Para estudiar se necesita un buen espacio que favorezca la concentración: una silla ergonómica, un escritorio plegable y una buena iluminación son parte fundamental de este entorno. En este último punto, la luz natural es ideal para no esforzar nuestra vista, pero cuando se está en espacios oscuros o se estudia de noche, las lámparas de mesa no pueden faltar.

Estos dispositivos están diseñados especialmente para favorecer un mejor trabajo, estudio, etc., ya que cuentan con intensidad de brillo regulable y variados colores de luz que permiten mantener iluminado nuestro campo de acción. Por si fuera poco, se pueden mover y plegar, en muchos casos, para adaptarse a cualquier necesidad específica. En este artículo probamos diferentes modelos bastante prácticos para que estudiar sea mucho más cómodo, especialmente en las noches.

Cómo hemos elegido y probado las lámparas para estudiar

Teletrabajo desde hace tiempo, por lo que he tenido que acondicionar muy bien una estancia de mi casa para estar lo más cómoda posible durante las horas de trabajo. Uno de los aspectos que considero esenciales es disponer de buena luz. En la estancia convertida en despacho tengo que tener la luz encendida casi toda la jornada laboral y en los días en los que hay poca luz natural se necesita un extra.

Por ello, me decidí a probar las lámparas de mesa como complemento a la luz natural. También las he probado por la noche, para leer en la cama. En general, me han resultado prácticas y me han proporcionado una buena luz auxiliar para trabajar frente a la pantalla del ordenador y para iluminar cuadernos o las páginas de un libro. Así y para probarlas por primera vez, tendría en cuenta las siguientes características:

• Material: generalmente son de metal pero es importante que sean ligeras, que no pesen mucho y que tampoco ocupen mucho espacio en la mesa.
• Potencia y niveles de brillo y luz: lo esencial es que cuenten con distintos niveles de brillo y de luz para poder acondicionar el tipo de iluminación según el momento.
• Experiencia de uso: que sean sencillas de utilizar, con pocos botones o que, incluso, se puedan controlar desde el móvil son algunas de las características que favorecen la experiencia con este tipo de dispositivos.
• Otros: que cuenten con conexión USB, que se puedan manejar a través de la voz o que tengan funciones inteligentes es un plus.

El mejor flexo para estudiar: SLATOR, diez niveles de brillo

Para quién es: para los que buscan una lámpara práctica y económica.

Por qué lo recomendamos: este modelo es ideal para actividades que exigen una gran fuente de iluminación como dibujar, pero también para aquellas más relajadas, como leer, gracias a sus modos para cambiar la luz. De hecho, las opciones para regular el nivel de brillo (10) y los modos de iluminación (5) son su punto fuerte. Durante los días de pruebas la utilicé para dos actividades principales: leer y trabajar.

Para lámpara de lectura, la coloqué en la mesilla sustituyendo a la lamparilla de noche. Para trabajar, la situé en la habitación que tenemos asignada como despacho y en la que trabajo buena parte del día. En esa habitación siempre tengo que tener la luz encendida porque es un poco oscura y en los días nublados, sobre todo, noto que necesito un extra de iluminación.

En ese caso, la coloqué al lado de la pantalla del ordenador para que diera la luz justa pero sin molestar mientras escribía. Y resultó muy útil ya que permite orientar la luz en la dirección que mejor se adapte al área del escritorio o mesa de trabajo.

De esta manera, es posible iluminar solo ciertas partes sin que el haz de luz afecte la visión directamente. Esto se consigue gracias a su eje de base, que gira un máximo de 160 grados, y a un brazo flexible de metal articulado que se dobla hasta alcanzar 225 grados (con el que también comprobé que se iluminaba la habitación entera).

Tras probarla en ambas actividades, me pareció más efectiva para trabajar que para leer ya que durante la noche estoy acostumbrada a una iluminación muy nítida, en la que se vean bien las páginas pero sin apenas molestar y, aunque tiene distintos niveles de brillo y modos de iluminación, me pareció demasiado para la lectura nocturna.

Por otro lado, cuenta con una base táctil para controlar el brillo, la iluminación o apagarla o encenderla: tan solo hay que pasar el dedo suavemente para ajustar el brillo de su luz a nuestro gusto y para configurar entre luz blanca, amarilla o más anaranjada (2700K – 6000K) hay que pulsar el botón central.

Además, gracias a la función de memoria, no hace falta volver a establecer el brillo y color deseado; sigue siendo el mismo cuando se vuelve a poner en marcha. Todos estos aspectos favorecen su facilidad de uso: sus otros dos botones se corresponden con el de encendido y apagado y con el temporizador, que se puede configurar para 30 o 60 minutos, por si te olvida apagarla (a mí me pasó).

