El resultado final de un modelo se desarrolla entre papel, digital y arcilla.

La historia de un coche comienza con un boceto. Alberto Torrecillas, diseñador exterior de CUPRA, calca sobre el papel los contornos y formas del que se ha convertido en el primer SUV electrificado de la marca, el CUPRA Terramar.

Pero hasta llegar al diseño final, estas líneas fueron trazadas, retocadas y literalmente esculpidas, una y otra vez, hasta crear las proporciones perfectas. “Dibujamos la esencia del modelo, lo transformamos digitalmente para apreciar los volúmenes, pero si realmente queremos sentir las superficies y ver si las proporciones funcionan, se necesita un modelo de tamaño natural”, especifica el diseñador. Es entonces cuando el barro se convierte en el protagonista de esta historia.

Proporciones deportivas. En una de las salas confidenciales del centro técnico de CUPRA, Alberto analiza a gran escala el CUPRA Terramar en uno de los estados anteriores al que veremos en el diseño final. Mirándolo de lado, recubierto de un vinilo que simula su pintura, parece un modelo totalmente real. Del otro lado, la vemos sin revestimientos, color tierra; un modelo compuesto por más de cinco mil kilos de arcilla, fresado automáticamente con parámetros precisos y luego pulido manualmente, en el que cada detalle de la superficie ha sido esculpido con precisión milimétrica. “Las proporciones son esenciales en nuestros modelos. En los bocetos los definimos, pero realmente los vemos en las réplicas físicas de arcilla”, dice.

Por ejemplo, en el CUPRA Terramar, este paso fue clave en el proceso de diseño, porque “al tratarse de un SUV, queríamos resaltar sus amplias proporciones de 4,5 metros, haciendo que el color de la carrocería fuera el gran protagonista en toda la carrocería y al mismo tiempo tiempo. Mantener una escultura atlética y deportiva. La forma más clara de apreciarlo fue utilizando el modelo de arcilla”, añade.

Know-how que complementa la tecnología. Si bien las últimas tecnologías y herramientas digitales son una parte clave del proceso de diseño, la creación de modelos de arcilla de tamaño natural es una parte esencial del proceso de validación. “Este material es muy interesante porque puedes comprobar las secciones, las sombras, las luces…” explica Torrecillas.

Siente el patrón. Otra de las razones por las que esta fase es fundamental para la oficina de diseño es que les permite tocar y sentir cada una de las superficies exteriores. “Para nosotros, cada forma, cada línea, cada extensión tiene un significado y expresa una intención. Con solo tocar las superficies podemos comprobar si funcionará a nivel de diseño”, según Torrecillas.

Inmediatez y precisión. Además, se suma la ventaja de la velocidad. Esto se debe a la inmediatez de la aplicación de los toques y la precisión con la que se ejecutan, ya que al ser un material maleable los cambios son visibles al instante. “En el CUPRA Terramar, las líneas del capó son uno de los elementos clave del frontal, ya que enmarcan nuestro logo. Utilizar estos modelos de arcilla fue fundamental para buscar y ver inmediatamente qué sección nos permitía colocarlos como protagonistas.

El resultado final de esta historia que se desarrolla entre el papel, lo digital y la arcilla, un SUV deportivo que adopta el nuevo lenguaje de diseño para irrumpir en el segmento de mayor crecimiento en Europa.