Los tres meses previos al embarazo pueden marcar la diferencia en la salud futura de los niños

La contaminación del aire incluye pequeñas partículas y gases que dañan la salud humana. Las PM2,5 y PM10 son partículas microscópicas suspendidas en el aire, mientras que el NO2 es un gas emitido principalmente por los vehículos. Estas sustancias pueden alterar la calidad de los espermatozoides y los óvulos, aumentando el riesgo de problemas de salud en la descendencia, incluso antes del embarazo.

Un equipo internacional, liderado por la Facultad de Medicina Keck de la Universidad del Sur de California (USC), ha demostrado que la exposición a la contaminación del aire durante los tres meses previos a la concepción se asocia con un mayor IMC infantil y un mayor riesgo de obesidad hasta los dos años de edad. .

Un análisis sin precedentes

En uno de los estudios más grandes sobre exposiciones ambientales antes de la concepción, se analizaron 5.834 madres y sus bebés en clínicas de maternidad en Shanghai. Los investigadores, utilizando modelos avanzados de aprendizaje automático, estimaron la exposición diaria a contaminantes como PM2,5, PM10 y NO2 en los hogares de los participantes.

Posteriormente, recogieron datos médicos sobre el peso y la altura de los niños hasta los dos años. La comparación entre quienes tuvieron baja exposición (percentil 25) y alta exposición (percentil 75) reveló que niveles más altos de PM2,5 aumentaron el BMIZ infantil en 0,078 puntos, mientras que PM10 lo hizo en 0,093 kg/m² de IMC a los dos años.

Además, a partir de los seis meses, los niños con mayor exposición a estos contaminantes mostraron mayores tasas de crecimiento en peso, IMC y BMIZ. Aunque estos cambios son pequeños, su impacto es significativo dada la exposición global generalizada a la contaminación.

Consecuencias y recomendaciones

Aunque el estudio es observacional y no establece una causalidad directa, destaca la necesidad de tomar precauciones. Los investigadores sugieren medidas como usar máscaras, evitar actividades al aire libre en días de mala calidad del aire y usar purificadores de aire en interiores.

El estudio también sugiere que los hombres que planean tener hijos pueden beneficiarse de medidas similares para proteger la calidad de su esperma.

Próximos pasos en la investigación

El equipo de la USC ya está planeando nuevos estudios en el sur de California para medir la exposición a contaminantes antes de la concepción y evaluar intervenciones con purificadores de aire. Estas investigaciones podrían allanar el camino hacia estrategias efectivas para proteger a las generaciones futuras de los riesgos metabólicos y cardiovasculares para la salud.

El aire que respiramos antes de la concepción podría ser un factor decisivo en la salud de nuestros hijos. Luchar contra la contaminación no sólo es urgente para el presente, sino también para el futuro de las familias.

REFERENCIA