La victoria de etapa en el Dakar ha sido la recompensa a todo el esfuerzo y a todos los malos momentos
No ha sido el Rally Dakar soñado para Lorenzo Santolino (Salamanca, 1987). Sin embargo, como siempre, el de Guijuelo ha sabido hacer de las dificultades virtud. Y eso, en la carrera más dura del mundo, se suelen convertir en éxitos de proporciones planetarias.
A pesar de que su 18º puesto en la general evidencia que el objetivo del Top5 ha quedado lejos, no es menos cierto que este Dakar ha dejado muchos puntos positivos en la mochila de ‘Loren’. De hecho, suya fue la primera gran alegría para la afición española con esa heroica victoria en la etapa 3, la primera también en su cuenta particular en la carrera.
En un día que tenía marcado en rojo en su calendario por la dureza y por las características del terreno, el salmantino supo sacar a relucir todo su talento y su destreza para dibujar una especial perfecta en la que venció con holgura sobre todos sus rivales. Un triunfo que también le sirvió para desquitarse tras un inicio algo irregular. A partir de ese momento, cuajó una primera semana sensacional, rozando varios triunfos más y afianzándose dentro del Top10 de la general.
Sin embargo, tras superar la jornada de descanso, la mala suerte le vino a visitar toda de golpe. Primero, en la etapa 8, cuando un problema en uno de los inyectores de su Sherco tras un repostaje le hizo perder casi una hora y media y con ello todas sus aspiraciones de escalar puestos en la general. Pero dos días después llegó el colapso más absoluto. A sólo un kilómetro de la meta, en una etapa aparentemente sin dificultad, su moto se paraba de nuevo por un problema con el combustible.
‘Loren’, en un esfuerzo titánico, tuvo que empujar los más de 135 kilos de su Sherco por las montañas de arena blanda del desierto saudí para conseguir cruzar una línea de meta a la que llegó al límite de sus fuerzas. El que fue uno de los momentos más duros de su vida deportiva terminó dándole un valor incalculable a una medalla de finisher que no pudo morder el pasado año cuando tuvo que abandonar a causa de una avería. Ahora, repasa con EL ESPAÑOL lo dura que ha sido esta batalla y lo que le ha cambiado la vida en un año de cara y de cruz para él.
¿Cuál es tu sensación con el paso de estos días de todo lo que ha sido el Dakar?
El feeling es positivo. Ha habido momentos muy buenos y otros no tanto, pero en cada uno de ellos he intentado dar el máximo para hacerlo lo mejor posible. Me he encontrado competitivo y con un buen ritmo, físicamente bien también y con la moto también me he encontrado bien. Entonces bueno, yo creo que ha sido positivo más allá del resultado final, que obviamente no es lo que buscábamos.
La primera semana empezaste muy bien, rodando cerca del Top10, tanto en la general como en las etapas. ¿Era un poco tu intención la de ir de menos a más y apretar al final?
Sí, yo creo que estábamos bien. Es verdad que un poco lejos del Top5. Por otro lado, creo que el hecho de que la prólogo después tuviera salida inversa para la etapa 1 y para la 48 Horas es lo que también me ha lastrado mucho. Tanto a mí como a otros pilotos que no hicieron una gran prólogo.
Yo cogí a un piloto que iba delante en la prólogo de 29 kilómetros y perdí medio minuto para intentar adelantar y al final eso me llevó a estar sobre el 11. Y si vemos un poco como evolucionó la carrera, prácticamente según se quedó en la prólogo es como se ha ido manteniendo la clasificación general. Luego, aunque que después de la 48 Horas gané la etapa y fui haciendo buenas etapas con buen ritmo, ya no daba para remontar.
¿Qué te pareció la primera semana del Dakar con la 48 Horas y la etapa maratón? ¿Te pareció demasiado dura o que estaba un poco descompensada con la segunda?
La verdad es que fue bastante dura, larga e intensa. Descompensada no, porque a partir de la etapa de descanso siguieron siendo etapas largas y no eran fáciles tampoco. Quizá el Empty Quarter ha sido un poco más suave y ayudó el hecho de que quitaran la mitad de la especial de la etapa 11 por el tema del retraso en la salida.
