España mandará ayuda al ejército de Líbano para que pueda controlar el sur del país, en manos de Hizbulá
Líbano comienza de cero. Tiene un nuevo Gobierno recién estrenado tras más de dos años de bloqueo. Las calles de Beirut, su capital, ya están empapeladas con el rostro del nuevo presidente, el general Joseph Aounm, elegido hace tan solo seis días. Pero el país de los cedros se asoma también al abismo, porque el precario alto el fuego con Israel (violado en decenas de ocasiones) se debe renovar el próximo 26 de enero. Hay impulso político y apoyo internacional para evitar que continúe una guerra en la que han muerto más de 4.000 personas y que ha dejado destrozos por más de 8.000 millones de euros.
[–>[–>[–>[–>En este momento decisivo, España da un pequeño paso adelante y anuncia que va a dar apoyo al ejército libanés. Una contribución de 10 millones de euros para que las maltrechas Fuerzas Armadas de Líbano (LAF, por sus siglas en inglés) puedan ponerse en pie y retomar el control de la zona sur del país, hasta ahora en manos del grupo islamista chií Hizbulá. Es parte del acuerdo de alto el fuego con el violento vecino israelí, pero es tremendamente complicado para un Ejército gubernamental eclipsado por la fuerza de las milicias del grupo terrorista.
[–>«Vamos a apoyar a las Fuerzas Armadas Libanesas con diez millones de euros a través de los programas del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD). Su labor es fundamental para la soberanía e integridad de Líbano y la seguridad de Oriente Medio», ha dicho el ministro de Exteriores, José Manuel Albares. «Hay dos grandes objetivos: la reconstrucción y el refuerzo de las Fuerzas Armadas Libanesas para que se puedan desplegar en el sur de Líbano. Serán dos programas concretos: complementos salariales y otro para poner paneles solares».
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¿No es una ayuda escasa, dado que hacen falta miles de millones de euros solo para reconstruir lo destrozado por los bombardeos israelíes?, le ha preguntado la prensa presente en Beirut. «Vamos a seguir incrementando y vamos a estar al lado del pueblo libanés, como estuvimos el año pasado», ha aclarado el ministro.
[–>[–>[–>[–>El jefe de la diplomacia ha hecho estas declaraciones en el Palacio Presidencial de Beirut, tras reunirse con el nuevo jefe del Estado, el mencionado Jospeh Aoun. Es el primer ministro extranjero al que recibe. Le ha agradecido la posición de apoyo de España durante la guerra, según Albares.
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El ministro español también se ve el miércoles en Líbano con el primer ministro saliente, Nayib Mikati, y el nuevo, Nawaf Salam, que era hasta ahora presidente de la Corte Internacional de Justicia (CIJ). Su nombramiento ha enfadado a Hizbulá, el primer grupo parlamentario en la política libanesa, con más de un 20% de los votos. La milicia islamista ha calificado los cambios en el Gobierno como un golpe de Estado apoyado por Estados Unidos. Lo cierto es que el nuevo presidente era el favorito de Washington y el nuevo primer ministro ha sido decidido por este.
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No parece haber, sin embargo, tambores de una nueva guerra civil. Hizbulá está muy mermado tras los ataques entre septiembre y noviembre del Ejército israelí. Su líder, Hasam Nasralá, fue asesinado por la aviación hebrea, que también perpetró varios atentados en los que hizo explotar miles de beepers y walkie talkies de miembros de la milicia.
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El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en Beirut (Líbano). / AP/ Bilal Hussein
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Sin necesidad de aumento de tropas
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Albares ha asegurado que el presidente libanés no ha hecho mención a la necesidad de aumentar el número de soldados españoles desplegados en la misión de paz de los cascos azules, la Fuerza Provisional de Naciones Unidas en el Líbano (FINUL). Hay ahora mismo 600, pero España aporta también al general que comanda la misión internacional, Aroldo Lázaro.
[–>[–>[–>[–>El ministro de Exteriores mantiene también un nuevo encuentro con el general español, al mando de la FINUL. «Deben cesar los ataques a infraestructuras civiles y deben retirarse por completo las fuerzas israelíes del sur del país», ha dicho Albares. «Al mismo tiempo, el despliegue de las fuerzas libanesas va a garantizar la seguridad de ese país».
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El ministro de Exteriores arranca así su nueva gira por Oriente Próximo. Este jueves viaja a Damasco, la capital Siria, un mes después de la caída del régimen de Bashar al Asad.
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Es la primera visita que hace a este país un ministro español desde hace más de una década. La bandera en la embajada española será izada de nuevo, tras haber sido arriada como señal de protesta por la represión de Bashar al Assad, ahora huido a Moscú tras una ofensiva de fuerzas de la oposición e islamistas del grupo Organismo de Liberación de Levante (Hayat Tahir al Sham, HTS). Con su líder y jefe de facto de transición, Ahmed al Shara, se verá este jueves el ministro. También tiene previsto acudir a la prisión de Sednaya, apodada el «matadero humano», en memoria de las víctimas de la represión del régimen de Al Asad.
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