La lámpara de escritorio SLATOR funciona conectada a la corriente eléctrica a través de un cable micro USB. Esta conexión se encuentra en la parte trasera de su base y, justo al lado, cuenta con un puerto USB para cargar algún dispositivo electrónico portátil, como el smartphone, la tablet…

Sus puntos débiles: aunque parece resistente hay que tener cuidado para que dure en el tiempo.

Lámpara para estudiar SKYLEO: plegable

Para quién es: para los que quieren una lámpara flexible.

Por qué lo recomendamos: este modelo de lámpara cuenta con una abrazadera de metal de hasta cinco centímetros de anchura con la que se puede sujetar en cualquier parte de la mesa. Esto resulta muy útil para ir cambiándola de lugar sin ocupar espacio en el escritorio.

El diseño es totalmente flexible y plegable por lo que en el momento que no se usa se puede guardar en cualquier lugar. Igualmente, tanto el brazo como la propia lámpara ofrecen rotación de hasta 360 grados. De este modo, tanto la luz como la propia estructura se puede colocar como mejor convenga. En cuanto a la iluminación dispone de tres modos de luz (3000-6000K) con diez niveles de brillo que van de menos a más.

Durante las pruebas, el hecho de poder colocarla justo encima del ordenador (está entre 15,7 y 19,7 pulgadas de distancia de la mesa) hizo que la luz me llegara mejor y pudiera ver toda la mesa y los papeles mejor incluso con el brillo prácticamente al mínimo y con el nivel de luz medio, considerado como luz natural, además de que no molesta nada a los ojos.

Para la lectura también la utilicé y me resultó muy cómoda de colocar en la mesilla. La luz en modo cálido y el brillo al mínimo es más que suficiente para leer sin molestar en el papel y a la vista. Para poder controlarla incorpora un pequeño mando con botones que funciona muy bien. También cuenta con conexión USB para poder enchufarla al ordenador o cualquier otro dispositivo. También incluye un adaptador para conectarla a la red eléctrica si se desea.

Sus puntos débiles: Si se usa durante unas cuantas horas seguidas, la lámpara de escritorio SKYLEO se calienta bastante.

Flexo para estudiar Xiaomi Mi Smart LED Desk Lamp Pro: modo concentración

Para quién es: para los que buscan un diseño bonito.

Por qué lo recomendamos: esta lámpara, de estilo minimalista, cuenta con un brazo flexible que rota desde la parte central y que puede colocarse en distintos ángulos. Así, si por ejemplo se sitúa a unos 20 centímetros de un libro es perfecto para poder leer con una buena iluminación. De igual modo, si el brazo se sube otros 20 centímetros resulta ideal para el trabajo con el ordenador.

En total, es capaz de iluminar un área de 1,2 metros cuadrados. Con una temperatura de color que va desde los 2500 hasta los 4800 K, tan solo cuenta con dos modos de iluminación: enfoque y lectura.

El primero, ideal para trabajar, cuenta con una función de concentración que incorpora la técnica Pomodoro (periodos de actividad de 25 minutos). De este modo, la lámpara avisa cuando finaliza el tiempo mediante una luz que se enciende y se apaga de forma progresiva. Esta función me pareció muy práctica durante las pruebas en mi horario de trabajo ya que noté que estaba más centrada en la tarea siendo el aviso poco intrusivo.

Igualmente, el tipo de luz en este modo resulta más que suficiente para iluminar la pantalla del ordenador sin propiciar sombras ni molestias en los ojos. Por otro lado, en el modo lectura, la luz es más fría haciendo uso de un color neutro de 4000 K. También me gustó en mis lecturas nocturnas aunque hubiese preferido un poquito menos de luz, algo que se puede modificar en el botón situado en la base.

A través de este, que tiene forma de ruedecilla, se enciende y se apaga al pulsarlo y se ajusta la temperatura o el brillo al girarlo. También se puede activar el modo concentración. Igualmente ofrece la posibilidad de controlarla a través de la aplicación Mi Home de la marca (por Bluetooth) o mediante la voz con Alexa y la propia app.

Sus puntos débiles: si se cuenta con una mesa pequeña, la lámpara de escritorio Xiaomi Mi Smart LED Desk Lamp Pro puede llegar a ser un poco grande.

Lámpara para estudiar Dyson Solarcycle Morph: 181.000 horas de vida útil

Para quién es: para los que buscan innovación y calidad.

Por qué lo recomendamos: este modelo es el que tiene el precio más elevado de todas las lámparas analizadas en esta comparativa. También es la que ofrece más vida útil: hasta 181.000 horas de su bombilla LED.

