5 consejos para circular en invierno por ellas y llegar sanos y salvos
Cuando llega el invierno, las carreteras secundarias se convierten en uno de los escenarios más sensibles para los automovilistas. Son carreteras menos iluminadas, con trazados más estrechos, curvas cerradas y un mantenimiento irregular que se complica aún más con la lluvia, la nieve o el hielo. Aunque muchos conductores creen que el verdadero peligro está en las principales autopistas, esta es la verdad Los accidentes más graves se concentran en las llamadas “carreteras convencionales”. Y cuando llega el frío, los riesgos se multiplican.
Pese a ello, miles de automovilistas utilizan cada día este tipo de vías para ir al trabajo, volver a casa o dirigirse a ciudades cercanas. Recorrerlas en invierno, por tanto, no requiere sólo precaución: requiere anticipación, preparación y una actitud diferente a la que adoptamos en otros entornos. Con estos cinco consejos tendrás más garantías de llegar siempre a tu destino sin problemas.
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Comprueba el estado del vehículo antes de partir: tu mejor escudo ante imprevistos
El escáner Helios “lee” los bajos del vehículo para detectar posibles problemas y fallos en sus componentes, mientras Artemis revisa las ruedas y neumáticos para comprobar y verificar su estado.
Antes de aventurarse por una carretera secundaria en pleno invierno, el primer paso es asegurarse de que su automóvil esté en óptimas condiciones. No basta simplemente con empezar y tener fe en que todo irá bien. Las bajas temperaturas afectan a elementos clave del vehículo: presión de los neumáticos, batería, niveles de líquidos y estado de los frenos. Si uno de ellos falla en una carretera estrecha o resbaladiza, hay mucho menos margen de maniobra que en una autopista.
Es recomendable comprobar la presión de los neumáticos cuando la temperatura baja, ya que las temperaturas frías provocan fugas que pueden afectar al agarre. También conviene comprobar que el líquido anticongelante esté haciendo su trabajo, que los limpiaparabrisas estén en buen estado y que la batería no dé señales de agotarse. Una revisión preventiva antes del invierno o una visita al taller pueden evitar pasar un susto en la carretera o, peor aún, quedarse sin cobertura móvil o servicios cercanos.
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