El imputado Asencio lideró una zaga de urgencia que cometió errores groseros en los dos goles del City
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Nunca se midieron Manchester City y Real Madrid con tanta sensación de vulnerabilidad defensiva. Ancelotti, castigado por la plaga de lesiones que azota a su zaga desde hace dos temporadas, se ha cansado de recetar a los suyos «compromiso colectivo». Defender todos. Empezando por sus indolentes delanteros, Vinicius y Mbappé, dimitidos defensivamente en los partidos grandes de la temporada acumulando derrota tras derrota: Liverpool, Lille, San Mamés, las goleadas ante el Barça, el Milán en el Bernabéu…
La 18ª defensa diferente de la temporada
Para más inri, el Madrid llegó al Etihad también sin Rudiger ni Lucas, que se sumaban a las bajas de Carvajal, Alaba y Militao. Ancelotti coqueteó en las horas previas con cambiar de banda a Mendy para no perder la poderosa presencia de Valverde en la medular. Sin embargo, finalmente alineó la defensa más lógica, por la naturaleza de sus futbolistas, con el diestro Valverde cerrando el carril derecho, el zurdo Mendy acostado a la izquierda y Asencio formando pareja de baile en centro con el canterano Raúl Asencio. Una defensa de urgencia que se convertía en la 18ª zaga diferente de los blancos esta temporada. Un once con un solo central que contrastaba con el de Guardiola, en el que aparecían hasta cinco. Ya que a la dupla en el eje (Ruben Días y Akee) se sumaban otros dos reconvertidos en los laterales (Gvardiol en la derecha y Akanji en la izquierda), y uno más como mediocentro (Stone).
De arranque había preocupación por saber si Asencio podría abstraerse de la mala noticia que había recibido por la mañana. La Justicia mantiene su imputación por un posible delito de pornografía infantil, ya que la Audiencia Provincial de Las Palmas ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la defensa del futbolista del Real Madrid. Aún así el canterano calentó con normalidad y hasta esbozó alguna sonrisa antes de iniciar el encuentro, en el que demostró mucho carácter y fue el verdadero líder de la defensa. Pese a solo haber jugado 22 partidos con el Real Madrid, mostró cuajo y corrigió a sus compañeros bloqueando varios disparos rivales, además de realizar buenas coberturas.
Sin embargo, en el minuto 19 una buena maniobra de Gvardiol en el carril diestro generó un pase al espacio por delante donde apareció un Haaland tapado por Asencio. También acudió Tchouameni a hacer la cobertura, situación que advirtió Grealish. Con los dos centrales fuera de zona, el inglés regaló un centro delicioso a la espalda de ambos, donde apareció Gvardiol, que seguía involucrado en la jugada, para asistir con el pecho a Haaland, quien marcaba su primer gol al Real Madrid. Un tanto que llegaba por un grosero error posicional de los centrales no fue corregido por el pivote defensivo, Camavinga, ni por Mendy, especialista defensivo, que llegó tarde a hacer la cobertura.
Corrigió Asencio un par de desajustes, una escapada de De Bruyne y un disparo de Haaland, mientras Courtois tocaba más balones que nunca en la salida por culpa de la presión alta del City. Por lo demás, el «compromiso colectivo» que Ancelotti pide fue tan discreto como el acierto de los delanteros arriba, y los córners del City se convertían en un problema grave para el Madrid por el buen pie de De Bruyne.
Error infantil de Ceballos
La segunda parte comenzó con una jugada de falta de tensión de Asencio, que perdió una pelota en una banda y la jugada terminó con Haaland tirando al larguero rodeado de tres rivales. Gvardiol llegaba en oleadas, sin noticias de un Rodrygo que no le acompañaba en tareas defensivas. Salió mejor el Madrid en la segunda parte, acumulando llegadas al área de Ederson, lo cual era una gran noticia para la tranquilidad de Ancelotti y su defensa. El gol de Mbappé, en remate cargado de suerte, hacía justicia y confirmaba la debilidad defensiva de los locales. Pero los blancos acumulaban ocasiones que no terminaban de ponerles por delante. Perdonaba tanto arriba, que Carletto miraba con recelo atrás.
Asencio tuvo tiempo para protagonizar un rifirafe con Haaland, ante el que no se arrugó. Para entonces Ancelotti había recolocado al equipo en bloque medio y en jugada sin aparente trascendencia Foden tiró una diagonal ante Mendy hacia dentro y al entrar en el área apareció Ceballos tarde. El sevillano evidenció su ingenuidad defensiva metiendo una pierna que no llevaba a nada y que concluyó con penalti. Falta máxima que anotó Haaland, colocando por encima a un City que no merecía tanto premio, salvo por su acierto en el área.
Pero el espíritu indómito del Madrid, sumado a la defensa de papel del City, mucho mayor que la del Madrid, operó el milagro. Brahim empató rentabilizando un error de Ederson y Bellingham puso en el descuento la puntilla y dio a los blancos una merecida victoria. El Real Madrid salió victorioso del Etihad porque una vez más la pizarra de Ancelotti ‘inventó’ una defensa de circunstancias con centrocampistas reconvertidos en un partido en el que Asencio se graduó con nota, mientras Tchouameni y Camavinga siguen sin cumplir las expectativas cuando más lo necesita el equipo. Dos errores groseros atrás le costaron dos goles. Pero la sensación es que los de Guardiola eran aún más débiles.
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