Cuando vemos una estrella fugaz y nos apresuramos a pedir un deseo, rara vez pensamos en su verdadera naturaleza. Según el físico Marcos Pérez de la Casa das Ciencias de La Coruña, «las estrellas fugaces no son estrellassino pequeños fragmentos de materia, como partículas de polvo, granos de arena o rocas incluso más grandes, que ingresan a la atmósfera terrestre a miles de kilómetros por hora.

Cuando estas partículas atraviesan el aire, se calientan por fricción y emiten luz, creando el destello de luz que asociamos con estos eventos. En palabras del comunicador científico David Ballesteros“Es fascinante saber que muchas de estas partículas son restos de cometas y otros cuerpos celestes que pasaron cerca de la Tierra en algún momento, dejando a su paso un legado de poesía luminosa”.

Además, aunque parezca sorprendente, el suministro de materia para las estrellas fugaces es practicamente inagotable. “En el sistema solar hay una gran cantidad de partículas, que van desde el tamaño de un grano de arroz hasta varios metros. Mientras exista el sistema solar, las estrellas fugaces seguirán iluminando nuestras noches» dijo Pérez.

Las verdaderas estrellas y su longevidad.

A diferencia de las estrellas fugaces, las estrellas que brillan en el cielo nocturno son enormes esferas de gas en constante combustión nuclear. Estos tienen ciclos de vida que varían considerablemente dependiendo de su tamaño. El más pequeño, conocido como enanas rojaspuede vivir cientos de miles de millones de años, mientras que los más grandes, como supergigantes azulestienen una vida útil mucho más corta, sólo unos pocos millones de años.

El cielo nocturno que vemos ahora cambiará con el tiempo, pero no desaparecerá por completo. «Las estrellas nacen y mueren, pero lo hacen en escalas de tiempo que superan con creces el lapso de la civilización humana. Si algún día el cielo permaneciera sin estrellas, sería en un futuro tan lejano que es inimaginable para nosotros», afirmó Pérez. .

El destino final del universo.

La idea de un cielo sin estrellas, aunque poco probable a corto plazo, se convierte en un escenario posible si analizamos el futuro del universo en términos cosmológicos. Según las teorías actuales, dentro de miles de millones de años, el universo podría entrar en una fase conocida como «muerte termica»donde no quedaría suficiente energía para formar nuevas estrellas. Sin embargo, este es un concepto puramente teórico que está más allá de nuestra capacidad de observarlo directamente.

De momento, parece que podemos dormir tranquilos en lo que a estrellas se refiere. El cielo nocturno seguirá siendo un espectáculo que conecta a la humanidad con el cosmos durante generaciones.

Entre la ciencia y la poesía

Aunque la ciencia nos enseña que las estrellas fugaces no son estrellas y que las reales no duran para siempre, la poesía del cielo nocturno permanece. Como bien lo describe Ballesteros, “las estrellas fugaces son un recordatorio que incluso los objetos más pequeños del universo pueden crear momentos de belleza inolvidable.

Así que la próxima vez que veas un estrella fugazPide tu deseo sin prisas: el universo tiene material suficiente para seguir ofreciéndonos noches mágicas durante mucho tiempo.

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