DINOSAURIO MUSEO JURÁSICO | «Ruperto», el nuevo dinosaurio miembro de la familia jurásica asturiana

Hace más de 150 millones de años, en el Jurásico Superior, colosales criaturas dominaban la Tierra: los dinosaurios. Su imagen sigue fascinando a la humanidad gracias a la ciencia, el cine y la televisión. El Museo del Jurásico de Asturias (MUJA) continúa haciendo posible lo imposible, rescatando del pasado a estos gigantes prehistóricos para acercarnos a su historia y esplendor.
Desde ayer, la Rasa de San Telmo, en Colunga, cuenta con un nuevo inquilino: una impactante réplica de Diplodocus de 18 metros de largo, cerca de 4 de altura y 2.400 kilos de peso. La escultura fue fabricada en Aragón en tan solo dos semanas por la empresa Tecmolde, especialista en la creación de escenografías para películas, parques temáticos y figuras de gran tamaño. Una de sus obras más conocidas en la icónica calabaza Ruperta del programa televisivo «Un, dos, tres… Responda otra vez», de ahí que esta gigantesca réplica haya sido bautizada como «Ruperto».
La presentación del Dinosaur de Neuvo del MUJA. / Julia Quince
La pieza, que se suma a la colección del museo, representa a un ejemplar de dinosaurio herbívoro del grupo de los saurópodos, que se desplazaba apoyándose siempre en sus cuatro patas y se caracterizaba por su largo cuello y una cola semejante a un látigo. Apareció en lo que hoy es Estados Unidos hace unos 152 millones de años, una edad similar a la de los yacimientos asturianos.
«En Asturias tenemos muchas huellas de saurópodos, pero a partir de una huella nunca podemos llegar a identificar el nivel de género», explica Laura Piñuela, investigadora científica del museo, quien no descarta que estos dinosaurios pudieran haber pisado la costa colunguesa. «Ya en aquella época el Atlántico se estaba abriendo y había un rosario de islas que comunicaban Norteamérica con Europa. Sabemos que hay terópodos carnívoros que aparecieron tanto en EEUU como en Portugal, así que, ¿por qué no?».
En el MUJA, concretamente, no hay huesos clasificados de esta especie, aunque si de otros saurópodos: «Las huellas encontradas en la playa de La Griega, por ejemplo, serían de un brachuiosaurus, que tienen una estructura corporal diferente», añade Piñuela.
«Ruperto» viajó en la madrugada del martes al miércoles en un camión articulado desde la localidad de Loporzano, Huesca, hasta Colunga. Su instalación supone la renovación de una figura similar colocada en 2004, año de inauguración del museo, que estaba muy deteriorada por el paso del tiempo.
En este sentido, el nuevo Diplodocus, que ha supuesto una inversión superior a los 70.000 euros, ha sido fabricado con materiales resistentes a la intemperie, ya que estará muy expuesta a las condiciones climáticas de la zona y la salinidad del mar Cantábrico. Para su creación, la empresa contó con el asesoramiento científico del equipo de investigadores del MUJA, que participó en el proceso de diseño para garantizar que la pieza fuera lo más realista y fidedigna posible: «Intentamos asesorar todo lo posible en el tamaño, la forma del cuerpo, las patas… La reconstrucción ha quedado bastante bien», apunta Piñuela.
El jardín de la Rasa de San Telmo complementa así la visita a la exposición permanente del museo y permite realizar un recorrido por la Era Mesozoica, descubriendo las réplicas de los dinosaurios más conocidos junto a piezas originales del Jurásico asturiano. Más de una veintena de reproducciones de especies del Triásico, Jurásico y Cretácico pueden observarse en la zona exterior, además de material original procedente de la Costa de los Dinosaurios.
«Ruperto», en el MUJA. / Julia Quince
«Es un jardín prácticamente único en España con la visión de las diferentes especies que poblaban el jurásico en el que también hay alguna pieza original como huellas o fósiles» destaca el director general de Patrimonio Cultural, Pablo León. Aunque asegura que continúan con labores de mantenimiento y de renovación de las réplicas existentes, por el momento no se plantean ampliar la familia jurásica.
Además de las famosas esculturas, el exterior del equipamiento incluye réplicas parciales de los yacimientos de icnitas de los acantilados de Tereñes, en Ribadesella y de la playa de La Griega, en Colunga. Con un cajón de excavación y con un parque infantil con los dinosaurios como protagonistas, en el que se acaba de renovar también los columpios y una zona de juego.
Por su parte, el alcalde de Colunga, José Ángel Toyos, expresó su satisfacción con la llegada de su nuevo vecino, y agradeció la implicación del gobierno autonómico: «agradecemos al Principado que siga haciendo inversiones en el museo que es el más visitado de Asturias»
Y es que el MUJA volvió a encabezar el ránking de los museos asturianos el año pasado, con 148.343 visitantes, ligeramente por debajo de los 150.241 registrados en 2023, aunque la cifra real podría ser mayor: «Hay que tener en cuenta que en el caso de este museo no se contabilizan los visitantes que vienen solo al jardín, con lo cual habría que añadir mucha más gente que viene a pasar el día con los hijos disfrutando de los columpios, de los animales o del entorno», concluye León.
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