Un programa acoge a los animales de mujeres que huyen de la violencia de género

Un estudio de la asociación Alberta SPCA advierte de que casi el 60% de las mujeres que sufren violencia de género en el hogar retrasan el momento de dejar a su maltratador por temor a posibles represalias contra sus animales de compañía. «No quería dejar a mi perra con él porque la iba a matar», expone una víctima.
Al final, ella consiguió huir dejándola en un punto de acogida temporal de animales gracias al programa Acopet, un servicio destinado a mujeres que sufren violencia machista durante el tiempo en el que acceden a recursos habitacionales de emergencia.
«Muchas de estas víctimas manifiestan su preocupación por sus animales de compañía a lo largo de este proceso, y necesitan asegurar que van a estar en buenas condiciones”, ha declarado Rosa Martínez, secretaria de Estado de Derechos Sociales, durante el acto de presentación del programa. «Los maltratadores utilizan cualquier medio para infligirles sufrimiento, incluyendo hacer daño a otras personas o animales».
Protección de las mujeres y bienestar animal
El programa Acopet, que se desarrolla bajo el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, se encarga del traslado de estos animales de compañía a casas de acogida profesionales. Su objetivo es asegurar tanto la protección de las mujeres que sufren violencia machista como el bienestar de sus animales de compañía. Está pensado principalmente principalmente para perros y gatos, aunque también ofrecen la opción de acoger otro tipo de animales como aves, peces o roedores.
Además, tienen la obligación de transmitir periódicamente información sobre el estado y situación de los animales a la entidad que gestiona el servicio, quien a su vez informa puntualmente a cada mujer de las novedades respecto a sus animales.
Luis Martínez-Sicluna, secretario general de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) que ha impulsado el programa, financiado por la Dirección General de Derechos de los Animales, ha explicado que en menos de una semana podemos encontrar un lugar para ese animal. Este recurso, ha afirmado, da el impulso que precisan para abandonar su hogar.
Piden cambios
El maltrato animal y la violencia hacia las personas están relacionados. La primera investigación realizada en España con datos cruzados sobre violencia de género y maltrato animal mostró que más del 85% de las víctimas de violencia machista con animales de compañía manifestaban que su animal también es maltratado por su agresor. Otro trabajo, con 42 hombres que estaban en prisión, mostró que hasta el 36% reconocía haber sido cruel con los animales durante su infancia y el 52% admitía haber matado o abusado de un animal durante un conflicto de pareja.
Los datos los ha ofrecido la magistrada María Gavilán Rubio, especialista en Derecho de Familia y violencia de género, que ha recordado también que el 86% de las mujeres víctimas supervivientes y el 63% de los menores refiere que su agresor también ha maltratado a los animales.
«Los animales no son cosas. Se ejerce violencia sobre las víctimas a través del maltrato animal. También sobre los niños y niñas que presencian este comportamiento traumático. Es un factor indicador de violencia interpersonal que recae sobre el agresor», ha añadido.
Indicadores de violencia y vulnerabilidad
En este sentido, Gavilán ha explicado que, cuando se hace una valoración policial, habría que incluir más preguntas sobre el posible maltrato animal al ser indicadores de violencia. «Además, tendrían que introducirse dentro de los apartados que indican la vulnerabilidad de la víctima. Que se maltrate a sus animales de compañía nos hace vulnerables a nosotras», ha expuesto.
El Código Penal reconoce desde 2023 el vínculo existente entre el maltrato a los animales y la violencia de género: existe una agravante para los casos en los que se lesione gravemente o se mate a un animal «para coaccionar, intimidar, acosar o producir menoscabo psíquico» a una pareja o expareja.
«Pero todavía nos queda camino que recorrer», ha resaltado la magistrada. Por ejemplo, propone cambios legislativos que contemplen a los animales integrados dentro del núcleo familiar en las órdenes de protección, así como ofrecer más formación y sensibilización a jueces y fiscales. Quienes tienen un animal, ha dicho, saben lo difícil que es dejarlo atrás.
«Además, no se debe separar a las víctimas de sus animales porque es terapéutico para ellas», ha concluido la psicóloga clínica Sonia Vaccaro.
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