uso comercial y de servicios a la ciudadanía evitando que pasen a ser, por ejemplo, viviendas o negocios residenciales turísticos. En este contexto también se sugiere revisar la normativa que regula el cuidado de los locales comerciales vacíos. El reto está en que no estén vacíos mucho tiempo, pero si lo están por lo menos que estén limpios y cuidados para evitar una imagen de degradación y suciedad de la zona.
De cara a favorecer los espacios comerciales, el plan reivindica la ampliación de zonas peatonales y de baja velocidad con la apuesta por las calles en plataforma única. Una propuesta que tiene relación con otras que se hacen en el ámbito de una movilidad pensada para ir de compras por Gijón. Por ejemplo, establecer una línea de transporte público servida por un microbús eléctrico que enlace zonas comerciales, crear carriles bici o bonificar las tarifas de aparcamiento para los compradores. También toca incrementar los espacios de carga y descarga y revisar los modelos de recogida de residuos.
El plan reta a los comerciantes a adecuar el horario a los nuevos hábitos de la clientela
El documento le pone deberes a la administración pero también a los comerciantes. Ambos deben estar comprometidos en el cumplimiento de un plan que, defendió Pumariega, «es la herramienta desde la que queremos modernizar el sector y fortalecerlo». En lo que tiene que ver con el eje de reposicionamiento de la oferta y atracción de la demanda el plan establece que toca adaptar los horarios comerciales a las necesidades de los clientes, introducir nuevos productos y mejorar la propia experiencia de compra con servicios complementarios que tenga que ver tanto con la compra o con cómo hacerla llegar a la casa del cliente. Todo eso sin olvidarse de programas de fidelización con premios, puntos, bonos…
El informe sobre el que se asientan las medidas propuestas para su ejecución en los próximos años habla de debilidades del comercio gijonés –desde esa falta de relevo y envejecimiento de los comerciantes al pequeño tamaño, el exceso de individualismo y la escasa utilización de las tecnologías digitales– pero también de fortalezas y oportunidades.
Una de ellas vincula al comercio con el turismo. Otro sector que desde el Ayuntamiento de Gijón, y en concreto desde la concejalía de Pumariega, se quiere impulsar como motor económico de la ciudad. Las encuestas demuestran que hay mucho viajero que compra en Gijón. Y no solo, lo mejor es que algunos cuando vuelven a casa siguen manteniendo la relación por teléfono o internet. Por ello hay un paquete de medidas que tienen que ver con rutas turísticas comerciales con el diseño de itinerarios temáticos que conecten comercios singulares, crear una plataforma de promoción y comunicación y mejorar la señalización peatonal de los comercios pensando en los turistas.
Más asuntos. La mejora de la competitividad pasa por formar a los actuales y futuros comerciantes. El plan concreta la creación de lo que llama Escuela de Comercio como un espacio que oferte formación de manera permanente, y a la que se vincularía un programa específico de emprendimiento o lanzadera comercial. También se plantea reforzar el actual programa de digitalización, el Digicom, e impulsar un Comercio LAB Gijón como ámbito virtual de intercambio de información y espacio físico donde los proveedores de tecnología puedan presentar sus productos.
Un proyecto de acción que se diseña a partir de 1.200 encuestas
Este nuevo plan de comercio da continuidad al primero que tuvo Gijón, que fue pionera en Asturias en este tipo de iniciativa planificadora, y tuvo que postergarse en el tiempo por el impacto de una pandemia que desfiguró la realidad comercial que se pretendía diagnosticar. El documento ha sido elaborado por las firmas Invesmark y Desarrollos Estratégicos Exteriores (DEX) en base al trabajo de expertos, como Sergio González que estuvo en la presentación en el Ayuntamiento, y la información extraída de estadísticas, informes sectoriales, grupos focales y 1.200 encuestas: 400 a comerciantes, 400 a residentes en Gijón y otras 400 a no residentes sumando en este último grupo tanto a turistas como a gente que viene con frecuencia a la ciudad. El trabajo se ha coordinado desde la Empresa Municipal de Promoción Empresarial y Turística (PETSA).
Radiografía Comercial de Gijón
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