El Alimerka Oviedo Baloncesto cae en Alicante ante un rival directo por la permanencia
El Alimerka Oviedo Baloncesto cometió demasiados errores en Alicante como para aspirar a llevarse un partido tan importante en la lucha por la permanencia. El rival, en proceso de recuperación tras un muy mal inicio de Liga, se jugaba mucho y un primer cuarto muy flojo del equipo asturiano allanó un camino que debían de haberle puesto mucho más empinado desde el pitido inicial.
Es cierto que el equipo asturiano, a pesar de jugar todo el partido con el marcador en contra, le echó pundonor para apretarlo en unos instantes finales en los que creyó en la victoria o al menos en salvar el basket-average (en la ida ganó Oviedo por 78-74), pero después de ponerse a cuatro de distancia (83-79) con un triple de Loïc Menuge llegaron los errores en los lanzamientos y una pérdida de Amarante que fue decisiva. Una pena para los de Oviedo no haber salvado al menos ese basket-average.
El inicio de partido fue calamitoso para los de Oviedo, que se vieron completamente superados por el poderoso juego interior de Alicante, con un Larsen descomunal, que anotaba, asistía y reboteaba ante un OCB demasiado pasivo, incapaz de encontrar soluciones y muy fallón en ataque, tanto en lanzamientos lejanos como en las canastas más cercanas. Casi todo lo que tiraban se iba fuera y el partido se le escurría entre las manos (27-16 al final del primer cuarto).
En el segundo se buscó a Ike Nweke por dentro, tratando de aprovechar su movilidad ante el pesado Larsen. Resultó. El problema fue que en defensa el equipo azul seguía sin encontrar soluciones. El peor momento llegó cuando el partido se convirtió en una secuencia de fallos en el triple de Oviedo y canastas sencillas en el otro lado, disparándose la ventaja hasta los 19 puntos (43-24) a 4.24 del final. Un par de aciertos, de Lobaco y Amarante, en dos tiros de tres puntos redujeron la desventaja a diez (44-34), que se quedó en trece cuando los dos equipos se fueron a vestuarios (49-36).
El inicio de la segunda parte tuvo de nuevo como protagonista a Ike Nweke, al que buscaron los exteriores para que sumara. Salió bien y redujera la renta a nueve puntos (51-42) a 7.12 del final del cuarto. Pero no pudo ir más allá Oviedo, que se frenó, en parte por la cantidad de faltas personales que le señalaron. Que jugando fuera lo normal es que el arbitraje se escore hacia el lado del equipo local es habitual, que si además uno de los jugadores es el ya veterano Larsen una mirada bastará para que saque una falta, también, pero por momentos la situación fue exagerada, con un Cosialls desesperado después de ver cómo le señalaban algunas personales más que dudosas.
En cualquier caso, ese toma y daca del tercer cuarto en nada beneficiaba al OCB, que solo encontró el tono que necesitaba en defensa en el último cuarto, al que llegó dieciséis abajo (75-59). Y fue ahí, en el último parcial, cuando se vio al mejor Oviedo, que se cerró en una zona que aprovechó Álex López sumar desde el triple cuando el equipo de Javi Rodríguez se acercaba. Buenos minutos de Amarante, al que se vio mucho mejor que en tardes anteriores, a pesar de que un par de pérdidas suyas fueron claves en el desenlace.
La briega del OCB en el último parcial le permitió ponerse a cinco de diferencia (81-76) a 2.59 del final tras una canasta de Steven Verplancken. Una pérdida de Amarante y un triple que no tocó ni aro de Lobaco impidieron al equipo asturiano acercarse un poco más y, en cambio, King puso a su equipo a siete (83-76) aprovechándose del error del portugués. Pero a continuación, Loïc Menuge, el tirador más regular del equipo en el triple (3 de 6), puso el partido en un pañuelo (83-79) cuando todavía quedaban 45 segundos. El average estaba empatado y todo podía suceder. Pero, entre un nuevo error de Amarante y alguna falta dudosa en contra, el OCB no sacó ni la victoria ni salvó el average, lo que comprime mucho la zona de abajo de la tabla y deja al equipo de Oviedo con muy poco margen sobre el descenso.
El domingo (12.30 horas) en Pumarín se enfrentan al TAU Castelló, otro rival directo por la permanencia, en un partido que será clave en esa pelea por seguir un año más en Primera FEB.
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