La empresa matriz de la aerolínea surcoreana, en el punto de mira
El Tragedia del avión de Jeju Air en el aeropuerto internacional de Muanque se saldó con la pérdida de 179 vidas, ha precipitado la Grupo Aekyung a una de las crisis más graves desde su fundación en 1945. Esta catástrofe, la más devastadora que ha afectado a Corea del Sur en más de dos décadas, ha suscitado preocupaciones sobre las prácticas de gestión y la sostenibilidad financiera de la empresa surcoreana, que ha sido acusada de priorizando los beneficios económicos sobre la seguridad operativa.
El holding opera en diversas industrias, incluidas la química, la cosmética y los productos de consumo. Aekyung es conocida por su enfoque en la sostenibilidad y la innovación, aunque también ha enfrentado críticas y desafíos en su supervisión, especialmente en relación con el aseguramiento y la responsabilidad corporativa. Su empresa matriz incluye varias filiales, incluida Jeju Air.
Desde que ingresó al sector de la aviación en 2005, este conglomerado familiar se ha enfrentado a un entorno complejo. La creación de Jeju Air fue impulsada por la visión del difunto presidente Chae Mong-in, quien aspiraba a establecer una aerolínea en la paradisíaca Provincia Autónoma Especial de Jeju. Sin embargo, la entidad tuvo que adaptarse rápidamente a un mercado de bajo coste (LCC) cada vez más saturado.
Jeju Air inició sus actividades nacionales en 2006, y tres años después amplió su red a rutas internacionales. Sin embargo, la crisis financiera mundial de 2008-2009 afectó gravemente las operaciones de su empresa matriz, que había realizado importantes inversiones en la aerolínea. Durante ese período se discutió internamente la viabilidad de mantener este negocio. Sin embargo, la dirección finalmente optó por una reestructuración estratégica, centrándose en la expansión y el posicionamiento competitivo.
Desde entonces, Jeju registró un crecimiento exponencial, consolidándose como un actor clave en esta industria. En 2015, hizo historia al convertirse en la primera de su sector en salir a bolsa, un hito que no sólo subrayó su éxito operativo, sino que también reflejó su capacidad para atraer inversiones en un mercado altamente desafiante. A pesar de este progreso, aumentaron las preocupaciones sobre la gestión de riesgos. Durante el tercer trimestre de 2023 reportó un promedio de 418 horas de operación mensuales por avión, superando a competidores como Korean Air o Asiana Airlines. Esta táctica de maximizar los tiempos de vuelo generó temores sobre el envejecimiento de la flota y su adecuado mantenimiento.
Una auditoría de seguridad realizada en 2021 por el Ministerio de Tierra, Infraestructura y Transporte reveló deficiencias alarmantes en los protocolos de seguridad de Jeju Air, lo que le otorgó la puntuación más baja en su evaluación. Este informe subraya la creciente preocupación por su confianza, ya que según medios coreanos ha estado involucrada en múltiples incidentes, incluidos deslizamientos de pista y fallas técnicas graves. En 2019, un error de software obligó a un avión a regresar inmediatamente después del despegue, mientras que en 2021 se descubrió que operaba aviones con reparaciones pendientes, según reveló la agencia Yonhap.
Por otro lado, la respuesta de Aekyung tras el desastre de Muan ha sido objeto de fuertes críticas. Según se informa, el presidente Jang Young-shin se disculpó públicamente 11 horas después del mortal percance, lo que se considera una reacción tardía. Por el contrario, el vicepresidente ejecutivo Chae Hyeong-seok visitó el lugar de la brutal colisión para expresar sus condolencias.
La polémica y el boicot en torno a la gestión del grupo empresarial se ha intensificado. Chae Hyeong-seok ha sido objeto de críticas por prácticas de gestión cuestionables, incluidas condenas por malversación de fondos. Además, su hermano, Chae Seung-seok, ex director ejecutivo de Aekyung Development, fue declarado culpable de uso ilegal de propofol, un anestésico que, aunque se utiliza ampliamente en procedimientos médicos, ha generado preocupación sobre su potencial de abuso.
Aekyung también se ha enfrentado a acusaciones relacionadas con un escándalo de desinfectante de humidificadores, que provocó enfermedades pulmonares en 98 personas, de las cuales 12 murieron. A pesar de un veredicto inicial de no culpabilidad, un juicio posterior anuló esta decisión, estableciendo un vínculo causal entre el uso de dichos productos y las enfermedades.
El Tribunal Supremo ha decidido reabrir el caso, indicando que la controversia en torno a la empresa seguirá siendo un tema candente. En un entorno donde la confianza del consumidor es crítica, este caos podría tener repercusiones significativas en las transacciones y la rentabilidad del Grupo Aekyung, planteando dudas sobre su capacidad para navegar en un sector aéreo desafiante y altamente regulado.
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