También como ya estaba un poco fuera de optar a un gran resultado, pues me lo tomé con más calma. Y entonces quizá por eso tengo el feeling de que fueron un poco más suaves esos tres últimos días, pero la verdad que el resto ha sido duro tanto antes como después de la etapa de descanso. Bastante intenso todo con días de suelo bastante roto. No ha habido días tranquilos y ha sido un Dakar muy intenso en general.
¿Es para ti la línea a seguir de lo que deberían ser los próximos Dakares?
Yo creo que sí. Le han dado una dureza importante. Desde que llegamos a Arabia en el 2020 cada año han ido dando un click más a la carrera. Yo creo que poco a poco han ido tomando la medida a la carrera y al nivel de los pilotos. Quizá el segundo y el tercer año en Arabia era un Dakar duro, pero bastante llevadero, ya que la navegación era más o menos accesible. No es que fuera fácil, pero sólo era un momento en concreto en los que había situaciones críticas de navegación.
Ahora prácticamente todas las etapas tienen zonas con navegación intensa y con muchas notas. En cuanto a pilotaje, también los primeros Dakares en Arabia eran más fluidos, más rápidos y más arenosos. Ahora hay más piedra, más zonas técnicas, velocidades medias más lentas en algunos sitios… Entonces bueno, yo creo que le van dando cada vez una vuelta de tuerca más. Y este año pues la verdad que han sido quizás dos vueltas de tuerca. Pero es el Dakar y es lo que tiene que ser.
En esa primera semana consigues dar a España la primera gran alegría de este Dakar con esa victoria. ¿Cómo fue para ti esa etapa? ¿Lo consideras el logro más especial de tu carrera hasta ahora?
Fue una etapa muy, muy bonita, disfruté mucho la verdad. No es que fuera buscado, pero sí que es verdad que otros años llegaba al Dakar con la idea de mantener un buen ritmo e intentar estar siempre entre el puesto 5º y 10º para estar bien colocado de cara a los siguientes días. Pensando siempre en el resultado final más allá que en una etapa. Y este año, quizás por el hecho de que el año pasado me fui muy pronto a casa, pues dije bueno, está bien, el resultado final es el objetivo principal, pero si hay una etapa que creo que tengo opciones de ganar, voy a intentar lucharlo aunque tenga que tomar algo más de riesgo.
Y tenía marcadas la etapa 3, la 9 y la 10 como posibles etapas en las que se me podía dar bien. Tenemos poca información, pero ya viendo el tipo de terreno que había tenía mis opciones. Desde el principio noté que estaba rodando cómodo en las zonas de piedras y llegué al refueling con un buen margen respecto a los demás pilotos. Vi que estaba bien colocado y ahí es donde cogí un poquito más de riesgos que en otras etapas para intentar luchar por esa victoria. Ha sido un gran logro. Para mí, emocionalmente, el mayor logro fue acabar sexto el Dakar 2021, quizás un poco por la trayectoria. Venía de dos años muy malos, tanto en lo personal como en lo deportivo, y acabar el Dakar en esta posición fue brutal. Pero después le seguiría esta victoria de etapa.
Me acuerdo que decías que ese día recibiste un poco de ayuda divina, sobre todo con la navegación. ¿Cuándo fuiste consciente de que realmente tenías la etapa en la mano?
Desde la zona de los primeros kilómetros de piedras. Sé que ahí mi ritmo suele ser competitivo, aunque no coja riesgos extra, ya que me encuentro cómodo con la moto, con el terreno y con ese tipo de circunstancias. Entonces fui rodando fluido y cuando llegué al refueling vi que estaba bien posicionado y ahí es un poco donde dije creo que es el día de intentar atacar al máximo para intentar conseguir una etapa. Luego venían zonas muy rápidas que no es mi punto fuerte, pero había alcanzado a Quintanilla en la zona de piedras y como él tiene muy buen ritmo tiramos juntos. Me ayudó un poco a mantener una buena velocidad. Y a los 40 o 50 kilómetros ya empezó un terreno un poco más sinuoso y arenoso y ahí tomé yo el frente y fui hasta el final de la etapa.
