las milicias kurdosirias aceptan su disolución y unión al nuevo Gobierno de Damasco

En un acuerdo histórico firmado en un momento de máxima tensión en Siria, el líder de las milicias kurdosirias de las YPG, Mazlum Abdi, ha aceptado este lunes por la noche la disolución de su grupo e integración —tanto de sus milicianos como de su administración política— al Estado sirio.
Así lo ha firmado Abdi en un acuerdo realizado junto con el presidente interino sirio, Ahmed al Sharaa, por el que Abdi se compromete a terminar con la autonomía kurda en el este de Siria a cambio de “la garantía del respeto de representación todos los sirios y su participación en el proceso político que vive el país”, tras la derrota del expresidente sirio, Bashar al Asad, diciembre del año pasado.
Los kurdos de siria, durante los primeros años de los Asad en el poder, fueron considerados ciudadanos de segunda en Siria, y aún menos: a muchos se les negaba incluso la concesión de pasaporte. Durante los años de la guerra civil siria, así, los kurdos del este del país crearon su propia administración política y militar, las YPG y las Fuerzas Sirias Democráticas (FSD), que sirvieron como punta de lanza para Estados Unidos en la lucha internacional contra el Estado Islámico (EI).
“Acordamos que se reconoce a la comunidad kurda como una comunidad autóctona dentro de Siria, y se garantiza su derecho a ciudadanía y plenos derechos constitucionales”, reza el texto firmado este lunes por Abdi y Al Sharaa, que termina con el limbo en el que se encontraba la administración kurda desde la caída de Asad en diciembre y con el temor del crecimiento de las hostilidades entre Damasco, Turquía —el gran aliado de la Siria actual— y las milicias kurdosirias.
“Todas las instituciones militares y civiles del noreste de Siria se integrarán dentro del Estado sirio, incluidos los puestos fronterizos, aeropuertos y yacimientos petrolíferos”, continúa el texto, que asegura el compromiso de las YPG y las FSD en la lucha “contra las fuerzas de Asad y cualquier amenaza a la seguridad y unidad del país”.
Interrogantes
El texto firmado este lunes, sin embargo, no menciona el futuro de los campos de Al Hol y Al Roj, donde las milicias kurdosirias, desde 2018, encierran a cerca de 40.000 hombres presuntamente miembros y combatientes de EI y sus familiares e hijos. En estos campos, a pesar de que la mayoría de los encerrados son sirios, hay cientos de ciudadanos europeos, cuyos gobiernos han, hasta la fecha, rechazado repatriar.
Durante las últimas semanas, Turquía ha estado posicionándose para ser la encargada, en el futuro, del control de estos campos, junto con Jordania.
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