Al gritarle que había niños no frenó, aceleró
Un Policía Local resultó este jueves herido grave tras ser arrollado por un motorista mientras regulaba el tráfico durante le celebración del carnaval escolar de Turón. El atropello se produjo en plena carretera general cuando los niños de los colegios Vega de Guceo y Villapendi estaban accediendo en La Veguina al autobús que debía llevarlos de regreso a sus respectivos centros. Según los numerosos testigos presenciales, el motorista circulaba «como un loco» y al acercarse a la zona en la estaba el autocar escolar el agente herido intento darle alto, interponiéndose en su camino. Fue brutalmente arrollado, sufriendo un fuerte golpe en la cabeza y diversos traumatismos en las costillas y una mano. Una UVI móvil, tras estabilizarlo, lo trasladó al hospital Álvarez Buylla. Su estado grave, aunque en principio su vida no corre peligro.
Un automovilista irrumpe en el carnaval de la escuela Turón y abruma a un policía
El motorista ha sido detenido. Se trata de un vecino de Peñule de unos 30 años de edad con una larga lista de antecedentes por peleas y reyertas. Dio positivo en el control de drogas que se le realizó en el lugar de los hechos. Los testigos le achacan mucho más que una imprudencia. Una mujer intentó darle el alto poco antes de que llegara al lugar donde se encontraba el autobús escolar. «Iba como un loco, a toda velocidad, y cuando le dijeron a voces que frenara, que había niños, sacó una peineta», afirman varios de los presentes. Es más, quienes presenciaron el suceso sostienen que, lejos de reducir la velocidad, «aceleró aún más».
La motocicleta que conducía al detenido, después del incidente. / Foto cedida a LNE
A Turón se habían desplazado agentes de la Policía Local para velar por la seguridad del carnaval escolar local, que incluyó un desfile entre el pozo San José y el polideportivo. Al término del alegre encuentro, niños y profesores regresaron al autobús. Justo en ese momento sucedió todo. «El agente intentó frenar al motorista, ya que aún había algunos niños en la calle», apuntan los vecinos. «Podía haber causado una auténtica tragedia», añaden. El policía que se jugó la vida para intentar interceptar al detenido sufrió numerosos daños. «Salió despedido por el aire», apuntan quienes vieron el atropello. El motorista acabó bajo el autobús, aunque sin daños de consideración. «Al levantarse todavía se enfrentó verbalmente con los padres y madres que le reprochaban su conducta, llegando incluso a amenazar e insultar a varios de ellos».
El carnaval escolar reunió a las comunidades educativas del Vega de Guceo y del colegio de Villapendi. Los primeros utilizaron como temática el ciclismo, mientras que los segundos mostraron su proyecto «Abriendo las puertas del valle». La jornada fue «todo un ejemplo de convivencia». «Por suerte no acabó en tragedia», subrayan los vecinos.
El carnaval escolar
El susto final deslució en parte una jornada que resultó un éxito en Tutón. El carnaval escolar se disfrutó por todo losalto. El colegio de Villapendi centró sus diafraces en el proyecto «Abriendo las puertas al valle». Los alumnos tienen pequeñas puertas repartidas por el exterior del centro y cada una de ellas incorpora un código QR con información significativa de diferentes enclaves de Turón, así como de personas destacadas, como el futbolista olímpico Diego López, jugador del Valencia. También hay referencias, por ejemplo, al veterano nadador José Vitos Natal, nacido en Canabatán y primer español en cruzar a nado el Canal de la Mancha. Del mismo modo, los estudiantes pueden conocer establecimiento con gran tradición en el valle, como la Joyería Asensio. El carbón ocupa un insospechado protagonismo en este establecimiento. Ni el oro, ni la plata ni las perlas debilitan con su brillo el lustre del carbón. Desde hace unos tienen registrada la marca “Tucarbón Joya”.
El desfile de la escuela. / Foto cedida a LNE
En el caso del colegio Vega de Guceo, su desfile temático estuvo dedicado a la Vuelta Ciclista y la vida saludable. Decenas de niños y niñas, acompañados de sus profesores y familias, recorrieron el pueblo disfrazados de ciclistas. Bicicletas decoradas, originales disfraces de maillots de equipos, reporteros cubriendo la noticia, servicios de emergencia e incluso aficionados fueron los protagonistas de una jornada festiva en la que el deporte y la diversión fueron de la mano. “Queremos que los niños vean el deporte no solo como una actividad divertida, sino como un hábito que les acompañe toda la vida”, explicó una de las maestras.
El desfile fue posible gracias a la colaboración de las AMPAS, Sotufe, las familias colaboradoras, el Bar la Terraza, Protección Civil, Policía Local y los vecinos del Valle.
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