El Tuvi “no soportaba que una mora le hubiera rechazado”
Que David S. O., más conocido como el Tuvi, asesinó a Wafaa Sebbah, de 19 años, y la arrojó a un pozo en una finca familiar de la Pobla Llarga es un hecho que no admite discusión. Que la violó y torturó, serán los investigadores de la Guardia Civil, y posteriormente los forenses cuando llegue el turno de las pruebas periciales, los que acreditarán también estos dos delitos. Pero es que además de ello, hechos por los que las acusaciones solicitan la máxima pena, la prisión permanente revisable, con las declaraciones de las amigas íntimas de la joven, del grupo en el que también estaba el propio acusado y de las exparejas del presunto asesino se confirma el móvil machista del crimen y el desprecio xenófobo hacia la víctima de este.
“No soportaba que una mora le hubiera rechazado”, ha asegurado en su declaración Amina, una de las mejores amigas de la joven “asesinada”, como ella misma le ha remarcado al letrado cuando ha utilizado la palabra “fallecida”. La testigo, que ha declarado detrás de un biombo, ha reconocido que su amiga le habló del Tuvi y le dijo que ese chico quería tener algo con ella, pero que “Wafaa no quería nada con él, ni con nadie”. Ante la treta de la defensa de desprestigiar a su amiga, la testigo ha puntualizado que Wafaa era “muy conservadora”.
Las amigas de Wafaa han confirmado los insultos xenófobos que profería el acusado hacia ella y que se había obsesionado. De igual modo, los seis testigos que han declarado en esta tercera sesión del juicio describen el trato que tenía el acusado hacia las mujeres. “Desde el primer momento sospeché que había sido él, siempre lo he visto muy mala persona y que trataba muy mal a las mujeres”, sostiene una amiga que colaboró con la Guardia Civil. “Veías que sentía placer con ello”, ha respondido ante la preguntada efectuada por los miembros del jurado.
«Me agarraba del cuello, pero yo le quitaba las manos»
Especialmente significativo también ha sido el testimonio de la última mujer con la que el acusado tuvo una relación sentimental antes de ser detenido en junio de 2021. “A mí nunca me ha golpeado, pero sí que me agarraba del cuello, aunque yo le quitaba las manos y él ya no insistía más”, ha justificado esta testigo, que reconoce que veía cosas raras en él, pero que ha tratado de no cargar las tintas contra el acusado.
No obstante, al describir el comportamiento y manifestaciones de David S. sobre sus anteriores parejas, evidencia de nuevo el carácter machista y violento del presunto asesino. Sobre la ex a la que intentó estrangular utilizando la técnica del mataléon, el propio acusado le admitió que tenía que haberla matado, pero no lo hizo porque tenía una hija. Estos hechos ya fueron juzgados este mismo verano y fue condenado a solo tres años por las lesiones y a diez meses por el quebrantamiento.
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También le reconoció, incluso orgulloso, haberle fuego al coche del actual compañero de otra expareja, que también declaró en la segunda sesión del juicio. Lo justificaba diciendo que lo había hecho “por venganza”. “Me nació y lo hice”, le confesó.
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