Corría el minuto 115 de la prórroga, con el partido igualado a cero, cuando una contra atlético dejó a Álvaro Morata enfilado hacia el área para encarar a Courtois sin rival. Pero entonces apareció Federico Valverde para cortar el avance del rojiblanco con un hachazo que le costó la roja, pero evitó la posible victoria del equipo de Simeone. Hasta el propio técnico del Atlético le chocó la mano al pasar por su lado reconociendo que había hecho lo mejor para su equipo, que finalmente terminó ganando el título en los penaltis, a los que llegó gracias a la acción del uruguayo.