Cómo reconocer los síntomas de un quiste de ovario a tiempo, un compañero silencioso
Las masas anexiales comúnmente se denominan quistes ováricos, aunque el término se refiere a todos los tumores que afectan las trompas de Falopio o los ovarios. Estos tumores pueden diagnosticarse produciendo síntomas que nos lleven a consultar, pero también pueden acompañarnos durante mucho tiempo sin provocar síntomas y ser diagnosticados durante una exploración ginecológica de rutina.
“Estas son condiciones comunes entre mujeres de todas las edades. Si bien son más comunes en mujeres premenopáusicas, especialmente en la población joven, entre quienes tienen una prevalencia de entre el 20 y el 25 por ciento; También afectan a una de cada diez mujeres posmenopáusicas. En las mujeres posmenopáusicas, alrededor del 10 por ciento son malignos”, explica el doctor Balbino Povedano, jefe del servicio de ginecología y obstetricia del Hospital Quirónsalud de Córdoba.
Asimismo, la doctora María Dolores Torres, especialista del departamento de ginecología y obstetricia del mismo centro de salud, recuerda en este sentido la importancia del diagnóstico precoz, así como su impacto en la salud de la mujer: “En las mujeres posmenopáusicas, los quistes ováricos” son menos común (10%), pero en estos casos la posibilidad de malignidad es mayor.»
Principales factores de riesgo
Según detalla la experta, entre los factores de riesgo para el desarrollo de quistes ováricos se encuentran: obesidad, ser madre mayor de 35 años, tabaquismo, antecedentes familiares de quiste ovárico o cáncer de ovario; o determinados síndromes, “pero se trata de causas más raras”.
Además, el Dr. Povedano señala que los quistes ováricos suelen ser asintomáticos. Cuando presentan síntomas, suelen ser inespecíficos. Los síntomas más comunes son: dolor, sensación de inflamación o plenitud; o síntomas gastrointestinales, como náuseas, gases, vómitos o estreñimiento. También pueden provocar síntomas urinarios debido a la presión, como ganas de orinar o urgencia de la vejiga (sensación constante de necesidad de orinar); además de hinchazón abdominal, dolor durante las relaciones sexuales, sangrado entre períodos, pérdida de peso o astenia.
Confirmar sospechas
A su vez, el Dr. José María Martos, experto en diagnóstico por la imagen de Quirónsalud Córdoba, indica que cuando se sospecha de estas características se suele realizar una o varias de las siguientes pruebas de imagen:
Ecografía ginecológica, realizada por el ginecólogo en consulta, y a través de la cual se podrá saber si un quiste es benigno, dudoso o parece maligno, así como la cantidad, tamaño del quiste y si son necesarias pruebas diagnósticas adicionales.
Si la ecografía ginecológica no es suficiente para establecer el diagnóstico, se recurre a la resonancia magnética, «con una alta capacidad de detección de lesiones», aunque destaca que se trata de una prueba que permite caracterizar los tejidos, además de detallar anatómicamente el ovario. También se puede realizar una tomografía computarizada (cuando no se puede realizar una resonancia magnética) o si se desean detalles específicos de los quistes.
En este punto, el doctor Balbino Povedano sostiene que la cirugía de quistes ováricos está indicada en casos emergentes, es decir, aquellos que requieren una intervención inmediata, como en algunos embarazos ectópicos accidentales; en ciertos quistes hemorrágicos rotos muy sintomáticos; en caso de infecciones graves; Además, en quistes benignos, de más de 10 centímetros; o que producen ciertos síntomas, como dolor o infertilidad. Si se sospecha un quiste maligno, se debe realizar una biopsia para asegurar su naturaleza maligna y, cuando sea posible una cirugía óptima, el paciente debe someterse a una cirugía para extirpar completamente el tumor maligno. En ocasiones, antes de operar, es mejor realizar un tratamiento médico, seguido de una intervención quirúrgica cuando el número de tumores malignos ha desaparecido o disminuido.
Si detrás hay cáncer de ovario
Finalmente, la doctora María Jesús Rubio, jefa del Servicio de Oncología Médica del Hospital Quirónsalud de Córdoba, indica los pasos a seguir ante la sospecha de una lesión maligna, compatible con un diagnóstico de cáncer de ovario: “Lo primero que debes saber» Se trata de estudios de imagen, ecografía transvaginal.
Ante los altos datos de sospecha de un posible cáncer de ovario, el doctor Rubio indica que los resultados de las pruebas de imagen, biopsias y análisis deben presentarse ante un comité multidisciplinario de tumores, donde se verá la extensión, así como las características del tumor. ; y a partir de ahí la posible estrategia terapéutica. “Hasta el 70% de los cánceres de ovario se diagnostican en un estadio avanzado debido a las características de la enfermedad”, añade.
En este sentido, José María Martos, experto en diagnóstico por la imagen de Quirónsalud Córdoba, detalla que cuando los quistes ováricos empiezan a tener una pared más gruesa o irregular, o empieza a haber tejidos que no son líquidos con calcio o grasa, es cuando las personas empiezan a Pensemos que no se trata de simples quistes, lo que no quiere decir que sean necesariamente malignos.
Actualmente, las técnicas quirúrgicas más utilizadas para la extirpación de quistes benignos son las mínimamente invasivas, como la laparoscopia o la robótica descrita por el Dr. Povedano. Recientemente se ha introducido una nueva técnica denominada V-Notes, disponible en algunos casos, que permite la extirpación de masas anexiales por vía vaginal, sin necesidad de realizar incisiones abdominales.
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