JAÉN 4 de enero (EUROPA PRESS) –

La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) mantiene activa la búsqueda de Ibrahima Diouf, el temporero senegalés de 33 años, que fue visto por última vez el 5 de enero de 2021 en Villacarrillo (Jaén) donde trabajaba como temporero en la colección de oliva

Han pasado cuatro años de su desaparición pero la UCO insiste en que el caso sigue abierto y que se siguen investigando cualquier pista que arroje luz sobre su paradero. De hecho, la UCO ha dicho a Europa Press que cualquier dato o información que reciban sobre este caso es investigado.

Fue en julio de 2023 cuando la UCO concluyó los trabajos de búsqueda y rastreo que llevaron a cabo durante más de dos semanas en varios lugares de Villacarrillo para intentar localizar pistas que condujeran al paradero de Ibrahima Diouf. Fue la última vez que se organizó un despliegue por este caso, aunque los agentes han seguido realizando investigaciones de forma recurrente desde su desaparición.

En aquella ocasión participaron medios de apoyo como la Unidad de Caballería o drones, entre otros. La UCO sostiene que sus viajes a Villacarrillo son y serán frecuentes, aunque no siempre lo hacen desplegando medios de apoyo.

El Instituto Armado viene realizando reiterados registros e investigaciones relacionados con este caso, por lo que se investiga a un vecino de la referida localidad. Se trata de un empresario agrícola para el que trabajaba el jornalero y que ya fue investigado por la desaparición de otro temporero en 2013, aunque fue absuelto en el juicio. De hecho, también se siguen buscando los restos de este primer temporero desaparecido.

Desde su desaparición, la UCO ha realizado registros en las propiedades del investigado. En los últimos trabajos sobre el terreno, en junio de 2023, hasta Villacarrillo se desplazaron una treintena de agentes que registraron palmo a palmo la zona conocida como Arroyo los Pozuelos, situada a la salida del polígono industrial del municipio, así como otras zonas aledañas.

La zona fue peinada a caballo y se asistió al Servicio Cinológico para que los perros rastrearan los restos biológicos que detectaran en el terreno. También contaron con la ayuda de un dron que sobrevoló la zona y puntos de difícil acceso, como un barranco muy profundo.

Además, en mayo de 2023 la Guardia Civil pidió colaboración ciudadana para esclarecer el caso. En ese momento, argumentaron que sería de gran interés para la investigación contar con algún material gráfico, tanto fotos como videos, registrado en la vía pública del municipio de Villacarrillo entre el 5 y 7 de enero de 2021, destacándolo como un hecho relevante. . del que también se solicita material gráfico, la celebración de la Cabalgata de Reyes. Sin embargo, pese a este llamado a la colaboración ciudadana, no se encontró ninguna pista que arrojara luz sobre el caso.

En el primer momento de la desaparición de Ibrahima Diouf se llevaron a cabo minuciosos registros en un garaje y en una vivienda, en los que también participaron perros del servicio cinológico. Además, estuvieron presentes miembros de los grupos de Actividades Subacuáticas (GEAS) y de Salvamento Especial de Intervención en Montaña (Greim) para inspeccionar un pozo ubicado en la propiedad. Posteriormente se inspeccionó un olivar propiedad del citado vecino en Villanueva del Arzobispo (Jaén).

El investigado ya fue detenido por la desaparición en diciembre de 2013 de un temporero maliense que trabajaba para él en la recolección de aceitunas y cuyo cuerpo aún no ha sido encontrado.

Se trata de Tidiany Coulibaly, de 22 años, quien se perdió luego de que él y otros trabajadores inmigrantes de su cuadrilla sostuvieran una discusión con el citado empresario agrícola, a quien le expresaron sus quejas sobre las condiciones laborales en el proceso de cosecha.

Tras ser juzgado en 2016 por, entre otros delitos, explotar a trabajadores inmigrantes y haber hecho desaparecer a uno de ellos que se presentaba como portavoz del grupo, fue absuelto del delito de desaparición forzada de Tidiany Coulibaly.

La Sección Segunda de la Audiencia de Jaén, por su parte, le condenó a un año de prisión y 4.200 euros de multa por un delito contra los trabajadores, que «fueron explotados», y a otro año y medio de prisión por un delito contra la Administración. de Justicia junto con otra multa de 6.000 euros. Además, por falta de fraude eléctrico, fue condenado a pagar otra multa por valor de 1.200 euros.