Fui con algún riesgo extra, atacando los obstáculos y las curvas con un ritmo un poco más forzado del que iría normalmente. Pero bueno, al final era consciente de que para ganar una etapa había que intentar arriesgar un poco más de lo normal. También fui muy concentrado en la navegación. Había varios puntos en los que no había trazadas porque había mucha piedra y aunque fuera el 8º o el 9º no se veía el paso de los demás. Lo afronté bien y llegué al final de la etapa con la sensación de que todo había ido muy bien, había encontrado buena velocidad y sin errores de navegación. Sabía que podía haber ganado la etapa o que al menos lo había pasado súper bien y había estado muy competitivo. Y finalmente así fue, conseguí ganar la etapa con casi cuatro minutos sobre Ricky Brabec, así que brutal.
Fui muy concentrado todo el día en mantener una buena velocidad y en hacer una buena navegación más que ir obsesionado con ganar la etapa.
Cuando te das cuenta de que estás en la pelea por la etapa, ¿tienes unos nervios especiales que no se tienen otros días o vas tan concentrado que tampoco te paras a pensar mucho en lo que estás haciendo y en la repercusión que puede tener?
No, la verdad es que fui muy concentrado todo el día en mantener una buena velocidad y en hacer una buena navegación más que ir obsesionado con ganar la etapa. Al final ganar la etapa fue el resultado, pero no fue el objetivo. Conseguí estar muy concentrado en cada momento en la velocidad que llevaba, en el terreno en el que estaba, en la navegación y creo que esa fue la clave.
Da la casualidad de que ganas la etapa un 7 de enero y justo un año antes te estabas yendo para casa ese mismo día. Es un poco como una lección de lo que te cambia la vida y sobre todo de lo rápido que pasa el tiempo y más especialmente para un deportista y para un piloto de élite.
Sí, yo siempre suelo decir que en el deporte hay muchos momentos malos y hay pocos buenos, pero que son los que recompensan todo el esfuerzo. Aquí está un poco la cara y la cruz, de un año a otro. De irme a casa después de haber hecho una etapa y con toda la ilusión y las ganas de un año de trabajo al año siguiente, pues quizá no haber empezado de la mejor manera, pero llevando esa victoria de etapa que recompensa mucho todo ese esfuerzo y todos esos malos momentos. Hay oportunidades que hay que aprovecharlas, pero para aprovecharlas tienes que estar bien físicamente, bien con la moto y bien mentalmente. Se tiene que trabajar día a día para poder aprovechar las oportunidades.
¿De quién te acuerdas cuando ganas la etapa? ¿Qué cosas se te vienen a la cabeza?
De la familia, de mis hijos, de mi mujer, de todo el mundo que lo hace posible. Los patrocinadores que han confiado tanto en mí, en mi marca que llevo tantos años con ellos… Es un poco una recompensa para todos. Hay momentos de tensión y malos para muchos de ellos durante mucho tiempo y esto es una gran recompensa. Dura poco, pero ese momento se disfruta mucho.
Ganas, haces algún Top10 en más etapas, te cuelas en el Top10 de la general y llega el día del problema con los combustibles. ¿Qué pasó ahí?
Todo iba bastante bien. Estaba enganchado a Ricky Brabec, que estábamos haciendo una etapa bastante buena y estaba yendo muy bien hasta ahí el Dakar. La etapa 6 casi la puedo volver a ganar hasta faltando pocos kilómetros para el final. Estaba fluyendo todo. Y pocos kilómetros después de repostar se me paró la moto. Empecé a buscar posibles problemas y estaba todo bien a nivel eléctrico. Hice varios chequeos y estaba todo correcto. Finalmente decidí desmontar el inyector de gasolina y es cuando vi que estaba ahí el problema.
Por suerte conseguí reparar y continuar. Una pena haber perdido una más de una hora ese día. Pero bueno, al menos conseguí seguir en carrera, ya que si no hubiera podido continuar no me hubiera podido reenganchar. Una lástima, pero dentro de lo malo pues me quedo con la sensación de lo bien que estaba yendo hasta ese momento y que al final, siendo honestos, el Top5 estaba muy difícil. Aunque hubiera seguido haciendo etapas buenas, hubiera sido complicado mejorar ese 8º o 7º puesto. Así que nada, contento de haber solucionado el problema y de poder seguir avanzando.
