cuándo se siembran y cómo hacerlo bien para que prosperen
En los últimos años, muchas personas han decidido empieza a cultivar tu propia comida, aunque sea una pequeña cantidad. Esta vuelta a lo básico no sólo contribuye a una dieta más saludable, sino que también reduce la dependencia de productos procesados y fomenta hábitos más sostenibles.
Los guisantes, por su sencillez y versatilidad, se han convertido en una de las opciones favoritas de quienes buscan crear su propio huerto.
Como alimento, guisantes frescos. aportan fibra y, al ser una legumbre, una Cantidad notable de proteínas y vitaminas del grupo B.
tipos de guisantes que puedes cultivar en casa
El mundo de los guisantes es más grande de lo que parece. Existen diferentes variedades, cada una con características particulares que Pueden adaptarse a diferentes espacios y necesidades. Algunos de los más notables son:
- Concejal: Esta variedad de guisante trepador es muy productiva y robusta. Su crecimiento requiere estacas y sus vainas contienen entre 9 y 10 granos.
- Lincoln-Granxo: Se distingue por su color verde azulado. Sus vainas contienen de 8 a 10 semillas.
- Vainón: Otra variedad trepadora con granos grandes y gruesos. Es muy productiva, con vainas que contienen entre 10 y 11 granos.
¿Cuándo es el momento y lugar ideal para plantar guisantes?
Para que sus guisantes crezcan sanos y fuertes, necesitan el entorno adecuado. Prefieren espacios con buena exposición al sol, pero donde la tierra no se seque en exceso.
El suelo también es fundamental, hay que suave, fresco y bien escurrido. Un sustrato enriquecido con compost o abono orgánico será perfecto para alimentar a tus plantas.
Siembra en otoño e invierno.
La época ideal para plantar guisantes es entre otoño e invierno, ya que estas plantas se adaptan bien a temperaturas más frías. Sin embargo, si el clima de tu región es extremadamente frío, es recomendable protegerlas con mallas o estructuras tipo invernadero.
En cuanto al contenedor, existen múltiples opciones: Macetas, jardineras, cajones o directamente en el suelo. Lo importante es que el espacio tenga suficiente profundidad (mínimo 15 cm) y que tenga orificios de drenaje para evitar que se acumule agua.
Cómo plantarlos correctamente
La forma más sencilla de sembrar guisantes es hacerlo directamente en su ubicación definitiva. Coloque las semillas en hileras espaciadas a 50 cm de distancia y asegúrese de dejar una distancia de 3 cm entre cada semilla. La profundidad de plantación recomendada es de aproximadamente 1,5 cm.
Durante el proceso de germinación y crecimiento el riego es fundamental. Mantén el sustrato húmedo, pero no encharcado, para prevenir la aparición de hongos y otras enfermedades. Una humedad constante pero bien controlada contribuirá a un desarrollo óptimo.
Si cultivas otras plantas cerca, ten en cuenta que no se llevan bien con el ajo.
Cuidado y protección de los guisantes.
EL guisantes trepadores Pueden alcanzar una altura de hasta dos metros, por lo que Necesitará un sistema de apoyo. Para ello se suelen utilizar espalderas, carrizos o estructuras de estacas que guíen su crecimiento vertical.
Para proteger el sueloSe recomienda aplicar una capa de mantillo natural (paja, hojas secas, etc.). Esta técnica ayuda a mantener la humedad, reduce la necesidad de riego y previene algunas enfermedades comunes, como el mildiú.
Otro aspecto clave de la protección de los guisantes es evitar que las aves se coman su grano. Instalar un Red antipájaros en plantas. Es una medida eficazz para evitar estas pérdidas.
Cuándo cosechar guisantes y cómo aprovecharlos al máximo
El tiempo de cosecha llega después de unos pocos tres meses después de la siembra:
- Para estar seguro de que están en su punto máximo, fíjate en el color de las vainas: deben ser verdes y tener una textura firme pero no endurecida.
- Para disfrutar del sabor más fresco lo ideal es Consuma guisantes poco después de la cosecha. También puedes congelarlos para mantenerlos frescos por más tiempo.
Las vainas se pueden utilizar, porque Se pueden utilizar para elaborar todo tipo de platos o incluso para hacer abono, cerrando así el ciclo natural de reutilización en tu propio jardín.
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