2025 trae 12 subidas de impuestos que costarán 371 euros a cada hogar
La voracidad del Gobierno de Pedro Sánchez sigue insatisfecha y el año 2025 llegará con una extraordinaria subida de impuestos a las arcas de las empresas y al bolsillo de las familias de casi 18.000 millones de euros. El aumento de la presión fiscal apenas da respiro, lo que nos situará en el podio de los países en los que más ha aumentado el peso de la fiscalidad, superando ya el 37,3% del PIB con el que cerró 2023, según datos de la OCDE. Durante estos 13 años, los impuestos y las cotizaciones sociales crecieron en España más de seis puntos del PIB. Y lo que queda por venir.
Desde 2018, año en el que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa, se ha creado o subido más de un impuesto cada mes, sumando 93 subidas de impuestos y cotizaciones, para un total de casi 42.000 millones de impacto acumulado de las subidas impositivas. impuestos y cotizaciones entre 2019 y 2023, equivalentes a unos 2.200 euros por hogar. Una cifra a la que hay que sumar lo que se avecina en el año 2025, en el que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pretende incrementar la recaudación fiscal en más de 7.000 millones, lo que equivaldría a 371 euros por vivienda, según cálculos . el Instituto Juan de Mariana.
A ello hay que sumar las subidas de cotizaciones, que impulsarán los ingresos de la Seguridad Social un 6,5% gracias al incremento de las bases máximas de 1,2 millones de trabajadores; el incremento porcentual del mecanismo de equidad intergeneracional (MEI), que supondrá una media de 215 euros para empresas y trabajadores; y la cuota solidaria, cuyo coste total será de entre 550 euros y 1.100 euros al año (el 83% deberá ser asumido por la empresa y el 17% por el empleado). En total, según fuentes ministeriales, el incremento de la recaudación por cotizaciones sociales superaría los 177.300 millones de euros, casi el 11% del PIB y un 6,5% más que en 2024, lo que supone 10.900 millones más. Es decir, un nuevo «palo» a hogares y empresas de casi 18.000 millones.
Entre los impuestos que recuperan su calibre tributario tras el parón de la pandemia y la crisis en Ucrania y las nuevas cifras tributarias, la presión y el esfuerzo fiscal volverán a aumentar en 2025, año en el que el Gobierno ha puesto sobre la mesa 46 medidas recaudatorias , de las cuales 12 modificaciones han acabado teniendo éxito.
Durante gran parte de 2024, los alimentos básicos tuvieron aplicado el 0% de IVA, pero a partir del 1 de enero este IVA volverá -dependiendo del tipo de alimento- al 4%, 7,5% o 10% según corresponda. .
Otro gasto que aumentará será la factura de la luz. A partir de 2022, el IVA de la electricidad se situó en el 10% en los contratos de menos de 10 kilovatios siempre que el mercado mayorista supere los 45 euros el megavatio hora. Pero esta reducción se eliminará para 2025, restableciendo el IVA en el 21%.
Los compradores de coches eléctricos ya no podrán beneficiarse de la deducción del 15% en el IRPF que hasta 2024 se aplicaba a la compra de este tipo de vehículos, con un máximo de 20.000 euros. También se eliminan incentivos fiscales clave para la movilidad sostenible, como la deducción por la instalación de puntos de recarga en los hogares.
Asimismo, llegan a su fin las deducciones del IRPF por reformas que reduzcan el consumo energético de las viviendas, permitiendo deducirse hasta el 20% del coste -con un máximo de 5.000 euros- si con la reforma se consigue un ahorro del 7%, y del 40%. del coste -con un máximo de 7.500 euros- si el ahorro alcanzaba el 30%.
Además, llegan nuevos impuestos y otros suben de repente. El nuevo impuesto a las basuras, que empezará a aplicarse en abril de 2025, afectará a los municipios de más de 5.000 habitantes. Los que ya lo pagaron lo harán por una cantidad mucho mayor y los que no estaban obligados pagarán ahora.
Los líquidos para cigarrillos electrónicos y “vapeadores” comenzarán a tributar como el tabaco convencional dentro de los Impuestos Especiales. Este aumento afectará tanto a vendedores como a consumidores, ya que al ser un impuesto dirigido a las empresas vendedoras, aumentarán los precios de los productos. La cantidad a aportar variará según el ayuntamiento entre 150 y 200 euros.
En cuanto al impuesto a la banca y a la energía, la intención del Ejecutivo es que sean permanentes. Así, el impuesto sobre el margen de intereses y comisiones de las entidades financieras gravará a las entidades de crédito con tipos progresivos de hasta el 7% sobre bases imponibles superiores a 5.000 millones de euros. Y no será deducible en el impuesto de sociedades. Más en el aire está el impuesto temporal sobre los beneficios de las empresas energéticas, ya que el Gobierno tuvo que recurrir a un subterfugio legal para retirarlo primero y luego aprobarlo en el Consejo de Ministros mediante decreto ley. Está pendiente de aprobación por el Congreso, con dudas tanto de los socios de izquierda como de la derecha.
En cuanto al IRPF, aumentará del 28% al 30% para aquellas rentas que superen los 300.000 euros de beneficio al año, afectando a las rentas generadas por depósitos, dividendos, seguros y compraventa de inmuebles. Las pymes verán reducido su tipo impositivo del 25% al 20%. Sin embargo, las grandes empresas que obtengan beneficios en el extranjero pagarán más impuestos.
Estas medidas fiscales «aumentarán la factura fiscal de familias y empresas, lo que genera incertidumbre, elevados costes y una preocupante inseguridad jurídica». Así lo advierte el Registro de Asesores Fiscales (Reaf) del Colegio de Economistas, quienes advierten que este aumento de la presión tributaria, sumado a la pérdida de poder adquisitivo por la falta de actualización de algunos elementos del impuesto a la renta personal -cuyo general La tasa continúa sin deflación–, el aumento de las cotizaciones y la reducción de las deducciones fiscales “lastrarán las economías domésticas y empresariales”. Además, critican duramente la «técnica legislativa» utilizada por el Ejecutivo, al implementar una serie de nuevos impuestos a pocos días de fin de año, ya que genera «una situación de poca seguridad jurídica e incertidumbre», además de condicionar sus decisiones. por razones políticas.
Según el Instituto Juan de Mariana, bajo el mandato de Pedro Sánchez los impuestos no se han ajustado para tener en cuenta el aumento de la inflación, que ha acumulado un incremento cercano al 19% bajo su mandato. Sólo entre 2019 y 2023, el impacto de la no deflación de los impuestos dependientes del gobierno central ha sido un aumento oculto de impuestos valorado en 27.100 millones. España es el tercer país de la Unión Europea que más ha aumentado su presión fiscal desde la llegada de Sánchez al poder en 2018, hasta el pasado año 2023. El incremento ha sido de 2,9 puntos del PIB, en marcado contraste con la reducción del 0,8% apreciada en la UE-27. El Gobierno ha adoptado 93 aumentos de impuestos. En 2019 se adoptaron 11 medidas de recaudación, seguidas de 12 en 2020, 20 en 2021, 10 en 2022, 17 en 2023, 11 en 2024. Finalmente, serán 12 en 2025.
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