DECRETO ÓMNIBUS | Los socios del Gobierno dan por perdido a Junts y temen una moción con PP y Vox: “Es cuestión de tiempo”
Junts centró sus esfuerzos desde el inicio de la legislatura en situarse como un actor independiente, sin que se le incluyese dentro del bloque de investidura. Aunque el Gobierno negocia por separado con todos los grupos, Junts nunca fue un socio más y se le concedió ya este sello diferenciador en el pacto de investidura al fijar una mesa de diálogo con mediación internacional. A excepción del ERC, debido a su competitividad electoral con los posconvergentes, el resto de socios lo asumieron con más menos resignación su papel, sin confrontar. La decisión de Junts de unir sus votos a PP y Vox para bloquear la tramitación de una norma para regular los alquileres de temporada, primero, y su oposición junto al PNV a prorrogar el gravamen a las energéticas, ya provocaron algunas críticas, más allá de ERC, que ahora se han hecho explícitas por tumbar el decreto ómnibus.
El tono de confrontación de ERC con Junts se ha contagiado a otros grupos. Pero no solo, pues también ha comenzado a calar su tesis de que acabará apoyando una moción de censura con PP y Vox para derribar al Gobierno de Pedro Sánchez. “Es cuestión de tiempo, siguen en la estrategia de desgastar al Gobierno y más pronto que tarde lo harán”, explican desde la dirección de ERC en el Congreso sobre este extremo. Un temor que deslizan también desde Podemos o EH Bildu.
Los abertzales incluyen ya a los posconvergentes en el saco de las “fuerzas de derechas”, junto a los populares y los de Santiago Abascal. Una ecuación que en materia de fiscalidad está incluso más asentada. En Podemos llevan más tiempo con esta lectura y fueron los primeros en contagiarse de las tensiones entre el Gobierno y Junts.
Con la legislatura en suspenso, los morados se han apeado de negociar los Presupuestos. Una forma de desentenderse del bloque de investidura para no quedar atrapados electoralmente bajo el manto del PSOE o reflejados como socios acríticos y con un bajo listón de exigencia. Tras el rechazo de PP, Vox y Junts al decreto ómnibus, Podemos reclamó al Gobierno “que no ceda ante el chantaje de quienes quieren criminalizar a las personas más vulnerables de nuestra sociedad, que son aquellas que están en riesgo de desahucio”.
En el PNV se creen la negativa de Junts sobre que no habrá moción de censura mientras Vox sea necesaria para sacarla adelante. Con todo, incluso los nacionalistas vascos mostraban resignación esta semana tras la decisión de Junts de rechazar el decreto con el escudo social y otras medidas económicas y tributarias. Por no saber jugar sus “bazas” con las buenas cartas que le daría la actual aritmética parlamentaria, con sus siete diputados imprescindibles para armar mayorías.
Cuando los jeltzales recuperaron su histórica relación con el espacio que ahora lleva las siglas de Junts, tras quebrarse por el 1-O, se apostó por su coordinación en el Congreso. Algo que después de la investidura se materializó en una reunión de las cúpulas de ambos partidos para fijar el objetivo de un “futuro de colaboración” en las Cortes Generales. Entonces se insistió en la coordinación parlamentaria con “medidas legislativas, económicas y sociales que promuevan el bienestar de las ciudadanías de Euskadi y Catalunya».
Si los socios comienzan a dar por perdido a Junts, el PNV ha visto como sus posiciones golpeaban de lleno en propia agenda e intereses. Y es que en el decreto tumbado Junts se incluía la cesión del palacete parisino que fuera sede del Gobierno vasco en el exilio, con el lehendakari José Antonio Aguirre al frente, hasta 1951. Una reivindicación histórica de los nacionalistas vascos. En lo que sí coinciden desde el PNV con otros grupos que apoyaron la investidura es que el Ejecutivo tiene intención de mantener la legislatura a flote. El propio Pedro Sánchez repetía este viernes que “hay legislatura para rato”.
El ‘todo o nada’ de Sánchez
Los socialistas buscan reconducir la relación con Junts, pero con una arriesgada apuesta por el todo o nada. Mientras Carles Puigdemont se sacude la presión reclamando que se trocee el decreto para salvar solo la revalorización de las pensiones y las bonificaciones al transporte, en el Gobierno responden con su intención volver a presentar un decreto con “todas” las medidas que decayeron.
El propio Pedro Sánchez enumeró este viernes otras de las medidas del escudo social, como la prohibición de los desahucios o las ayudas a la DANA, para valorarlas positivamente y asegurar que fueron acordadas íntegramente con otros grupos el pasado mes de diciembre, cuando se llevaron al último Consejo de Ministros del año. Es por ello que Sánchez ha pedido «recapacitar» a los grupos que votaron en contra y volver al acuerdo de diciembre para que puedan aprobarse la mayoría de las medidas del paquete.
El presidente del Gobierno apeló así a las fuerzas políticas que votaron en contra del decreto al “sentido común” y a que “podamos sacar un decreto ómnibus, que es un escudo social que necesita nuestro país». En Moncloa se combinan las llamadas al diálogo y la búsqueda de un nuevo consenso con Junts, con la presión de responsabilizar de la bajada de las pensiones y la subida de precios en el transporte a los grupos que votaron en contra de la convalidación del decreto.
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