Las cooperativas con derecho de uso, la alternativa a comprar o alquilar viviendas que quiere asentarse en España

Las cooperativas de la ley de uso, una iniciativa a caballo entre la compra y el alquiler, se rompen como una solución más a la crisis de vivienda sufrida por España y multiplican sus proyectos durante los próximos años, aunque permanecen lejos de Viena o Copenhague, las ciudades donde su implementación profusa ayuda a reducir el precio de la vivienda. Aunque no se han formado en respuesta a la crisis de la vivienda, ya que ya se acumulan más de una década en la Península, este modelo ha ganado prominencia en los últimos meses y varios grupos, como entre los patrones y el mantenimiento de los deseos cívicos de disparar sus proyectos en la próxima década y que 2,000 pisos de este estilo se construyen en los próximos dos años.
Estas cooperativas explican José Téllez, miembro de la comunicación del Catalan Sustor Civic, y Nacho García Pedraza, del Madrid entre patios, «combinan las ventajas de la compra, ya que los contratos son indefinidos, y de la renta, porque las cuotas mensuales que deben pagarse están por debajo del mercado». Los residentes de este tipo de vivienda son los propietarios de la cooperativa, que siempre es el propietario de las casas y se crea con una voluntad indefinida, por lo que el modelo no puede transformarse para obtener casas de propiedad privadas y siempre aún sin fines de lucro.
Tanto Téllez como García Pedraza defienden que este modelo tiene la capacidad de administrar un parque grande, aunque para esto es necesario que el porcentaje de este tipo de casas aumente, como en Viena y Copenhague, donde el parque público excede el 30 % del total.
Sort Civic tiene 14 proyectos terminados, en los que 190 familias habitan, pero el pronóstico para 2027 es que hay 506 familias y 22 proyectos. En total, en Cataluña ya hay 67 edificios de viviendas cooperativas, con 1.190 hogares, aunque 37 de ellos -783 hogares todavía están en la fase de promoción. Por su parte, entre patios, dice García Pedraza, tiene dos proyectos ya terminados, mientras espera obtener el piso de un tercero en la comunidad de Madrid para insistir en este modelo.
Créditos para la inversión inicial, el gran reclamo
Están lejos de los más de 10,000 proyectos de este estilo en Dinamarca y, por ahora, el gran inconveniente es la inversión inicial, aunque el costo sigue siendo «mucho menos que la entrada de un piso». Téllez insiste en el ejemplo de otros países que producen tierras públicas para ayudar a impulsar este tipo de proyectos y enfatizar el apoyo recibido a través de créditos ‘blandos’ del Instituto Catalán de Finanzas y un préstamo de 31 millones de euros logrados a través del Banco de Desarrollo del Consejo de Europa.
Pero «todavía hay algo más estructurado», con un marco regulatorio claro, apoyo financiero «que no es anecdótico» o beneficios fiscales, porque si estas medidas se combinan, «se puede llegar a las cooperativas que gestionan un porcentaje muy alto del parque» y que es «complementario» a la alquiler o la venta.
Por su parte, Nacho García Pedraza, inquilino de uno de los proyectos de Madrid a través de entre patios, enfatiza que este tipo de modelo «evita la especulación» y ayudaría a reducir la emergencia de vivienda existente. Sin embargo, lamenta que en el caso de entre patios, ubicados en Madrid, estos proyectos hayan tenido que «eliminar el pulmón», sin ayuda y es por eso que han estado en un perfil más ‘senior’, pero insiste en que este tipo de modelo quiere alcanzar 2,000 viviendas más en todo el territorio español en los próximos dos años.
Para el miembro de entre patios, la clave es el apoyo público en la concesión de tierras, en la ayuda de apoyo y en la disminución de los impuestos: «Como no hay un marco que regule la asignación de uso, y las instituciones no saben si es alquiler o venta, comemos los problemas de ambos», dice.
Viena y Copenhague, dos ejemplos
En el caso de Viena, hay 211,000 pisos de este estilo y, según el propio Ayuntamiento vienés, estas promociones son construidas por sociedades cooperativas en el sector de la construcción sobre iniciativa social, en la que puede ingresar para vivir a través del pago «a menudo de la contribución al financiamiento». «La cantidad de la contribución dependerá de la superficie del piso, la edad del piso y su ubicación. Cuando deje de arrendar el piso de Cooperativa en Viena, devolverán gran parte de su contribución», informa el propio Ayuntamiento.
Téllez insiste en que en estos bloques existe, y también requiere, un mayor compromiso con los vecinos: «Hay muchas decisiones que toman los socios, como el sistema de cuotas o la rehabilitación, pero las instalaciones también están centralizadas, e Internet o la luz se comparten, que permite el salvación a fines del mes».
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