Ucrania prueba una «franja de exterminio» con drones para intentar frenar a Rusia en el frente

Para el gobierno de Volodimir Zelenski es “un sistema de ataque único”. Su ministerio de Defensa lo ha bautizado “Línea de Drones”. Pero es el propósito de este sistema bélico el que le da su nombre más usado: crear una “franja de exterminio”. La combinación de drones que impulsa la defensa ucraniana está siendo presentada como novedad a la industria militar occidental. La franja de exterminio es una red coordinada de máquinas de observación y de ataque, turnándose en vuelo sobre los puntos de contacto entre fuerzas ucranianas y rusas para crear una trama de vigilancia y golpeo permanente con afectación sobre 15 kilómetros de ancho.
Por debajo, cualquier movimiento es detectado y atacado. Con este sistema, el ejército de Kiev trata de resolver uno de los principales desafíos que les presentan las ofensivas rusas: el ataque en oleadas de soldados, lanzando el mando ruso una tras otra pese a la alta mortalidad de los atacantes, tratando así de extenuar a los defensores y sus recursos.
A comienzos del siglo XX cada bando de una batalla se parapetaba tras alambre de espino; a comienzos del siglo XXI, el frente se eriza con robots voladores. De nuevo en la guerra de Ucrania el bando invadido apuesta por clavar al enemigo en sus posiciones, haciendo cualquier avance extremadamente caro en bajas.
Máquinas y hombres
El nuevo sistema es propio de la nueva guerra que se prueba en Ucrania, en la que las batallas a menudo no empiezan por un choque entre efectivos humanos, pues lo antecede una pesca de datos y un choque entre drones o, en su versión más despiadada, entre drones y hombres.
Con la interposición de esa franja de amortiguación sobrevolada por robots, Ucrania tiene el objetivo de la “detección y destrucción de objetivos antes de que se acerquen a nuestras posiciones”, declaró el ministro de Defensa de Ucrania, Rustem Umerov, en febrero pasado, cuando Kiev decidió que esta innovación bélica comenzara a difundirse. “Estamos lanzando un proyecto revolucionario que mejorará significativamente nuestras brigadas y ampliará la experiencia de eliminación efectiva del enemigo: la Línea de Drones -contó-. Este es el nuevo estándar de la guerra, en el que los sistemas no tripulados se convierten en un elemento clave del combate, ayudando a nuestros defensores a llevar a cabo las misiones más complejas”.
Para entonces la Línea de Drones ya había sido contada a especialistas de los países que apoyan a Ucrania, y luego fue presentada en la feria internacional de la industria de defensa IDEX en Abu Dabi. Interviene en su desarrollo una de las empresas que han crecido en Ucrania en su emergente industria de drones, la firma Frontline. Sus ejecutivos han explicado que se trata de dotar a las tropas ucranianas de capacidad de anticipación, neutralizar a unidades rusas antes de que representen una amenaza. El problema: ahora el ejército de Kiev no tiene asegurada la ayuda americana en inteligencia y en sistemas de comando y control, por lo que no puede ver a su enemigo a grandes distancias.
Tropas de élite
Al cumplirse el tercer año de la invasión a gran escala de Ucrania, el general Vincent Breton, director del Centro Conjunto de Conceptos, Doctrinas y Experimentos del ministerio de defensa francés, explicó en un análisis ante los medios que en Ucrania, por la profusión de drones y telefonos móviles, nace un nuevo campo de batalla transparente, que disipa en buena parte “la niebla de la guerra”, y en el que “se detecta el más mínimo movimiento del adversario. Por eso es extremadamente difícil esconderse de ello”.
La amenaza robótica de la Franja de Exterminio alcanza tambien al Medevac. Así se llama en la OTAN a la evacuación de heridos, que en 15 kilómetros de ancho se le deniega al bando atacante.
En la franja no intervienen solo las máquinas. El ejército ucaniano está completando el sistema con unidades especiales, cazadores de infantería, que pueden despelegarse según sea la amenaza detectada.
De momento, según ha anunciado el ministerio de Defensa de Ucrania, la franja se ha probado en cinco unidades consideradas “de élite”: regimiento Fénix de la Brigada Pomsta, la 414 Brigada, y los regimientos 427 Raroh, 429 Aquiles y 20 K-2. Todos ellos están en puntos muy activos del frente.
Drones de mentira
No ha trascendido si este tipo de franja ha sido desplegada en Kursk, donde, de ser así, podría haber fracasado. En la guerra de drones influye un poderoso factor de innovación, tiene explicado a este periódico el experto José Luis Chulilla, empresario de la fabricación de aeronaves no tripuladas en Red Team Shield: “Casi al ritmo de una al mes, surge una innovación de un bando, y el otro inventa la contramedida, y viceversa”.
En ese pulso de inventos para la guerra es también producto del frente de Ucrania una innovación rusa. Lo llaman Gerbera, y es una máquina cuyo aspecto no corresponde a su realidad. Parece un dron pesado de ala fija, uno de esos drones inteligentes y kamikazes con que Rusia bombardea objetivos en Ucrania. Pero el ejército ucraniano ha comprobado que se trata de un señuelo fabricado con materiales baratos, sobre todo poliestireno, o porexpán.
Este tipo de dron ruso se utiliza, según explican fuentes militares, en espionaje, pequeños ataques y, sobre todo, una labor crucial de la guerra de desgaste: engañar al enemigo, hacerle derrochar recursos disparando caros y escasos sistemas de defensa contra abundantes y baratos trampantojos para agotar su munición y, después, lanzar el ataque de verdad.
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