El BRICS le abre la puerta a Cuba en momentos de enormes dificultades económicas y sociales
Cuba fue admitida como país asociado al BRICS, el bloque económico que lideran Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y que en octubre había sumado a Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán. La inclusión de la isla tiene lugar en momentos que atraviesa una severa crisis económica y social. El presidente cubano Miguel Díaz-Canel sostuvo que esta membresía se ha logrado a pesar de los «esfuerzos imperiales» por aislar a La Habana. La mayor de las Antillas se suma de esta manera a una «novedosa instancia de concertación y cooperación que reúne a un significativo potencial económico, productivo, tecnológico, poblacional, territorial y de gran riqueza natural».
La entrada de Cuba al BRICS había sido pactada en la cumbre de Kazán, realizada en octubre pasado. Vladimir Putin no ha sido ajeno a esta apertura hacia un país de escasa relevancia económica en el mundo, pero que tiene para Moscú un valor geopolítico significativo. También se ha beneficiado Bolivia con la política de admisión del grupo que produce el 34% del PIB mundial. En aquella oportunidad, el voto brasileño cerró la puerta a Venezuela. Esta decisión profundizó la distancia política entre Nicolás Maduro y Luiz Inacio Lula da Silva, acentuada a partir de la decisión de las autoridades electorales venezolanas de no dar a conocer las actas que validaron el supuesto triunfo en las urnas del actual presidente.
Brasil ha asumido la presidencia del bloque, con lo cual la distinción entre La Habana y Caracas ofrece otra perspectiva de las desavenencias entre Lula y Maduro. El Gobierno brasileño se propuso fortalecer las relaciones del BRICS con los países del sur global y profundizar la discusión sobre el desarrollo de medios de pago alternativos al dólar para el comercio entre los miembros del bloque. Esa veta comercial podría beneficiar a una Cuba que este año tendrá una nueva caída de su economía, aproximadamente de dos puntos. El propio Gobierno de Díaz-Canel remarcó que se abre una «posibilidad de comerciar con monedas locales dentro de los BRICS»,
Las autoridades cubanas suelen explicar la debacle económica como una consecuencia directa de las sanciones norteamericanas. La integración a este bloque supone una manera de compensar su dificultad para acceder a otros mercados. «Con todos los países miembros desarrollamos muy buenas relaciones y compartimos propósitos afines», dijo el ministro de Exteriores, Bruno Rodríguez. El BRICS, añadió, «es una instancia que nos abre nuevas oportunidades comerciales, de inversión y de cooperación, que debemos saber aprovechar».
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El presidente boliviano, Luis Arce, sumergido también en su propia crisis política, también saludo la novedad. «En un mundo lleno de incertidumbre por la transición hacia un nuevo orden global, ser parte de este bloque nos permite diversificar y proteger nuestros activos, convirtiéndonos en un actor relevante dentro de una plataforma de inversión en economías emergentes con inmenso potencial».
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