La llegada de la Universidad privada a Asturias paliará la falta de sanitarios, aseguran los docentes
La llegada a Asturias de universidades privadas abre una alternativa a titulaciones que actualmente registran un «déficit claro» de profesionales que no está siendo atendido a través de la oferta pública. Así lo consideran profesionales y sindicatos del sector sanitario, que ven en el aterrizaje de este tipo de instituciones un «complemento» al trabajo que viene desarrollando la Universidad de Oviedo más que una competencia. Ejemplo claro es el sector de la Enfermería, donde «el número actual de egresados que acaban los estudios no es suficiente para cubrir el elevado numero de jubilaciones que se están produciendo ni las necesidades crecientes de enfermeras en diversos ámbitos».
El decano de la Facultad de Enfermería de Gijón, Fernando Alonso, reconoce que «a pesar del reciente incremento del 10% en la oferta de plazas de nuevo ingreso» en su institución, no logran cubrir «toda la demanda existente de estudiantes que desean acceder a estos estudios, ni quizás las futuras necesidades del sistema sanitario». España ocupa actualmente el quinto lugar por la cola en cuanto a número de enfermeras por habitante en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la situación tiende a gravarse.
Es en este contexto, apunta Alonso, donde las universidades privadas pueden contribuir, «siempre que se garantice la calidad de los estudios y no se comprometa la oferta pública». En este sentido, el decano, firme defensor de la universidad pública, resalta que Asturias cuenta actualmente con un grado de Enfermería «consolidado, respaldado por los dispositivos sanitarios y sociosanitarios públicos, lo que nos permite formar profesionales altamente cualificados y alcanzar un alto grado de satisfacción tanto entre egresados como entre empleadores».
El Sindicato de Enfermería (SATSE) también valora positivamente, aunque «con prudencia», el aterrizaje en Asturias de este tipo de instituciones. Consideran que «la posibilidad de formar a más enfermeras es bienvenida siempre que esta formación mantenga la misma calidad que la ofertada por nuestra universidad pública». Si bien es cierto que para ellos «lo ideal» sería que el incremento de graduados estuviese respaldado por el ámbito público, reconocen que las titulaciones privadas abren una alternativa interesante. «Somos conscientes de que ese incremento de plazas no es fácil si queremos mantener la calidad de la formación de nuestros profesionales, algo irrenunciable», afirman.
Para el Sindicato Médico Profesional de Asturias (SIMPA) más que la falta de profesionales, lo que de verdad acusa actualmente el sector es una ausencia de planes de recursos humanos adecuados y actualizados. En Asturias, el último planeamiento se redactó en 2009 y, por tanto, las plazas de universidad y de formación sanitaria especializada que contempla no se adaptan a las necesidades reales del Sistema de Salud. Teniendo en mente este escenario, el colectivo considera «la apertura indiscriminada de universidades debido a una mala planificación de los recursos humanos» como «un error muy grave», aunque reconoce que «desde luego no se puede frenar la legítima iniciativa empresarial».
La Unión de Sindicatos Independientes del Principado de Asturias (Usipa) defiende que el camino a seguir pasa por aumentar las plazas de MIR antes que las universitarias, pues «solo aumentará la competitividad del alumnado (y no necesariamente la calidad del aprendizaje por ser universidades privadas, más al contrario)». «Desde una organización sindical que defiende la sanidad pública consideramos necesario fortalecer la posición de las universidades públicas, posicionándolas como la única opción válida para un aprendizaje de calidad», afirman.
La revista británica «Times Higher Education» ha publicado el ranking universitario mundial de este 2025, situando a la Universidad de Oviedo entre las 1.200 mejores de las más de dos mil que se incluyen en el estudio. Esto supone un ligero receso respecto al año pasado, cuando la institución asturiana se sitúo dentro de las mil primeras. La publicación analiza diversas variantes para realizar la clasificación como la calidad de las investigaciones desarrolladas o la perspectiva internacional. Además, presenta un ranking detallado por materias. Por ejemplo, en el caso de la Universidad de Oviedo donde más destaca es en materias jurídicas, situándose entre las 300 mejores. Le siguen las ciencias de la vida (como la medicina, la biomedicina y la bioquímica) y la psicología. En ambos casos, se clasifica entre las 400 primeras. Por el contrario, la institución registra bajadas importantes en las clasificaciones de las ciencias sociales y las ingenierías. El ranking está liderado una vez más por la Universidad de Oxford, con el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ascendiendo a segundo lugar. En lo que respecta a las universidades españolas, las tres primeras son catalanas: la Universidad de Barcelona, la Universidad Pompeu Fabra y la Autónoma de Barcelona.
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