Un fármaco contra la esquizofrenia podría tratar la enfermedad de Alzheimer
karxtun fármaco aprobado recientemente para tratar la esquizofrenia está generando grandes expectativas por su potencial para tratar también la enfermedad de Alzheimer. Este fármaco representa un avance significativo en psiquiatría porque se dirige a los receptores muscarínicos del cerebro, lo que le permite tener efectos tanto antipsicóticos como cognitivos.
Esta innovación relanzó la investigación en drogas muscarínicasuna clase de medicamentos que habían pasado a un segundo plano en el tratamiento de trastornos cerebrales.
El desarrollo de KarXT comenzó con la investigación de la xanomelina, un compuesto que en la década de 1990 resultó eficaz para reducir los síntomas psicóticos en personas con enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, la xanomelina ha provocado efectos secundarios como náuseas y vómitos debido a su acción sobre los receptores muscarínicos de todo el cuerpo. Para prevenir estos efectos, Karuna Therapeutics combinó xanomelina con trospio, un compuesto que bloquea estos receptores fuera del cerebro, minimizando los efectos secundarios en el cuerpo.
Se ha demostrado que este enfoque, conocido como KarXT, proporciona beneficios antipsicóticos y cognitivos en pacientes con esquizofrenia, con menos efectos adversos que el tratamiento original, informa un artículo en Nature.
La aprobación de este fármaco en Estados Unidos significó, para Eduard Vieta, investigador del Centro de Investigaciones Biomédicas de la Red de Salud Mental (CIBERSAM). Jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología del Hospital Clínic de Barcelona y profesor de la Universidad de Barcelona, »un avance importante en el tratamiento de la esquizofrenia, ya que es el primer fármaco que no actúa directamente sobre los receptores de dopamina, sino sobre muscarínicos. En declaraciones al Science Media Center, Vieta dijo que este sentido, aunque la acetilcolina y la dopamina están interconectadas, representa un innovación muy relevante ya que representa un mecanismo de acción de los medicamentos actuales y un perfil de efectos adversos igualmente diferente, lo que puede ser una buena alternativa para los pacientes que no pueden tolerar los medicamentos utilizados actualmente.
Además, la magnitud del efecto en la fase aguda y los resultados del estudio de extensión en cuanto a seguridad y eficacia a largo plazo también son positivos. Tras su aprobación, la experiencia clínica demostrará hasta qué punto representó un avance real para la práctica clínica de esta enfermedad que tanto necesita de nuevos abordajes.
El éxito de KarXT ha renovado el interés en drogas muscarínicasque se sabe que influyen en los circuitos de cognición y recompensa en el cerebro. Los investigadores observaron que el fármaco podría tener aplicaciones más allá de la esquizofrenia, incluso en el tratamiento de la psicosis asociada con la enfermedad de Alzheimer y trastornos como el trastorno bipolar.
Además, se están estudiando los receptores muscarínicos M1, vinculados a la cognición, para tratar el deterioro cognitivo en pacientes con enfermedad de Alzheimer. Se espera que los fármacos dirigidos a estos receptores puedan retardar la progresión de la enfermedad neurodegenerativa.
A pesar del entusiasmo que rodea a KarXT, los investigadores advierten que el desarrollo de nuevos fármacos es un proceso largo y difícil.
Así, para José García-Valdecasas, vicesecretario del Consejo de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, «aparece un nuevo fármaco con un nuevo mecanismo de acción, que en principio es bueno, pero en estos casos hay que evitar dar una imagen de excesiva eficacia o de excesiva esperanza ante la novedad. Sólo porque algo sea nuevo no significa que sea mejor.. «Necesitamos centrarnos en los estudios y datos disponibles».
Igual que el placebo
Por ejemplo, un ensayo clínico reciente del fármaco emraclidinaotro fármaco muscarínico para la esquizofrenia, no logró superar al placebo, lo que generó dudas sobre la eficacia de otros fármacos similares. Los científicos están estudiando los moduladores alostéricos, que afectan específicamente a los receptores muscarínicos, con el objetivo de reducir los efectos secundarios y mejorar la eficacia.
El futuro de KarXT y otros fármacos muscarínicos sigue siendo incierto. Aunque los ensayos clínicos han mostrado resultados prometedores, la verdadera prueba de estos medicamentos será su desempeño en el mundo realdonde los pacientes no estén aislados en ambientes controlados. Los investigadores continúan observando los efectos de KarXT en pacientes ambulatorios con esquizofrenia y también están estudiando su impacto en la enfermedad de Alzheimer.
Aunque el desarrollo de estos tratamientos aún se encuentra en sus primeras etapas, los avances en el uso de fármacos muscarínicos para tratar trastornos cerebrales ofrecen nuevas esperanzas en el tratamiento de enfermedades complejas como la esquizofrenia y la enfermedad de Alzheimer.
Sin embargo, el Los científicos subrayan la necesidad de realizar más investigaciones para comprender cómo estos medicamentos afectan a los pacientes a largo plazo y si realmente pueden retardar o detener la progresión de enfermedades como la enfermedad de Alzheimer.
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