Y ese fallo, ¿de quién es culpa? ¿Es achacable a la organización? Porque al final no es un fallo tuyo, ¿no?
No lo sé muy bien. No creo que fuera la gasolina. Quizás ha sido meramente fortuito. El inyector es donde estaba ya dañado, en la conexión. La gasolina no creo que haya sido. Hay varios filtros antes de llegar al inyector y es difícil de saber. Yo sé que comprobaron todo y el resto estaba todo bien.
Y unos días después llega ya el desastre absoluto. Te quedas sin gasolina y tienes que empujar la moto todo ese último kilómetro de etapa. ¿Cómo viviste esa odisea? ¿Te viste fuera de la carrera?
Estaba un poco lastrado emocionalmente por lo que me había pasado ese día que comentábamos del inyector. Y en la etapa 10, salí a mi parecer con mucha gasolina para los kilómetros que íbamos a hacer. Íbamos a hacer solo 110 kilómetros y llevaba 26 litros de gasolina, que normalmente dan para muchos más kilómetros.
Cuando me empezó a fallar la moto en ningún momento me planteé que me estuviera quedando sin gasolina. Entonces seguí con el mismo ritmo, ya que venía haciendo una especial muy buena. Creo que podía fácilmente estar en el Top5 o Top3 del día. Y bueno, al final se terminó de parar la moto. Como era un fallo de que faltaba gasolina, era parecido al otro día que se me paró la moto. Quizá si hubiera regulado un poco más el ritmo hubiera conseguido llegar al final, pero en ningún momento me planteé que fuera eso.
Finalmente vieron que había perdido un poco de gasolina, ya que mi compañero llegó con dos litros y salíamos con la misma cantidad de combustible. Un día también muy duro. Con bastante esfuerzo conseguí sacar la moto de una zona baja que había en las dunas, junto a un lago seco. Y de ahí a donde estaba el vivac había un kilómetro. Me salté un waypoint que era el que te obligaba a ir todo el rato por el cordón de dunas, me bajé a la zona del chott y ahí ya me ayudaron a mover la moto hasta la zona más dura y los últimos metros los empujé para entrar en meta.
Había zonas de fesh-fesh muy arenosas que parecen duras, pero se va hundiendo la moto, es como polvo muy suelto y lastra bastante ese terreno a la hora de empujar. Llegué exhausto y muerto al final. Pero bueno, era la única opción para seguir en carrera. Buscando un resultado no tiene mucho sentido, me daba ya un poco igual. Si no es hacer Top5 me da un poco igual hacer 8º, que 10º que 20º. Pero bueno, cuando estás ahí y ves todo el esfuerzo de un año lo que buscas es no tirar la toalla, intentar llegar al final y con esas ganas poder cruzar la meta.
¿Hasta que límite físico llegaste con ese esfuerzo?
Cuando llegué al final, como estuve mucho rato con el pulso muy alto, tenía un poco la sensación de como cuando entreno haciendo series a 170 o 180 pulsaciones. Me encontré varias veces con esta sensación de ir muy pasado de pulso. Cogía un poco de aire y volvía. Cuando terminé y llegué a la furgoneta del equipo estuve como 20 o 30 minutos en una silla sentado, bebiendo agua y sin poder moverme.
Estaba completamente desfondado. Pasé por el centro médico para comprobar que todo estaba bien, la tensión, si tenían que ponerme suero… Pero no estaba deshidratado. Era más el esfuerzo que hice, sobre todo el último tramo, los últimos 20 o 30 minutos que estuve empujando la moto al final, que me dejaron completamente exhausto.
Es imposible prepararse para algo así, ¿no? ¿Cuando uno piensa en su preparación del año piensa que le puede pasar esto? No sé si a partir de ahora lo prepararás de alguna manera para futuros Dakares.