Una de sus características más destacadas es que, además de servir para trabajar o estudiar, también actúa como luz indirecta para proporcionar una suave iluminación de fondo o para reforzar el sentido del espacio; como punto de luz, es decir, una luz de alta calidad para exhibir obras de arte y elementos decorativos; o como luz ambiental: el brazo se ilumina para crear un ambiente relajante con luz azul reducida.

Por otro lado, la lámpara de escritorio Dyson Solarcycle Morph es bastante grande y pesada (3,5 kilos) y, aunque puede cambiar fácilmente la posición girando de forma independiente el cabezal óptico, el brazo horizontal y el brazo vertical hasta 360 grados, no resulta cómoda para transportarla.

No obstante, durante los días de pruebas me pareció que era bastante sencilla de utilizar mediante los controles que se encuentran en el brazo horizontal: con ellos es posible ajustar el brillo y la temperatura (2700-6500 K), configurarla para que se adapte a las condiciones de luz ambiente de forma inteligente sirviendo como una lámpara con sensor de movimiento (el dispositivo se enciende cada vez que detecta movimiento cerca y se apaga cuando no se detecte movimiento durante cinco minutos).

Esto último me resultó interesante como opción para ahorrar energía. Es posible controlarla a través de la app de la marca ajustando la luz y el brillo de forma automática cada 60 segundos, además de los distintos modos con los cuenta e, incluso, programarla.

Sus puntos débiles: su precio es bastante elevado para una lámpara de mesa.

Flexo para estudiar One Fire: ligera

Para quién es: para los que buscan una lámpara económica.

Por qué lo recomendamos: con tres niveles de brillo y cinco de iluminación, esta lámpara cuenta con una temperatura de color que va desde los 3000 hasta los 5000 K. También es flexible teniendo un margen de rotación que va desde los 90 hasta los 180 grados por lo que resulta muy cómoda para llevársela de viaje, por ejemplo.

Con una base cuadrada algo inestable cuenta con dos botones en la misma para encenderla y apagarla, ajustar la temperatura de color, el brillo y también para aplicar el temporizador de apagado automático. A la hora de utilizarla por primera vez y presionar con fuerza en los botones parecía que no funcionaba: con pasar el dedo de forma muy suave por encima de cualquiera de los dos botones es suficiente.

En cuanto a la experiencia de uso tengo que decir que no hay grandes diferencias entre los diferentes modos de iluminación por lo que tanto para trabajar como para la lectura nocturna prácticamente utilicé el mismo modo (uno de los menos cálidos) para conseguir que iluminara bien tanto la pantalla como las páginas del libro.

Eso sí, no parpadea nada y durante las horas de uso (sobre todo mientras trabajaba) no noté ningún tipo de molestia en los ojos. La lámpara de escritorio One Fire se puede conectar a la corriente a través de un adaptador (que no viene incluido) o también al ordenador mediante USB.

Sus puntos débiles: la base es un poco inestable y no hay grandes diferencias entre los distintos niveles de iluminación.

Otras lámparas de escritorio para estudiar interesantes

Si buscas un flexo con cuello de cisne: Kasbuu

El cuello de esta lámpara se puede ‘retorcer’ de distintas formas.

Si eres fan de Star Wars: el modelo Paladone

Con la forma del halcón milenario de Star Wars, este flexo para estudiar resulta ideal para los seguidores de esta saga o como regalo.

Preguntas frecuentes sobre las lámparas para estudiar

¿Por qué es importante un flexo para estudiar?

Principalmente, porque emiten una luz suave que puede ayudar a evitar y minimizar la fatiga visual. Esto se refleja en una mayor productividad y un menor cansancio.

¿Qué tener en cuenta para comprar una lámpara de estudio?

Destacaremos tres factores principales a tener en cuenta:

• Tamaño: dependerá del escritorio en el que se quiera poner, entonces es importante comprobar este aspecto.
• Potencia: que cuente con la iluminación adecuada y un brillo ajustable para mejorar la experiencia y adaptarlo a cada situación:
• Personalización: que se pueda mover perfectamente o plegar, además de que disponga de varios niveles de iluminación.

¿Qué cantidad mínima de lúmenes para estudiar se necesita?

Cualquier lámpara de escritorio que se precie debe emitir, como mínimo, 400 lúmenes.

¿Es mejor disfrutar de una luz cálida o fría para estudiar con una lámpara de escritorio?

Por regla general, la luz cálida es ideal para lugares como una habitación o un salón. La luz más fría genera un ambiente más estimulante, pero no es la más indicada para concentrarse y estudiar durante horas. La que sí es óptima es la de tipo blanco cálido al descansar más la vista con ella.

¿Una lámpara para estudiar mejora la concentración?

Aunque no está demostrado, se cree que cierta luz que se emite puede mejorar la concentración y el estado de alerta.

*Todos los precios de compra incluidos en este artículo están actualizados a 19 de noviembre de 2024.

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