¡Han pegado a la señora!
Hace unas semanas varias familias se mudaron 28 viviendas en un edificio en Carabanchel, Madrid. Lo que al principio parecía un alquiler compartido, unos días más tarde resultó ser una sentadilla con versiones muy diferentes entre okupas y vecinos.
Los okupas nos cuentan que conocieron al supuesto propietario por diferentes canales. Algunos vieron el anuncio publicado en línea, otros a través de un grupo de Facebook y algunos dicen que fue «a través de algunos amigos». Cada uno firmó un contrato diferente, con precios muy diferentes que oscilan entre los 800 y los 1.300 euros. “Quién hubiera pensado que si te abrían la puerta podría ser falso”, nos dijo uno de ellos. Los ocupantes ilegales afirman que no sabían que la persona que supuestamente les alquilaba las unidades no era el propietario de los apartamentos. Sostienen que tenía en su poder las llaves del portón, de los departamentos y de todas las puertas de las instalaciones del edificio. “Ves la cerradura de mi casa, no hay nada forzado”, dicen.
Con el paso de los días, dicen, la policía les informó que eraLos contratos eran falsos, los alquileres no eran válidos y estos alojamientos estaban okupados. “Lo que queremos es un techo, un alquiler”, explican. El presunto que les había alquilado ilegalmente estos apartamentos, afirman, ha desaparecido. «Él tuvo que venir a buscarme y “No he vuelto a saber de él”.ellos defienden. Dicen que quieren quedarse, que lo pagaron.
Toda esta trama es, según vecinos que viven en estos barrios, una historia perfectamente ensamblada. «No quiero generalizar, pero pensamos que Usan esta excusa pero probablemente sea algo organizado.«, «están preparados, están informados y saben defenderse», explican dos residentes legales de este edificio.
La tensión entre los dos grupos aumenta. Los ocupantes ilegales afirman que les gritan a través de la ventana, mientras que los vecinos afirman que les gritan.y escuchan peleas y gritos a altas horas de la noche. Sin embargo, el clímax de la situación se produjo el 23 de diciembre, cuandoUna empresa de deportación intentó expulsar a inmigrantes ilegales. En el vídeo se escuchan los gritos de los okupas en la puerta de calle: “le pegaron a la señora”. Intentaron evitar la deportación golpeando con lo que parece ser un cinturón. Con varios enfrentamientos, golpes y según algunos vecinos del edificio, varios heridos.
Incluso hoy en día, los okupas viven en los apartamentos y no tienen intención de abandonarlos. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, se pronunció sobre este tema afirmando que «Allí deberían ir los que dicen que en España no hay problema de okupación, «Que vayan a esta finca de Carabanchel y digan a los vecinos si hay problema de okupación o no. Mientras tanto, de la empresa propietaria de estos pisos no se sabe absolutamente nada».
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