Es verdad que no te preparas exactamente para esto, pero sí que trabajamos mucho el cardio. Trabajamos mucho el entrenamiento anaeróbico con series también. Es decir, al final trabajamos todas las áreas durante el año. Entonces digamos que tenemos un buen estado físico y me permite hacerlo. Es verdad que también me quedé cerca del final. Si hubiera sido en vez de a un kilómetro a cuatro hubiera sido imposible. Fue un poco mala suerte, pero al mismo tiempo la suerte de no estar muy lejos.
¿Ha sido tu momento más duro en un Dakar? Más allá de abandonos y caídas.
A nivel físico sí, fue una exigencia muy alta. He tenido momentos peores a nivel de dolores cuando te caes. He tenido momentos mucho más duros que eso porque al final esto es un esfuerzo físico. No estaba digamos controlado, pero también me paraba a descansar, seguía… Si hubiera estado 100% sin parar me hubiera hasta desmayado. Pero es verdad que iba controlando el no pasarme de esfuerzo e intentar recuperar cada vez que avanzaba. Pero sí, físicamente puede que sea uno de los esfuerzos más duros. De hecho, me había quedado tan desfondado y deshidratado que me pasó mucha factura para la etapa siguiente.
¿Pero sabe mejor la medalla de finisher después de haber conseguido superar esa odisea y haber llegado a meta?
Pues sí, yo creo que sí. Ha merecido la pena el esfuerzo. Lo primero por no irme a casa sabiendo que quizá podría haber terminado, haber llegado al final. Si lo piensas, en términos de resultado es lo que menos me importa porque como te decía si no era estar ahí cerca del Top5 el resto no me aporta nada. Pero el hecho de haber seguido en carrera me ha permitido otras cosas.
Me ha permitido conocer la carrera desde un punto de vista un poco distinto ya que el día este que iba tan desfondado iba a un ritmo más bajo y me permitió disfrutar más del entorno, disfrutar más de otras cosas que cuando vas a un ritmo tan alto y tan concentrado en la navegación pues no puedes. Han sido dos días distintos que no me han aportado nada a nivel de resultado, pero sí he vivido el Dakar un poco de otra manera. Ese lado más de aventura y ese lado más de disfrutar del entorno que cuando vas a por el resultado no puedes hacerlo.
No has conseguido el objetivo del Top5, pero si te llevas una victoria y una muy buena primera semana. ¿Qué nota le pones a tu Dakar?
Yo diría que ha sido un Dakar de notable. Sí, un ocho. Yo creo que este año se ha reflejado poco en los resultados de la general. Sí que lo hemos visto en la victoria de etapa, lo he visto en otras etapas que he estado ahí hasta más de mitad de etapa primero o estando cerca de los Top5 varias veces.
He estado penalizado por el inicio de la prólogo, lo que comentábamos, y no se ha visto tanto en el resultado final, pero yo creo que he sido competitivo. La moto ha estado al nivel, hemos tenido algún problemilla, pero han sido detalles, no han sido problemas graves. Por lo tanto a la moto la hemos fiabilizado mucho en estos dos últimos años. Por todo esto yo creo que ha sido un Dakar positivo.
Para terminar, ¿cuáles van a ser tus siguientes pasos? ¿Tienes ya un poco la hoja de ruta del 2025 o no te has sentado a hablar con el equipo aún? Aunque me imagino que lo primero será recuperarte de la lesión de la mano.
Sí, ahora como bien dices descansar y recuperar. Están preparando ya un poco los presupuestos para este año y hay que ver donde podremos estar. Pero prácticamente al 100% estaremos en el Rally de Marruecos en octubre y en el Rally de Portugal en septiembre, estas dos pruebas del Mundial. Ahora la siguiente prueba del Mundial es Abu Dhabi, que esta seguro que no vamos por costes y porque nos aporta poco en el sentido de que es dentro de un mes. No da tiempo a aprobar nada y no da tiempo a hacer nada. Por eso no tiene mucho sentido para nosotros que no seguimos todo el Mundial.
Y la que está en el aire es la nueva prueba que hacen en Sudáfrica en mayo, que puede ser interesante de cara al marketing de la marca en el país, ya que tiene un importador allí y para nosotros también es un buen momento del año para seguir compitiendo y quizá probar alguna cosa más. Es una carrera que no está ahora en la hoja de ruta, pero que la están valorando y si todo va bien probablemente podamos estar.
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